Niveles de conocimiento – Parte 1

Retomamos la publicación de artículos del blog tras un parón obligado por temas profesionales que han requerido todo mi tiempo y atención. En uno de los últimos posts, habíamos hablado del tema de las creencias personales, colectivas, y del poder del pensamiento para moldear la realidad, algo que, por otro lado, es lo que tratamos desde el primer nivel de la formación en Desprogramación Mental y de lo que os he hablado incontables veces todos estos años en el blog.

Bien, entonces ¿Qué define el nivel de “profundidad” de los datos, de información, etc., que marca el tipo de creencias y programación que tenemos? No es lo mismo que tu psique esté programada con conocimiento “básico” sobre la estructura de la realidad, del mundo, del funcionamiento del ser humano, etc., y con ello defines tus creencias sobre la vida, que con conocimiento “avanzado” de todo ello, o, cómo sucede en la mayoría de las personas, sin conocimiento alguno de la mayoría de estos temas. Puesto que la información y datos que adquieres es la base para la formación de tus creencias y para determinar el nivel de tus programas a la hora de crear escenarios y moldear tu realidad, el nivel de conocimiento que tengas es lo que te permite ampliar tu visión del “juego de la vida” y, con ello, aprender y ser mucho más consciente de los procesos que, precisamente, marcan esa vida en esta “matrix” que creamos entre todos.

Los niveles de conocimiento según la estructura energética de nuestra galaxia

Como os expliqué cuando hicimos la introducción al idioma Irdin, y cómo hemos hablado en artículos anteriores, nuestra galaxia está dividida en aproximadamente 343 franjas energéticas. Podéis repasar aquí la razón y origen de este número y cómo funcionan estas “franjas”.

Digamos que, a nivel de conocimiento, cada franja, al tener un nivel vibracional o frecuencial distinto, permite la conexión con un nivel de información, sustrato, datos, etc., más amplio, de manera que, un ser de cualquier raza o jerarquía que tenga acceso a la franja 15, por decir algo, tiene, entonces, “permiso”, para acceder a todo el conocimiento que exista en nuestra galaxia, y, de igual forma en nuestro universo (es la misma estructura), hasta ese nivel “15” (desde el nivel 0, la franja más densa en la que estamos nosotros a nivel “material”). Os explicaré más adelante que esta equivalencia no es lineal, en el sentido de que si tu vibración base es la franja X, tu nivel de conocimiento no es obligatoriamente ese mismo nivel X, pero para no complicarlo demasiado aun, dejémoslo así ahora.

Así, para explicarlo con otra analogía, todo el conocimiento que existe en el universo es cómo una estantería llena de libros que tiene decenas de pisos de altura. Los libros de los estantes superiores tienen información que solo puedes leer si tienes permiso para alcanzar ese estante, y ese permiso te lo da el nivel evolutivo que tienes en una especie de promedio de tu nivel mental, causal y álmico-suprálmico (se complica la cosa), que es el nivel que has adquirido a partir de tus vivencias, experiencias, conocimientos, estudios, etc., en el conjunto de tus encarnaciones.

Aunque parece complicado, se trata simplemente de una manera en la que los logos organizan la información que existe en sus “dominios” y la forma en la que permiten que la vida consciente que habita en ellos acceda a ese conocimiento.

La estructura de la Ley de las Octavas

En general, la estructura que os he explicado en el artículo sobre el Irdin se basa en la Ley de las Octavas, como se basa todo lo que existe en nuestro universo, y, por ello, hemos tomado en explicaciones anteriores las siete “notas” principales (DO a SI), dividiéndolas en siete subniveles, que se dividen en siete sub-subniveles más, y, de ahí, salen esas 343 franjas energéticas o divisiones para la estructura del universo, de la galaxia, del sistema solar, etc.

Sin embargo, como los logos y sus jerarquías de apoyo usan además otros niveles superiores para sus propias funciones de coordinación, desde el punto de vista de Uan (el logos “cósmico” de este universo), o desde el punto de vista de Eur (el logos de nuestra galaxia), o desde el punto de vista de Umar (el logos de este sector de la galaxia a la que pertenece el sistema solar y la Tierra), se toman 9 “pasos” para cada octava en vez de 7 (las 7 notas y los dos “saltos” entre MI-FA y SI-DO), estando los dos últimos “bloques frecuenciales” más o menos asignados solo para los niveles jerárquicos más altos de cada zona.

