Tal y cómo hemos visto en la primera parte, la realidad está formada por fotogramas estáticos, ínfimos en duración, que recorremos a una velocidad inimaginable y que contienen todo lo que forma el mundo en el que vivimos.
¿Por qué decimos que “recorremos” los fotogramas de realidad? Literalmente porque así es, es decir, la realidad es un tablero estático que se va desarrollando y proyectando “viñeta a viñeta”, como un cómic casi infinito, donde ya hay una trama dibujada por nosotros mismos desde el nacimiento y a la que, continuamente, se añaden más viñetas que se superponen y rescriben toda la historia del tebeo a medida que vamos leyendo cada página.
En este aspecto, la realidad funciona igual, cada momento del tiempo es estático, y es nuestra consciencia la que salta de momento estático “ahora” a momento estático “ahora+1”, haciendo que, a nuestra percepción de las cosas, sintamos que el tiempo va pasando y los eventos se van sucediendo uno detrás de otro. Puesto que la consciencia del ser humano se encuentra en la llamada esfera de consciencia, que se ubica a un metro de la cabeza y forma parte del cuerpo mental de cada uno de nosotros, es esta, nuestra esfera de consciencia (donde se ubica toda nuestra personalidad), la que pasa de un fotograma al siguiente, conectándose a la versión de mí que existe en ese fotograma “ahora+1”, luego, pasando a la versión estática de mí que existen en el fotograma “ahora+2” y, luego, a la siguiente versión de mi estática que existe en el fotograma “ahora+3”, y así sucesivamente (con todo el contenido de las cosas que hay en mi vida en el fotograma ahora+1, luego con el mismo contenido en el fotograma “ahora+2”, etc.)
Para crear estos fotogramas estáticos de realidad, como hemos dicho, los mecanismos proyectivos de las esferas mentales usan todo el contenido de nuestro cuerpo mental y bases de datos internas, más toda la información externa y las decenas de otras fuentes que ya conocemos, y se usa un sustrato de energía mental proyectiva que divide este continuo de “espacio tiempo” mental para crear trozos pequeñitos donde imprimir el contenido que toque en cada fotograma.
Analizando un fotograma de realidad
Entonces ¿Cuánto dura un fotograma en términos temporales? ¿Qué cantidad de fotogramas de realidad caben en un segundo? (es decir ¿Cuántas viñetas del cómic de mi vida se suceden en un segundo de tiempo?) Aunque no es del todo exacto, lo más cercano que estamos de poder medir la duración de un fotograma es el llamado tiempo de Planck.
El tiempo de Planck es una unidad de tiempo extremadamente breve que surge en el ámbito de la física teórica. Está basada en constantes fundamentales de la naturaleza y se considera el intervalo de tiempo más corto posible que tiene significado físico.
El tiempo de Planck se calcula a partir de la constante de Planck (h), la constante gravitacional (G) y la velocidad de la luz en el vacío (c) y su valor aproximado es 5.39 x 10^-44 segundos. Por lo tanto, caben aproximadamente 1.85 x 10^43 «tiempos de Planck» en un segundo, lo cual es lo más aproximado que tenemos en estos momentos para saber cuánto dura cada uno de los fotogramas estáticos de nuestra realidad y, por otro lado, cuantos fotogramas estáticos componen cada segundo de tiempo en mi vida.
¿Por qué son relevantes cada uno de estos fotogramas estáticos y su duración?
Debido a la naturaleza holográfica de la realidad, el conocer la duración de cada fotograma nos ayudaría a darle sentido a las teorías inconclusas y complejas que nos permitirían entender el funcionamiento del mundo cuántico y de la realidad creada por el logos planetario sobre la cual se asienta la realidad asimoss (la que está en proceso de ser desmontada y trasladada fuera del planeta, ya casi en un 50% completamente desmontada) y la realidad humana (que está asentada sobre la realidad asimoss y a su vez en proceso de ser “reasentada” sobre la realidad planetaria, cuando REC termine de desmontar sus estructuras).
