Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

La formación de los cuerpos sutiles

Puesto que ya hemos hablado en artículos de repaso anteriores sobre qué cuerpos tenemos y con qué partes de la estructura del planeta interactúan, y la gestión que el alma hace de cada uno de ellos, creo que nos va a venir bien hacer un apunte importante para hablar de cómo se forman, pues, como ya podéis imaginar, son estructuras complejas y no salen por sí solas. Es decir, ¿Quién crea esos cuerpos que tenemos? ¿Se obtienen de algún modo antes de nacer, se autogeneran por ellos mismos o los construyen las almas o la supralma antes de encarnar en el avatar?

La respuesta es que se han de crear, cada cuerpo por separado, en cada uno de los planos a los que estos cuerpos hacen referencia, y ello se hace antes de iniciar la creación del cuerpo o avatar físico en el útero de la madre, teniendo, entonces, todos los cuerpos “básicos” preparados para cuando el avatar esté listo para nacer.

Lo primero es entender que, como cada cuerpo está formado por un tipo diferente de energía y pertenece a un plano distinto del planeta, su proceso de formación será algo distinto tambien. Esto es sencillo de entender si nos fijamos en la materia que forma nuestro cuerpo físico. ¿De qué está hecho el cuerpo sólido que usamos? De células, formadas por moléculas, formadas por átomos, formados por electrones, protones y neutrones, y estos dos últimos por partículas menores a nivel cuántico hasta llegar al nivel de las mónadas, que habíamos explicado que son las partículas más pequeñas e indivisibles en las que se puede dividir “todo”, y que forman el equivalente a los bloques de Lego que los logos usan para manifestar y crear todo lo que existe.

Así, en todo caso, los componentes del cuerpo físico son componentes del plano físico de la Tierra, o, en general, del universo, pues hay protones y partículas que nos forman que han sido parte, o pueden haberlo sido, de estrellas, de otros planos físicos de otros planetas o de cualquier elemento que pertenezca a la misma franja de energía en la que nos desenvolvemos a nivel puramente sólido, así que la energía y la materia de la Tierra, y la que ha llegado a ella desde el cosmos, en su nivel más denso es aquella, por lo tanto, que forma la materia del cuerpo que para nosotros es el envoltorio sólido que poseemos.

Por lo tanto, “polvo somos y al polvo volvemos”, que dice el refrán, y que nos viene a indicar que los átomos que hoy forman mi bazo o mis pulmones y que en otro momento han sido parte de componentes orgánicos de plantas o cualquier otro elemento del planeta, también volverán a ser usados para crear otros elementos físicos cuando abandonemos este avatar y se desintegre en la tierra a la que pertenecemos y volveremos.

De la misma manera, si mi cuerpo físico está hecho con materia del plano físico, mi cuerpo etérico estará hecho con materia del plano etérico, como así ocurre.

Las partículas de energía que forman el entramado etérico de la Tierra son las que se usan para diseñar y construir el envoltorio etérico de toda forma de vida, no solo la humana, sino la mineral, vegetal y animal de nuestro planeta. Así, y en este caso este es el primer cuerpo que se forma, en cuanto el cuerpo etérico está listo, ya se imbuye en el útero de la madre y, así, desde la primera célula, el avatar del futuro bebé ya está rodeado y protegido por este cuerpo y, a través del mismo, monitorizado por la supralma y el YS.

¿Y la materia del cuerpo emocional? Pues la materia del cuerpo emocional viene también en parte del plano etérico y un poco del sustrato astral, que, recordemos, es el campo de energía que une y amalgama todo el resto de los planos de la Tierra y del resto del universo. Y, de igual forma, pues la materia para construir el cuerpo mental viene del plano mental, y la materia para la creación del cuerpo causal viene del plano causal. Para cada estructura que poseemos, los elementos que lo forman provienen del plano respectivo del planeta con el que hacen conexión y a los que pertenecen.