Así, aunque hemos trabajado siempre con una estructura de 7 planos, y sus subplanos en anteriores explicaciones y artículos, vamos a ampliarlo y empezar a trabajar con 9 divisiones y subdivisiones para todo, pues es el nivel y visión de las cosas que tienen los logos y las jerarquías que nos asisten, así como nuestros YS.

Esto ya lo hemos hecho antes cuando hemos explicado la estructura de 9 cuerpos que tiene el ser humano, aunque tengamos solo 5 de “serie” y otros cuatro estén “en potencia”, pero es un reflejo de la estructura “global” de cada universo y galaxia, aunque, como os decía, los dos últimos “bloques” o niveles están reservados para el trabajo “logóico” y poco o nada tenemos que hacer con ello nosotros como especie ni tampoco acceden a ello otras razas por el estilo.

¿Qué conocimiento se tiene o se puede acceder en cada nivel?

El conocimiento al que tiene acceso una persona individualmente, o la humanidad en su conjunto, está estructurado en «niveles jerárquicos», como hemos explicado, a los que se tiene acceso por “nivel evolutivo” y «jerarquía» que la persona, en este caso, haya alcanzado. El concepto de jerarquía, en términos «metafísicos», no implica poder sobre otros, capacidad de mando ni nada por el estilo, sino nivel de consciencia. Que un ser tenga una jerarquía superior a otro depende únicamente de su nivel evolutivo y de consciencia.

Por lo tanto, sea individual o grupalmente, se puede acceder a aquel nivel de información que cuadre con el estado psíquico-de consciencia-espiritual-evolutivo de la persona o, en su defecto, del IC grupal al que uno pertenezca si se trata de asociaciones en las que muchas personas comparten información y, con ello, terminan creando un egregor grupal donde, esa información, a nivel energético, termina influenciando el conocimiento que se tiene a nivel individual.

Si nos centramos en organizaciones tipo esotérico, ocultista, místico, o del estilo, añadir personas de alto nivel “espiritual” a un grupo de este estilo (con mucho conocimiento de esos temas por ejemplo), puede incrementar el grado jerárquico de ese grupo y, entonces, dotarlo de los “permisos de acceso” a un nivel de conocimiento superior a través del egregor del grupo, beneficiando entonces a todos sus miembros, incluidos aquellos de menor nivel evolutivo que no pueden acceder por ellos mismos al nivel de conocimiento que les da la pertenencia a ese grupo. Si, por ejemplo, el grupo consigue imbuir/someter/controlar/trabajar con un daemon en su egregor, el nivel de conocimiento que ese daemon tenga (al que pueda acceder por el grado jerárquico del daemon) marca entonces el nivel del egregor/grupo y, con ello, el nivel máximo de información al que pueden acceder los miembros individuales que pertenezcan a ese grupo.

Para que se entienda con un ejemplo, esta es la manera en la que los diferentes niveles y grupos de SC, tanto en “Occidente” como en SC “Oriente” actúan para poder saber más y más sobre “todo” más rápidamente, pues, aunque sus miembros individualmente no tengan el grado jerárquico-evolutivo necesario para saber “algo” por ellos mismos, sí que reciben permiso para acceder a esa información si forman parte de un egregor regido por un daemon que les otorga el grado jerárquico necesario para conectar con la información de una franja de conocimiento superior a la que, ellos mismos, incluso si trabajaran a través de sus YS, pudieran acceder de forma individual y por separado.

En un ejemplo más sencillo y cercano a todos, dentro de una familia de varios miembros, el nivel más alto de conocimiento al que se te permitiría acceder corresponde al grado jerárquico del miembro más “evolucionado” de esa familia, de forma que, si uno de los miembros tiene un grado 0.13, y otros miembros un grado 0.09, pues al estar todos dentro del mismo IC familiar todos ellos tendrían permiso de sus YS para compartir/recibir/integrar información de nivel 0.13 (ya veremos qué significa esto), aunque individualmente el resto no pase de un grado 0.09.

¿Qué parámetro exactamente marca el nivel de conocimiento al que puedes conectarte?

