En los últimos meses muchos lectores se han unido al blog y muchos empezáis casi desde cero a leer los artículos y publicaciones antiguas. A medida que voy viendo el tipo de preguntas que me van llegando, creo que vale la pena hacer algunos artículos de repaso sobre algunos conceptos que nos ayudan a sentar las bases teóricas de todo lo que ya hemos ido explicando. Así que creo que iré intercalando, durante algunas semanas quizás, artículos con más contenido avanzado con algún que otro como este de hoy de “repaso”, que espero que os sirva a todos también.
Así que, volvamos un poco a explicar la estructura base del ser humano y, a partir de ahí, ya iremos construyendo con detalles y dando más material avanzado luego.
Una compleja estructura evolutiva
Desde la creación de nuestra especie por asimoss, el compendio que forma aquello que llamamos “ser humano” es la suma de muchas capas, cuerpos y elementos que permiten al alma, a la supralma y al YS poder interactuar con el plano físico del planeta y con el resto de los planos y niveles de este. Esta es principalmente la razón por la cual el ser “multidimensional” que somos posee tantas capas y cuerpos, ya que hemos de “existir”, por decirlo de alguna manera, en múltiples niveles y planos de la «Creación».
Es posible que a muchos nos parecería más sencillo tener un solo vehículo físico para el alma, y que todo fuera más fácil, sin tantas capas ni componentes intermedios, y que sería menos complejo si existiera algún tipo de técnica o método para que directamente el alma pudiera dirigir el vehículo orgánico que usamos para cada vida sin tantas complicaciones.
En general, esto es lo normal en niveles superiores de existencia, donde la estructura energética que el cuerpo equivalente al alma en otras razas o especies posee es mucho más sencilla, consistiendo solo en unos pocos revestimientos energéticos acorde al lugar de encarnación de ese tipo de vida, pero, para la Tierra, y en concreto para la raza humana, así como para otras muchas en lugares similares al nuestro, por la densidad y vibración del sistema donde estamos encarnando, el avatar que hemos de usar no permite una estructura tan simple. Ahora veremos porqué.
En el artículo sobre la introducción al Irdin os comentaba que nuestro planeta se encuentra en una de las bandas frecuenciales más densas de todo el entramado energético de la galaxia, que está formada por siete macro planos, que se dividen a su vez en siete subplanos y a su vez en otros 7 sub-sub-niveles. Esto genera y permite la existencia de unas 343 bandas frecuenciales, grosso modo, donde la vida puede “existir” a lo largo y ancho de la Vía Láctea (y de forma parecida en el resto de las galaxias del universo). Ya hemos visto las razones de que la Tierra tenga su plano sólido en la franja más densa de todas ellos cuando hemos explicado la mecánica de paso de nivel evolutivo de todos los sistemas planetarios que la Tierra ha estado sosteniendo.
Pero, la “vida”, como el conjunto de seres conscientes que habitan por doquier en las diferentes esferas planetarias no está o existe solo en uno de esos subniveles o franjas energéticas, sino que la mayoría de los avatares de la mayoría de razas y especies compaginan y materializan su existencia en varios de ellos a la vez.
Esto se hace para poder diversificar la cantidad de experiencias posibles y para poder dotar a esa raza, ser o especie de múltiples vivencias a múltiples niveles, de manera que, lo que se percibe a nivel físico por los sentidos del cuerpo, sea comprendido por los programas de la mente de forma analítica y lógica, sean entendidos a nivel espiritual y de conceptos, y sean vivenciados a nivel emocional para darles más intensidad, colorido o información. Claro que, para que esto ocurra, significa que esa forma de vida ha de tener la capacidad de interactuar con el plano físico, a través de su cuerpo físico, con el plano mental a través de su cuerpo mental, con el plano etérico mediante el cuerpo etérico, con el etérico también a través del cuerpo emocional, con el plano causal o superiores a través de sus componentes “espirituales”, etc. De no ser así, la vida sería una experiencia muy “seca”, muy “tosca”, muy “plana”, en el sentido de que nos perderíamos los múltiples aspectos que una sola vivencia puede otorgarnos cuando es vivida en todos los planos del planeta donde esa experiencia tiene lugar.
Así, y por esta razón, todos los seres de todos los rincones del universo tienen una estructura de varios cuerpos sutiles que les permiten interactuar con la estructura del planeta donde están encarnando a todos los niveles del mismo, y, a medida que vas subiendo de nivel evolutivo y avanzando por los “cursos” de la Creación (las diferentes franjas de energía que corresponden a diferentes niveles evolutivos donde diferentes razas asientan sus inconscientes colectivos), tu estructura se vuelve cada vez más refinada, menos capas y cuerpos son necesarios, menos densos y en mayor vibración se tornan y puedes, entonces, seguir avanzando simplemente siendo el ser que eres (YS + espíritu + supralma + alma), con únicamente uno o dos recubrimientos que te facilitan la gestión energética y la interacción con el entorno donde tengas o hayas decidido vivir tus experiencias.
Volviendo pues al ser humano, debido a la complejidad del sistema de vida en nuestro planeta, se hizo necesario dotarnos de una estructura de múltiples cuerpos sutiles, de los que ya conocéis muchos de vosotros los nombres y funcionalidad que tienen y tenéis explicados en otros artículos del blog (haré artículos de repaso de todos ellos poco a poco también) y que listamos para refrescar.
Así, todos nosotros poseemos, como mínimo y por defecto los siguientes cuerpos:
Y luego, algunas personas, muy pocas en todo el conjunto de la vida humana en el planeta, tienen desarrollado alguno de los cuerpos siguientes:
- Emocional superior
- Intelectual superior
- Espiritual superior
- Cuerpo solar
Y como “coordinadores” de todo tenemos:
- El alma
- La supralma
- El espíritu
- El supra-espíritu
- El Yo Superior
La razón, de nuevo, por la cual los últimos cuatro cuerpos superiores no están presentes en prácticamente ningún ser humano es que no hemos llegado aún, la mayoría, al nivel evolutivo en el que se inicia su cristalización, materialización y creación, de manera que no son cuerpos o estructuras que vienen de serie en todos nosotros, como los cinco primeros, sino que son componentes que solo aparecen en el sistema energético de una persona cuando esta llega al nivel de consciencia y desarrollo donde estos cuerpos son necesarios. En todo caso, esta estructura es nuestra por defecto, el ser humano está “hecho así”, y el desarrollo de toda la humanidad, en lo que nos queda de estar en este nivel evolutivo y en el futuro nivel evolutivo que se dará en la nT nos llevará a completarla y manifestarla por completo.
En este diagrama tenéis dibujado un esquema de los componentes principales que hemos ido explicando estos años y sobre los cuales vamos a seguir profundizando continuamente y, con ello, seguimos aprendiendo cada vez más detalladamente cómo funciona toda nuestra estructura física, energética, mental, álmica, etc., etc.