Recibiendo ayuda especializada para la creación de cada cuerpo

Bien, si ya sabemos de dónde viene la materia prima que compone cada cuerpo, luego ¿Cómo se forman? ¿Quién lo hace? No lo hace el alma, como podríamos responder intuitivamente, ya que no tenemos la capacidad ni conocimiento a nivel de “ingeniería energética”, vamos a decirlo así, para poder crear nosotros mismos los cuerpos sutiles que necesitamos. En realidad, si que lo podría hacer la supralma y también el YS, pero el mecanismo y proceso se ha “delegado” y se ha puesto en manos de otros seres. En tono de humor, es como si nuestro YS colaborara con una subcontrata para que hiciera un trabajo para el que ya están híper especializados y que están disponibles para ello por “orden” del logos planetario.

¿Y quién nos ayuda? Pues son grupos que forman parte de las fuerzas de la naturaleza y de las jerarquías logóicas que viven y existen en esos planos, que tienen la función de crear y asistir a la vida consciente en el plano físico, esto es, a los cuatro reinos de la naturaleza que conocemos, a crear las estructuras energéticas que necesitan.

De esta manera, recibimos ayuda, el alma recibe ayuda, de seres del plano etérico y del sustrato astral especializados en crear “moldes etéricos” y emocionales para los cuerpos del ser humano, la flora, la fauna y el reino mineral, e igualmente recibimos ayuda de grupos de seres del plano mental y causal para la construcción de estos dos cuerpos siguiendo las reglas, moldes y plantillas que existen ya prediseñadas para el ser humano desde que se dio por “finalizado” el último modelo de ”homo” que asimoss diseñaron y ya dieron por “valido” como la versión final de nuestro avatar.

Así, el trabajo de estos seres es automático, está coordinado por la supralma y el YS, y se inicia en el momento en el que estos indican su intención de “entrar” en el plano físico con múltiples encarnaciones. Como, además, cada cuerpo tiene un molde estándar pero luego tiene una programación, unas características algo diferentes y una programación algo distinta, es el YS y la supralma los que entregan a cada uno de estos grupos las especificaciones finales de cada cuerpo causal, mental, emocional, etérico y físico-energético que necesitan cuando están planificando sus vidas y encarnaciones.

Y, como todas estas vidas se suceden a la vez, de forma simultánea, aunque estén en diferentes épocas históricas que nosotros percibimos como pasadas, todos los cuerpos sutiles que la supralma ha requerido para todas las encarnaciones se han formado también simultáneamente y todas las almas locales han entrado y los han insertado cada una en su avatar escogido, cada una en su época histórica escogida, en el momento en el que el YS recibió permiso y se recibió la oportunidad para ello por parte del logos planetario, una vez ya existía una trama espaciotemporal “larga” para la humanidad de muchos milenios que se inició con la creación del lhumanu por parte de asimoss y se pudo empezar a proyectar vidas simultáneas sobre el planeta desde aquella época hasta la actual. Básicamente como analogía, es como imaginar la palma de la mano con todos los dedos recogidos en el puño, y, en un momento determinado, el YS da el visto bueno y todos los dedos se abren a la vez, cada uno siendo una vida, y cada uno entrando en un momento histórico de la humanidad diferente, insertando todos los cuerpos causales, mentales, emocionales, etéricos y físicos simultáneamente en ellas e iniciando todas las vidas “a la vez”.

Entonces, ¿Si esto es así? ¿Por qué decimos que algunos “defectos” físicos que tenemos son producto de cosas que nos están pasando en otras vidas y que se reflejan en esta como efectos de situaciones que estamos viviendo en otros momentos?

La respuesta es que, aunque todas las vidas se lanzan simultáneamente, en realidad unas pocas de ellas se pueden adelantar algo o retrasar algo, y adaptarse a la situación del conjunto para equilibrar la supralma. Es decir, imagina que, con tu mano cerrada, la abres y todos tus dedos se activan para que cada uno inicie su vida, pero te dejas el pulgar recogido un poco más, y no lo pones en marcha todavía, ves como va todo en las encarnaciones que tienes activas, y cuando todo mas o menos ya anda bien, lanzas el pulgar como una vida más, pero ajustas su estructura de vida, y de cuerpos sutiles, a como te sea conveniente para compensar cosas que en otras vidas necesiten ser compensadas.

Así, desde el punto de vista lineal del tiempo, la vida representada por el dedo pulgar está manifestando energías, o situaciones, que provienen de la vida del dedo meñique, pero solo porque la supralma se espero un poco para ver como iba todo, y decidió que, de las 700 y pico vidas que todos tenemos, entre vidas paralelas y simultaneas, iba a dejar una decena en espera un poco mas y lanzarlas un poco mas tarde para que sirvieran para equilibrar el resto.

