Los procesos en el plano mental siguen con el tira y afloja que hemos explicado en el último artículo sobre el proceso de cristalización y materialización de los diferentes y posibles escenarios presentes y factibles para el conjunto macro de la humanidad en la línea 33. Así, de momento, no hay mucho más que podamos hacer pues mientras algunos seguimos/siguen desmontando cosas, energéticamente hablando, otros las siguen reconstruyendo. Como habíamos dicho, esto simplemente nos hace ganar tiempo para que, aquellos que nos asisten, coloquen y preparen otra serie de medidas para lo que pueda pasar, una vez el plano etérico empiece a colapsar según la realidad predominante en el plano mental, que sigue en los últimos procesos de la octava que termina con la creación de un único macro escenario mental común para todos, y su traspaso a un nivel más cerca de la realidad “sólida” y tangible para todos nosotros donde terminará por materializarse.
Separación etérica de las líneas temporales
Entre tanto, la buena noticia es que las realidades etéricas de las líneas temporales 33 y 42 se han empezado a separar, muy sutilmente y muy lentamente, pero esto inicia ya un proceso que, quizás durante todo este año y quizás parte del que viene, va a empezar a mostrar a un nivel mucho más “palpable” la diferencia y distancia entre ambas realidades. Ya hemos explicado en muchos artículos los procesos que se dan entre líneas, cómo se separan, que sucede cuando esto ocurre, etc., por lo tanto, ahora que estas maniobras ya están en marcha, a un ritmo casi imperceptible para nuestros sentidos pero con la sensación de que algo está cambiando si estás en la línea 42, veremos como nos vamos “alejando”, energéticamente y físicamente, de eventos, situaciones, personas y, en general, todo aquello que siga en la línea 33.
Nada que preocuparse ni nada que no hayamos vivido ya dentro de la misma línea 33 cuando uno, estando dentro de uno de los subniveles más altos de la misma, empieza a ver como deja de resonar con todo aquello, personas y eventos, que se encuentran en las sub-realidades más inferiores de esta. Ahora, aquellos en la 42, empiezan a hacer lo mismo con el resto de personas en la 33, empezando a dejar de resonar más y más, poco a poco, pero paulatinamente, con todo aquello que ya no “vibra” o “está alíneado” con los niveles frecuenciales que marcan esta línea temporal que nos lleva hacia ese cambio de “matrix” del que ya hemos hablando anteriormente también en varios artículos.
De momento, es tiempo de seguir haciendo todo el trabajo de desprogramación, limpieza y elevación de cada cuerpo sutil que hemos explicado en los últimos meses, y seguimos pendientes de lo que suceda en el plano mental y con el trabajo de protección y contención a nivel etérico y físico de los planes del sistema de control y las razas en poder del mismo para con el destino de la línea 33 de la humanidad.