Así, como seres humanos “individuales”, accedemos al nivel de conocimiento “máximo” que marca el nivel evolutivo que tenemos a una media del nivel mental-causal-álmico, determinado por la expansión de nuestra esfera de consciencia. Lo tenéis explicado en detalle en el nivel 1 de la formación, pues, cuando se produce actividad neuronal debido al esfuerzo y trabajo mental para estudiar y aprender algo, esa energía generada por las redes neuronales se traspasa hacia las esferas mentales y hacia la programación de “aprendizaje” y, luego, se redirige hacia la esfera de consciencia, “ampliándola” como si fuera un globo que se expande. La expansión de la EC “hacia arriba” te permite, entonces, sintonizar información de franjas “superiores”, y la expansión “horizontal” te permite profundizar en información del nivel que ya has asumido.

Obvia decir que «arriba» y «abajo» son solo expresiones para intentar explicar los conceptos. En realidad, todo está contenido dentro de todo, así que sería más bien como un nivel más «externo» vs un nivel más «interno» (tipo muñecas rusas o capas de cebolla, donde la capa más externa es la que tiene una vibración mayor y contiene una información o conocimiento de mayor nivel, y no realmente estando una «encima» o «debajo» de otra.

¿Qué responsabilidades adquieres a medida que alcanzas mayores niveles de conocimiento?

Como es obvio, a medida que tienes más información y conocimiento sobre “todo”, las jerarquías logóicas te van dando, asignando, solicitando, etc., su aplicación y uso, a través de peticiones dirigidas al YS y a la supralma, y, por supuesto, en ambas polaridades. De esta forma, cuanto más “sabes”, más se te presentan ocasiones y oportunidades de usar ese conocimiento, principalmente a través de dos vías:

  • Vía formativa: La que lleva la EMEDT, por ejemplo, o la que lleva un profesor, un maestro, un instructor de algo, alguien que coge lo que ha aprendido y lo transmite. Es la vía más natural: adquieres conocimiento y lo impartes para hacer avanzar/asistir/ayudar a los demás a aprender algo. Es lo que hace desde un profesor de instituto, en términos “humanos”, hasta lo que hizo Seth con Jane Roberts o el grupo de Ra con Carla Rueckert, en términos de guías, seres, razas o especies ayudándose unas a otras. Como todo, aquí hay que tener en cuenta todo el tema de la programación de quien imparte y/o recibe lo impartido, los filtros, creencias, topes, distorsiones, manipulaciones de la información, ofuscación, etc., etc., que dificulta, altera o colorea el resultado. Pero el concepto es el mismo: en esta «vía», cuanto más aprendes, más se te puede pedir que enseñes lo aprendido para poder seguir aprendiendo más.
  • Vía “aplicativa”: Es la otra forma de usar el conocimiento al que accedes, e implica usar lo que aprendes para transformar, cambiar, construir, limpiar, sanar o colaborar en el desarrollo de la vida consciente en el ámbito de trabajo en el que te muevas, según el propósito que tengas, tu misión de vida, tu profesión, lo que quieras hacer, etc. Así que un carpintero que ha aprendido a hacer muebles y pone en marcha ese conocimiento para hacerlos está usando la «via aplicativa», igual que cualquiera de nosotros en cualquier profesión o actividad donde «ponemos en práctica lo aprendido». De nuevo, el conocimiento se puede aplicar en acciones, tareas, funciones, propósitos, etc., de ambas polaridades, y hay tantas razas usando lo que saben para su propio provecho, beneficio, evolución y “agenda propia” en una polaridad como en otra. Y nadie juzga nada y todo está bien en ese sentido, desde el punto de vista logóico y evolutivo de cada raza y especie consciente del universo.

Por lo tanto, cada persona, grupo, ser, daemon o raza en su conjunto solo puede acceder, por resonancia, a aquello que su propio nivel evolutivo le da permiso para acceder, con códigos frecuenciales marcados por el nivel de expansión de su esfera de consciencia (o el equivalente que se tenga en otras razas o estructuras de otros seres), de su IC grupal o de su psique colectiva. La humanidad, en este caso, tiene su «tope» de conocimiento en el nivel máximo que, por resonancia, haya adquirido la psique colectiva, que es la media «frecuencial» que tienen las diferentes familias psíquicas que coexisten en este momento bajo Junán (nombre en Irdin del SER de la Humanidad).

En el siguiente artículo entraremos más en detalle, entonces, en qué contenidos tienen los diferentes niveles de conocimiento que existen en Uan, y hasta dónde somos capaces de acceder actualmente por los permisos que tiene la humanidad, según nuestro nivel evolutivo actual, y que no va mucho más allá de la parte superior del nivel/franja 0, algo que ya os explico en la segunda parte del artículo.

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