Subdivisiones de los cuerpos sutiles

Entonces, como quizás me habéis visto explicar en varios artículos, es necesario conocer que los cuerpos que hemos explicado presentan a su vez subdivisiones y subcapas, de forma que, por eso, muchas veces os he mencionado que tal cosa se encuentra en el cuerpo 2.5 (el quinto subnivel del cuerpo etérico), o en la capa 3 del cuerpo mental o en el nivel 1.8 del cuerpo físico, etc.

Y es que cada uno de nuestros cuerpos tiene una estructura realmente completa y compleja a nivel interior, pero que podemos resumir como sigue:

El cuerpo físico, el que podemos “tocar” con nuestras manos y sentidos, está compuesto por 7 capas, siendo la capa 0 (es decir, la anterior a la primera) la “sólida”, la química, la orgánica, la que todo el mundo llamaría “cuerpo físico”.

Luego, la capa 1.1 del cuerpo físico ya es un revestimiento energético de la capa “física”, así como la 1.2, 1.3, la 1.4… hasta la capa 1.7. De esta manera, el cuerpo “sólido” tiene una capa “sólida” y 7 capas físico-energéticas que lo recubren y dotan de diferentes protecciones, funciones y medios de llevar a cabo lo que nuestro organismo necesita para funcionar, pero que también son sólidas, y tangibles en cierto sentido, aunque no sean perceptibles al tacto o la visión con la misma “densidad” que cuando toco mi piel o me paso la mano por la cabeza para acariciar el pelo. En estas capas, existe todo un sistema de canales y meridianos a nivel físico-energético, existen chakras en estas capas, existen mecanismos de control de las esferas mentales sobre estos elementos, existen enlaces de comunicación con el resto de las capas y cuerpos, etc.

El cuerpo etérico, a continuación, tiene la misma composición, 7 capas, cada una de ellas de un nivel de vibración superior de manera que, la capa 2.1 (si le asignamos el número 2 al cuerpo etérico, la primera capa seria la 2.1, aquí no hay 2.0) es la más “densa” del cuerpo etérico y la capa 2.7 la menos densa del mismo. Aquí se ubican, en las diferentes capas y a diferentes niveles de vibración, por ejemplo, el sistema de canales y meridianos, los chakras, los tantiens, etc. El conjunto de todas esas capas es el cuerpo etérico. Como analogía, es como si cogéis un trozo de queso y lo cortáis en siete lonchas, pues las siete lonchas en conjunto son el cuerpo etérico, pero cada loncha es una capa del mismo en la que hay elementos diferentes, funciones diferentes y mecanismos de gestión del cuerpo diferentes.

El cuerpo emocional, en siguiente lugar, no tiene capas, es un continuo “nebuloso” de energía amorfa donde las emociones se perciben como “nubes” de colores, acorde a la vibración de las formas emocionales presentes en el mismo. Energías más densas y “oscuras” corresponden a emociones más negativas, bajas y compactas, y viceversa.

El cuerpo mental, a continuación, tiene 4 subcapas: la capa consciente, la capa subconsciente, la capa inconsciente y la capa supraconsciente. Son tremendamente complejas, y en el primer nivel de los cursos de la EMEDT las trabajamos a fondo para sanarlas, pues una parte importante de la programación de nuestra psique se encuentra en ellas.

El cuerpo causal, finalmente, tiene la misma estructura que el cuerpo mental, cuatro subcapas, pero a diferentes niveles de vibración.

Luego, el resto de los cuerpos superiores: emocional superior, intelectual superior, espiritual superior y el cuerpo solar tienen otra estructura parecida pero que, al no estar desarrollada en casi ningún ser humano, no vamos a profundizar en ellos de momento.

Con ello, pues espero ya se entienda y conozcamos mejor un poquito el funcionamiento energético de nuestro avatar y podremos, así, en otros artículos, entrar en detalle a explicar qué hay en esas capas intermedias o cómo funcionan algunos de los elementos que hay en el interior de estas.

 

Profundiza en este tema y amplia tu conocimiento sobre los diferentes aspectos “del mundo que no vemos”