Así, esta magnitud, el tiempo de Planck (aproximadamente el tiempo de un fotograma de realidad) es significativo en el estudio de la gravedad cuántica, el campo de investigación que busca unificar la teoría general de la relatividad de Einstein (que describe la gravedad a gran escala) con la mecánica cuántica (que describe el comportamiento de las partículas subatómicas) y que quizás analizaremos desde un punto de vista metafísico en un futuro artículo, ya que, con el conocimiento actual que tenemos de estos temas, a escalas de tiempo y espacio cercanas al tiempo de Planck y a la longitud de Planck, respectivamente, teorías como la relatividad general y la mecánica cuántica no pueden describir adecuadamente el comportamiento del espacio-tiempo y la materia, de ahí que, para entender mejor el universo a estas escalas extremadamente pequeñas, nos haría falta desarrollar una teoría cuántica de la gravedad que aún se resiste a la humanidad porque ni asimoss ni el resto de razas que forman parte de REC han “dejado”, por decirlo así, que conocimiento más avanzado sobre el tema permee nuestro inconsciente colectivo y, de ahí, llegue a la psique de aquellos que pudieran desarrollar estas teorías científicas con mayor profundidad.
Manteniendo la cohesión de la realidad para que parezca un continuo sin saltos
En todo caso, si conocemos más o menos cómo se forma y cuánto dura un fotograma de realidad ¿Cómo se mantienen unidos y cohesionados entre sí para que yo pueda pasar de uno a otro? Es decir, si la realidad está formada por fotogramas estáticos, y yo solo hago que saltar de uno a otro, ¿no debería percibir una mínima discontinuidad cada vez que paso del “momento realidad actual” a “momento de realidad siguiente”?
Como en otras ocasiones hemos dicho, son las partículas del llamado sustrato astral las que cohesionan y mantienen unido todo el entramado de todo lo que existe en el universo.
El sustrato astral es un campo de energía que se encuentra permeando absolutamente todos los otros campos, niveles y estructuras de la realidad, de manera que hay partículas astrales manteniendo unidos los átomos del plano físico, así como hay partículas astrales manteniendo cohesionadas las líneas temporales en el plano mental o etérico, o hay partículas astrales ayudando a tus órganos a mantener unidas sus células.
De algún modo, el sustrato astral es el pegamento de la Creación y, para que un fotograma de realidad se mantenga unido al siguiente, y mi esfera de consciencia pueda saltar de uno a otro sin discontinuidad, se añaden partículas astrales a modo de superglue entre ellos formando un puente fluido por el cual se desplaza mi consciencia para leer cada uno de los fotogramas estáticos de realidad que forman mi vida y el mundo en el que existo.
Así, tal como en un tebeo cada viñeta está separada de la siguiente por un recuadro donde hay una fina línea que marca el final de una viñeta y el inicio de la siguiente, dentro de ese recuadro es donde se mantiene cohesionado el contenido de esa viñeta, con el dialogo de los personales y con la acción de ese fotograma. Además, todo el cómic de tu vida (tu trama sagrada, tu vida completa) está sustentada sobre un campo de partículas astrales que son el equivalente a los raíles por donde se desplaza un tren para poder moverse con suavidad desde una traviesa de la vía a la siguiente, a muchísima velocidad, permitiendo generar la percepción de una realidad continua y fluida sin altibajos, tropiezos o parones en el flujo.
Imaginaros que sensación y situación más extraña sería si nuestra esfera de consciencia tuviera que parar en un fotograma durante un par de segundos para poder saltar al siguiente. Literalmente, si eso sucediera, el mundo y la realidad se congelarían durante ese breve par de segundos, todo el mundo estaría quieto, inamovible, los coches de la calle estarían estáticos durante dos segundos, los pájaros estarían fijos en el aire, la gente de tu alrededor se habría quedado paralizada en posiciones extrañas hasta que tu pudieras saltar al siguiente fotograma de realidad y continuar con el flujo de la acción, volviendo a ver a los pájaros volando, los coches circulando y las personas gesticulando como siempre durante el tiempo que dura ese siguiente fotograma de “acción” para, luego, volver a parar cuando se termina, congelar todo, saltar al siguiente fotograma, y repetir el proceso.
Si recordáis películas donde, de repente, “se para el tiempo” y todo el mundo se queda quieto en la posición en la que está, eso es justo lo percibiríamos si nuestra esfera de consciencia no recorriera cada fotograma de realidad a una velocidad increíble y sin percepción de salto entre instantes de realidad. Pero, en todo caso, la realidad sigue siendo estática, compuesta de momentos fijos, y solo la velocidad de salto de un momento estático al siguiente es lo que nos da la ilusión del tiempo, del movimiento y de la continuidad del flujo de experiencias de vida.
