Todos hemos leído «El Secreto», hemos visto la película y hemos leído montones de libros y artículos (unos cuantos en este blog) sobre como crear la realidad que queremos. Ya no discutimos que lo que nos dicen esos libros y artículos sea cierto, nuestra realidad exterior depende EXCLUSIVAMENTE de nuestra realidad interior (pensamientos y emociones), y solo cambiándonos «por dentro», podemos cambiar «lo de fuera». Pero, qué fácil es que te lo digan y qué difícil es que lo hagamos, ¿verdad? Pues sí, y básicamente son cuatro los factores que nos lo impiden, todos más o menos relacionados entre sí.
Vagancia-Pereza
¿Me estás diciendo que tengo que ponerme cada día 15 minutos a visualizar (imaginar) la vida que quiero, los cambios que deseo y aquello que me gustaría atraer hacia mi? Demasiado tiempo. ¿Quién tiene ganas de ponerse cada mañana 15 minutos sentado en el sofá, relajado, a imaginar la vida que desea?. El primer día lo haces, el segundo también, a los tres días ya te da un palo que pasas olímpicamente de la visualización.
Prisa por conseguir las cosas
Llevas cinco días visualizando tu vida perfecta y lo máximo que has conseguido es que te cambien la maceta de al lado en tu mesa de trabajo, pero diablos, ¿dónde está ese ascenso? ¿dónde está la casa de mís sueños, mi alma gemela y el coche nuevo? Las cosas tardan en venir, sobre todo en una realidad tan «densa» como esta en la que vivimos, en la cual todo tiene que pasar por varios procesos «físicos» hasta que puede llegar a nosotros. Pero yo, si para el sábado no tengo lo que quiero, me aburro, y se acabó la visualización diaria. ¡No puedo esperar para siempre!
No tener las ideas claras
Vamos a ver, mmm…¿qué cambios me gustaría hacer en mi vida? ¿Quiero un mejor puesto? ¡Si! bingo, vamos a visualizarlo, pero espera…no, mejor me quedo como estoy y visualizo más tiempo para mi y menos responsabilidades, eso, más abundancia económica, y así tendré más libertad. Venga, entramos en visualización. Espera, en el fondo lo que yo quiero es cambiar de empresa, donde estoy no me siento bien, y total, para lo que pagan… No, vamos a visualizar un cambio total de carrera… ya, bueno, el amor es lo que importa, ¿no? ¿Qué más da donde trabaje? :-)….
Poca constancia
Esta semana me pongo seguro todos los días. Pero la semana que viene como estoy de vacaciones, bueno, ya lo haré a la vuelta. Y si no, total, igual haciéndolo el fin de semana un ratito ya me sirve, ¿no? Creo que el Universo me escuchará, y si medito y visualizo mi vida ideal una vez al mes ya se dará por enterado, ¿no? Si es que no tengo ganas, se está mejor viendo la tele y no pensando en todas estas cosas, a mi que me lo den todo hecho, que bastante trabajo tengo ya en el curro!. Fue bonito mientras duró.
Así son las cosas
Básicamente así somos la mayoría de nosotros. Espero que hayáis captado la ironía pues esto está basado en una historia real (la mía durante bastante tiempo) y la de muchas personas que van por la vida con el libro de El Secreto hasta en la sopa pero luego, a la hora de la verdad, les es (nos es) más cómodo que la realidad creada por el inconsciente colectivo sea la realidad que vivimos cada uno. Es un trabajo puro de crecimiento personal, hay que trabajar esa pereza, esa inconstancia y esas prisas no solo para manifestar eficazmente lo que deseas, sino para en general, aprender a controlarnos a nosotros mismos en nuestro día a día y a desarrollar otras cualidades tan importantes como la serenidad, la paciencia o la constancia. Pero claro, si no se puede no se puede, ¿no?. Fue bonito mientras duró.