Hace bastantes meses, cuando hice aquella mini-charla sobre ataques psíquicos y energéticos, a partir de las experiencias que yo he tenido todos estos años, y que podéis ver en este vídeo aquí enlazado de nuevo, no tenía en mi haber una herramienta que, ahora, si que uso de forma más consciente, debido a haber visto su utilidad en el trabajo regular con el “lado contrario”. A ver si me explico.
Señales de ayuda externa
Muchos de vosotros trabajáis constantemente con aquellos seres o entidades que llamáis vuestros guías, y muchos de vosotros tenéis pequeñas señales físicas que os indican que están con vosotros, que han intervenido en algo, que os están ayudando, etc.. Entre mis compañeros, algo bastante común para simbolizar la intervención de uno de nuestros guías en algún hecho concreto es ver o que aparezca una pluma de pájaro, y tenemos anécdotas varias relacionadas con plumas y cosas varias que nos han ido pasando a lo largo de este tiempo. Otras personas tienen o reciben otro tipo de señales y, para ellos, el ver “eso” tiene una connotación muy clara de que ha habido, está habiendo o va a haber, algún tipo de interacción con los planos superiores. En mi caso, por ejemplo, hace ya algún tiempo que, uno de aquellos con los que más contacto tengo, me decía que cada vez que viera un cierto símbolo, prestara atención, porque iba a iniciar una comunicación conmigo, así que tenía que aislarme relativamente y entrar en un estado receptivo lo suficientemente claro para poder captar algo.
Este símbolo, en mi caso, no es que sea demasiado raro, un punto y diferentes radios saliendo del centro hacia fuera, pero tampoco es algo que ves por la calle normalmente en cada momento, así y todo, aparece en mi vida de los sitios más insospechados, y siempre me sirve de aviso para la misma cosa. Gracias a este tipo de señales físicas, uno empieza a entender que es fácil, entonces, planificar cierto tipo de códigos con aquellos que te ayudan, para que te asistan también cuando no te puedes dar cuenta de que necesitas ayuda, es decir, cuando estás bajo algún tipo de manipulación o ataque psico-energético. Además, tampoco es necesario que sean códigos exclusivos con nadie externo a ti, ya que puedes conscientemente plantearte la creación de códigos para que tu subconsciente, tu Yo superior o tu propio SER traten de hacerte ver algo cuando tu mente ha sido o está siendo objeto de algún tipo de influencia negativa externa.
Manipulación emocional y/o mental
Como os contaba en la conferencia sobre ataques energéticos, dos de las formas más sencillas y más normales que el sistema bajo el que vivimos tiene de controlar a sus “pilas”, es la de la manipulación emocional y mental de las mismas (ósea, nosotros). Esto se hace, como ya sabéis, potenciando aquella parte de uno mismo, que, como ya os conté en este otro artículo, forma parte de nuestra “sombra”, de nuestro lado más negativo, el que todos tenemos y con el que todos tenemos que aprender a lidiar y trabajar. Esta potenciación de diferentes partes de si mismo se hace simplemente manipulando energéticamente nuestros cuerpos emocionales y mentales, la mayoría de las veces remotamente y, en menos ocasiones, cuando tienes algo a cuestas que lo manipula directamente.
Esta sombra, hablando de forma genérica, está compuesta tanto por las facetas de nuestra personalidad más negativas, nuestros Yo’s más tercos, vengativos, irascibles, pesimistas, tozudos, envidiosos, etc., etc., como por todas las formas emocionales y mentales que llevamos a cuestas desde nuestra tierna infancia y que reprimimos en nuestra interacción social con el mundo, ya que, de lo contrario, veríamos las consecuencias de esos comportamientos en nuestra propia vida si no lo hiciéramos, lo que va en contra de la programación inicial del ego o personalidad que tenemos.
En este contexto, cuando uno se ve atacado de la forma que sea por el sistema de control o cualquiera de sus elementos y componentes, es muy difícil darte cuenta de que estás siendo manipulado, ya que, precisamente, una parte de ti que trabaja con ciertas energías o emociones, es activada, y tu no te das cuenta de que, por ejemplo, tu yo envidioso o tu yo vengativo ha tomado las riendas y te estás comportando, pensando o simplemente generando una cantidad de energía asociadas a esos programas tremenda, que pueden servir, en el mejor de los casos solo para alimentar al viejo sistema, o en el peor, para hacerte ejecutar alguna acción contra alguien o algo.
Poniendo “avisos” en tu realidad
Y bien, si podemos tener símbolos, códigos y avisos de que nuestros guías nos están ayudando, de que el “lado bueno de la fuerza” está con nosotros, ¿porqué no poner avisos para cuando pase lo contrario, poder reaccionar y “desactivar” ese supuesto ataque o manipulación?
Lo primero que hay que comprender es que, en el momento que te das cuenta de que algo se ha puesto en marcha en tu interior, y te haces consciente de ello, automáticamente se desactiva. Sea un ataque externo, por manipulación energética, sea la potenciación de algún aspecto interno elevado a la enésima potencia para extraerte un poco más del jugo de la vida (para los que lo beben), nada más darte cuenta de que eso está sucediendo automáticamente recuperas el control de la situación. Así que, si en estos momentos, te planteas ponerte códigos de comunicación contigo mismo y con aquellos que te asisten, para que, de forma visual, se active una alarma en tu interior al verlo, te puedes ahorrar un buen cúmulo de historias y de perdida energética tonta, que no sirve a ningún propósito tuyo.
Este tipo de códigos puede ser cualquier cosa: un objeto, un símbolo, un sonido, un olor, lo que queráis. Evidentemente tienen que ser lo suficientemente “raros” como para que no lo veas cada tres segundos a tu alrededor, pues obviamente no recibes ataques de este estilo cada tres segundos, ni cada tres minutos, y la mayoría de la gente, ni siquiera cada tres meses, pero, por otro lado, tiene que ser lo suficientemente factible para que les sea posible a tus guías, subconsciente o a tu propio Yo Superior insertarlo en tu realidad cuando quieran avisarte de que algo se cuece en tu contra.
Y su funcionamiento pues es así de sencillo, hacen de alarma. Para que te pares a pensar que estás haciendo, pensando, generando o enviando hacia el mundo exterior cada vez que de repente te veas delante de ese símbolo, código u objeto determinado. Yo lo uso de esa forma, y me viene bien para saber cuando una parte de mí puede estar siendo potenciada sin yo darme cuenta, o cuando se me intenta usar para generar emociones negativas como sustento energético de otros, y cualquier otro tipo de situación relacionada con estos temas. No deja de ser una herramienta más que nos ayuda a ser conscientes de lo que sucede en nosotros mismos, y ayuda a despertar la habilidad de auto observarse más rápidamente, gracias al choque que produce ver ese código cuando no eres consciente de que algo te está sucediendo.