Un mecanismo muy importante gestionado por jerarquías logóicas
Y es por eso que este mecanismo de paso de la esfera de consciencia de un fotograma de realidad a otro es tan importante, y está tan supervisado por el YS, también por miles de seres de una jerarquía especial que asisten a cada logos planetario a gestionar los flujos de realidad dentro de sus dominios y por miles de automatismos mentales que se aseguran de que nunca se interrumpa el movimiento de la consciencia sobre el espacio tiempo de la trama sagrada de cada ser vivo, pues, de lo contrario, veríamos cosas como la que os he puesto de ejemplo, rompiendo el continuo espaciotemporal y causando estragos en la estabilidad psíquica de la programación mental de las personas.
En nuestro sistema solar, y específicamente en nuestro planeta, la jerarquía logóica que se encarga de la gestión de la realidad se autodenomina a ellos mismos Doneth, en Irdin, un idioma común del que ya hemos hablado anteriormente, y son “asistentes” tanto del logos solar como a todos los logos de todos los planetas para mantener las estructuras de la realidad funcionando en todo momento.
Borrando fotogramas de realidad no deseados
Habiendo comprendido, espero, más o menos esta estructura y mecanismo, podemos, por lo tanto, hacer un poco de limpieza en ella, solicitando a nuestro YS que vaya borrando fotogramas de realidad que, quizás, ya no están acordes a nuestro bien mayor, o se generaron hace mucho tiempo cuando teníamos otro tipo de programación, ideas, sistema de creencias, etc., pero cuyas manifestaciones y proyecciones no se han sobrescrito, borrado o alterado, y, por lo tanto, quizás tenemos sucesos por delante, eventos o situaciones que puede que no correspondan a lo que somos ahora, a lo que emitimos ahora, o a lo que nuestra energía atrae o manifiesta ahora, pero sí que corresponde a lo que proyectábamos algún tiempo atrás, cuando nuestra configuración era algo diferente, y que, por cualquier razón, esos eventos están ahí latentes en nuestro “futuro” y listos para ser recorridos por la esfera de consciencia en algún momento. Para evitar vivir situaciones con las que ya no resonamos, no tienen especial sentido y ya no están en sintonía con la versión de nosotros que somos “ahora”, es cuestión de pedir a nuestro YS que empiece a borrar fotogramas (bloques de fotogramas) que puedan ser eliminados con total tranquilidad y naturalidad porque forman parte de una antigua versión de ti, que los proyectó en su momento, pero que ya no tienen especial sentido para la versión de ti que eres ahora.
Por lo tanto, y como hemos hecho otras veces, es cuestión de crearnos una petición a nuestro YS que podemos ir haciendo regularmente, codificándola como ya hemos explicado y teneis descrito en el glosario, sabiendo que cada petición pone en marcha una ola de energía que hará un barrido de diferentes tramos de vuestra trama sagrada y borrará aquello que ya no esté acorde a la versión de vosotros que sois ahora. La petición sería una del estilo tal que:
Solicito a mi Yo Superior y le doy permiso permanente para que borre y elimine tantos fotogramas de mi trama sagrada como sea posible para la limpieza y saneado de mi estructura de realidad, tal y como se encuentra proyectada en estos momentos. Solicito que se ajusten los mecanismos de salto y movimiento de mi esfera de consciencia para, además, evitar pasar por aquellos eventos o situaciones que ya no están acordes a mi situación energética y mental actual, pero que no se han borrado o sobrescrito con mis proyecciones nuevas, estando aun presentes en la trama de mi vida como situaciones o experiencias por las que podría llegar a pasar con mi esfera de consciencia. Solicito a mi Yo Superior que de permiso a mis guías ,a los seres que me asisten y a las jerarquías logóicas para que intervengan si es necesario para limpiar mi trama, mis proyecciones y mi estructura de realidad de aquello que ya no sea consecuente con mi nivel evolutivo actual, estructuras energéticas actuales y contenido proyectivo actual. Gracias.
Como ya podéis imaginar, es gracias a todos estos mecanismos, a la supervisión de este grupo de seres y a nuestros YS, que la realidad parece ser algo “externo”, que sucede sin más, que contiene cosas que nosotros no hemos conscientemente definido ni decidido, etc. Ya sabéis que nada está más lejos de la verdad, al menos desde un cierto punto de vista, y es por ello por lo que, conociendo poco a poco cómo funciona la realidad personal y luego la realidad común de la humanidad, y cómo ir borrando lo que ya no tiene especial sentido para nosotros, podremos, con el tiempo, ir tomando más control de esta y de su generación, actualización, alteración o reparametrización según vaya siendo necesario, apropiado o acorde a lo que cada uno de nosotros necesitamos para avanzar en nuestros procesos evolutivos.