Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Principales causas del malestar energético, anímico, psíquico, en los tiempos que corren

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No cuesta mucho darse cuenta de que, con el paso de los meses, y desde hace varios años, cada vez más personas se sienten “peor”, más inestables, más inseguros, más descentrados, o todo lo contrario, cada vez más personas se sienten “mejor”, más crecidos, más energéticos, más “despertados”. Varias son las causas de que estos comportamientos se empiecen a notar de forma cada vez más palpable entre nosotros, diferentes elementos que están causando un cambio de conciencia y frecuencia de vibración en todos los que habitamos este barco llamado Tierra en estos momentos.

Entrada del Sistema Solar en una zona de diferente vibración

El primero de esos elementos es que el planeta en el que encarnamos, circulando junto con el resto del sistema solar a lo largo de la galaxia, se ha movido y ha penetrado, ya hace algunos años, en una zona de la Vía Láctea, que en nuestras coordenadas espacio-temporales, nos era completamente desconocida, que es básicamente el movimiento del planeta tan “anunciado” por la llamada “nueva era” en un continuo espacio-temporal con otro tipo de vibración (pero no relacionados con ninguna fecha o profecía, los eventos cósmicos no están ligados a calendarios humanos, son progresivos y paulatinos). Es decir, ahora no estamos hablando de ningún cambio en los que habitamos en la Tierra, sino que simplemente el sistema solar se ha movido a una zona diferente del espacio con otras características energéticas que aquella de dónde provenimos (siendo la velocidad de desplazamiento del Sistema Solar a lo largo de la Vía Láctea de varios miles de km por segundo, en estos momentos estamos muy lejos del punto del espacio donde estábamos cuando empezaste a leer este artículo).

En esta zona de la galaxia por la que estamos transitando, el entorno frecuencial es mucho más elevado, está compuesto por una energía de mayor vibración, y el planeta está recibiendo influencias por todos lados de energías mucho más “altas” que las que lleva a cuestas. Por eso decimos que en la Tierra está “naciendo” o anclando la nueva «realidad». Ya estamos rodeados de ese influjo, pero aun no lo percibimos por los remanentes 3D tan potentes y tan “negativos” que el planeta arrastra.

Así, este nuevo ciclo evolutivo para la Tierra ya ha empezado, y se irá consolidando en un proceso lento pero seguro e irreversible, y no hay nada que nadie pueda hacer para ello, a no ser que puedas detener el avance del Sistema Solar en su recorrido galáctico. Lo que sucede, obviamente, es que cada ser, cada uno de nosotros, dentro de este planeta, responde de forma inconsciente a esta ingente cantidad de energía que se cuela por los “huecos” de la corteza energética exterior del planeta, y que será el futuro hogar de todos aquellos que vayan a “graduarse” hacia un futuro nivel evolutivo “positivo”.

Intensificación de las polaridades

El segundo factor causante de la incomodidad y el malestar o bienestar de cada uno de nosotros es la intensificación de las polaridades, debido a la “inminente” (en términos relativos) separación de ambos caminos evolutivos. Para que las energías del planeta se estabilicen en este periodo de transición entre niveles, un periodo de intensa convivencia y choque energético entre ambas vibraciones está manifestándose a nivel físico desde hace años, de forma que ofrezca a aquellos listos para «graduarse», la oportunidad de escoger polaridad de cara a su próximo «curso evolutivo».

No tiene que ser ninguna sorpresa que exista una aceleración tan grande de eventos «positivos» y «despertares» de la gente, como de eventos negativos a su máxima potencia, pues ambas polaridades deben hacerse palpables para aquellos que desean completar el trabajo necesario para acogerse, vibracionalmente hablando, a uno de los dos caminos disponibles para el paso a la nueva «matrix», a la nueva realidad, que en el planeta ya está completamente construida a nivel mental y etérico.

Y es que tienen tanto derecho (hablando desde un punto de vista «cósmico») aquellos que desean graduarse hacia un «curso» negativo como aquellos que desean hacerlo hacia un «curso» positivo, estos últimos se quedaran en el planeta cuando la integración de la nueva realidad se complete, los primeros se irán a completar el proceso que les quede a otra parte, y es por ello que han de manifestarse las ocasiones para que enérgicamente hablando, cada bando pueda finalizar su polarización.

Así, para muchos, esta intensificación de energías ha supuesto un empuje para su despertar, o para su crecimiento personal, mientras que para otros ha supuesto una carga de confusión, incomodidad, malestar, etc., pues al no ser conscientes de este tipo de efecto, excepto quizás a nivel inconsciente (pues es algo que probablemente solo se pueda notar o medir a nivel sub-atómico en las alteraciones eléctricas de las células del cuerpo), tiene un efecto aleatorio y distinto en cada persona, que te eleva o que te cansa, que te refuerza o que te machaca, siendo imposible de predecir como va a reaccionar alguien cuando no está usando conscientemente este catalizador energético o detonante que se le echa encima para completar su ciclo evolutivo y engancharse a una polaridad u otra. En este caso, y puesto que energéticamente las nuevas vibraciones nos afectan tanto a nivel de cuerpo físico, emocional, mental, como espiritual, los efectos pueden darse de mil maneras diferentes sin ningún patrón pre-determinado, aunque la confusión y el sentirte perdidos es una respuesta bastante común a esta influencia cuando aun llevamos a rastras una gran carga de baja vibración de todo tipo.

La manipulación del inconsciente colectivo

El tercer factor de malestar sigue siendo el de siempre, la manipulación del inconsciente colectivo por parte de aquellos en el poder con los medios para ello. Proyectos como el HAARP y otras tecnologías desarrolladas a partir del trabajo de Nicola Tesla, han puesto en manos del grupo de personajes que nos gobierna desde hace siglos la forma de manipular el inconsciente colectivo de la raza humana. En un rango frecuencial de aproximadamente los 8Hz, se nos “ataca” constantemente con un cierto patrón energético para debilitarnos y hacernos más dóciles y más controlables, más ansiosos, inseguros, paranoicos y preocupados. Lo que probablemente este grupo de control no percibe (o igual si, no se), es que el planeta reacciona también a este tipo de manipulación de uno de los campos mórficos (el humano) que existen en él. La “reacción” de Kumar (el alma o consciencia planetaria) ha sido devolver el “eco” de esta manipulación a la fuente de la misma, por lo que vemos que aquellos países que han intentado subyugar al mundo (particularmente Estados Unidos y sus aliados) son aquellos que más sufren el efecto energético de la manipulación mental de la sociedad (por partida doble, porque toda la sociedad occidental está completamente dirigida) y son los que también incurren en la paradoja de ser las sociedades que más demandan la libertad y la desconexión de la matrix, por sufrir el mismo efecto del eco pero en la polaridad contraria al control mental al que son sometidos.

Que será será…

En los años que nos esperan estos factores parece que irán in crescendo, y serán cada vez más y más notables, especialmente a medida que el planeta se libere de la coraza energética negativa y permita el anclaje de energías positivas que nos rodean ya por todos lados. No es un “parto” agradable para el planeta, pero es algo por lo que toda “madre” pasa y luego no es más que un recuerdo feliz de un proceso que va a durar muchos miles de años, el tiempo que estemos envueltos en energías de alta frecuencia en nuestro ciclo por los confines de la galaxia y el universo.

 

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