El tema del último artículo publicado hace unos días sobre simbolismo arquetípico da mucho de si, y, aunque sea complejo, hay mucha información interesante al respecto, que quizás nos va a venir bien conocer, para que vayamos nivelando el tablero de juego del conocimiento en el que estamos participando. Vamos a poner algún otro ejemplo de este simbolismo, que vemos en nuestras vidas cotidianas, pero del que no llegamos a interpretar su significado de forma consciente, ni su influencia en nuestra psique.
El suelo cuadriculado
Un símbolo que está presente y es usado en muchos niveles del sistema bajo el que vivimos, como concepto arquetípico aplicado a nivel físico, para manifestar ciertas energías en nuestro plano, y modificar nuestro comportamiento inconscientemente con ellas, es el típico mosaico cuadriculado en blanco y negro, como el de la imagen que veis aquí.
Este suelo cuadriculado, blanco y negro, existe en templos y construcciones de todo tipo ya desde la época del antiguo Egipto, y representa el principio de dualidad, el principio de los opuestos. En diferentes niveles de conocimiento esotérico, se le asigna diferentes interpretaciones, siendo esta la más básica, y la que se explica en la mayoría de libros sobre simbología que podemos encontrar publicados. Si echáis un vistazo por la web, veréis que muchos lugares lo tienen, en suelos, techos, paredes, etc., estando presente en edificios, templos, lugares de reunión, y por el estilo.
Muchos niveles de interpretación
Pero todo tiene muchos niveles de connotación arquetípica, tantos como sub-planos del plano mental apliquen a esa figura, pues, como sabéis, el plano que llamamos “mental”, es el plano no-físico de las ideas, la conciencia, los arquetipos y conceptos, desde la llamada región”concreta” (las primeras sub-divisiones del mismo), hasta la llamada región “abstracta” o causal (las últimas), algo que explicamos en detalle hace algún tiempo en esta otra conferencia. En cada uno de estos niveles frecuenciales, un mismo arquetipo toma diferentes funciones, de forma que la energía que codifica es distinta e influencia a niveles profundidades. Un cuadrado, por ejemplo, imbuye un tipo de concepto diferente si pertenece a una región del plano mental que si pertenece a otra, y así queda registrado en diferentes niveles de nuestra psique, de forma que, para cada símbolo que podamos encontrar en el plano físico en el que nos encontramos, habrá tantas interpretaciones como niveles de representación tenga ese símbolo en los planos de los que codifica el arquetipo. Además todo símbolo puede ser usado de forma “positiva” o “negativa”, ya que representa solo conceptos. El que diferentes personas, culturas, religiones o instituciones hayan usado símbolos para manipular y controlar, como veremos luego, no significa que el símbolo no se pueda usar de forma contraria para lo opuesto. Espero hayáis comprendido el concepto, y el porqué, a una sola figura, se la puede explicar de tantas formas y asociar a tantas cosas.
La conciencia base y básica
Así, el suelo cuadriculado, como primera interpretación, representa la dualidad, el bien y el mal, los opuestos en la Creación, simbolizados por cuadrados blancos y negros. En otro nivel, que es el que nos interesa hoy, este suelo cuadriculado representa otra cosa: una conciencia base, inicial, basta, ruda, de un ser humano sin “evolucionar”. Representa también ignorancia, control, inmoralidad y, en su más radical implementación, esclavitud.
Así, si préstamos atención a nuestro día a día, vemos que este arquetipo de conciencia “sin evolucionar”, base, mínima, aparece en nuestras vidas en sitios que uno, si supiera lo que significa y como está actuando, no lo pondría nunca, como sería en nuestra cabeza. Su energía codificada, básicamente, intenta (no tiene porqué conseguirlo en todo el mundo, y afortunadamente no lo hace), mantener aquello que engloba, en ese nivel de conciencia. Es decir, produce efectos a niveles inconscientes y subconscientes de bloquear el desarrollo de la mente, consciencia, y, en consecuencia, de la persona, cuando esta es enchufada al egregor abstracto del mismo, sin que la mente consciente lo detecte y sepa lo que significa. Es fácil intuir que toda conciencia mantenida en un estado “mínimo” y base, sin expandir, es más fácil de dirigir, es maleable, es más controlable, y sobre todo, acepta mejor ordenes sin cuestionarlas demasiado.
Si aun no habéis caído donde habéis visto este símbolo andando por la calle, ahora os lo comento. Y es que este último nivel de simbología arquetípica lo vemos representado y aplicado especialmente en un grupo y profesión concreta, prácticamente a nivel mundial, que, ni siquiera los mismos afectados, son posiblemente conscientes de ello:
Ya lo veis. Directo a la cabeza de aquellos que lo usan en su uniforme.
El teserácto o hípercubo
Si nos adentramos en otros niveles del plano mental buscando arquetipos que encontramos en el plano físico, tenemos otra figura que es usada en nuestros días de forma muy precisa, matemática y física, para expresar el concepto de las dimensiones, y que es llamado el teserácto.
En geometría, un teserácto es una figura formada por dos cubos tridimensionales desplazados en un cuarto eje dimensional (considerando al primero longitud, el segundo altura y el tercero profundidad). En un espacio tetradimensional, el teserácto es un cubo de cuatro dimensiones espaciales. Se compone de 8 celdas cúbicas, 24 caras cuadradas, 32 aristas y 16 vértices. Realmente es una figura estupenda para ayudarnos a comprender el funcionamiento de los planos dimensionales, pero, como todo, en otros niveles significa otras cosas.
Así, tal y como es usado subvertida y negativamente, el hípercubo, como también se le llama, representa el “encerramiento” de la conciencia, dominación, control total, aprisionamiento. Si buscáis una animación en movimiento de un hípercubo, veréis que siempre el cubo interior se mueve hacia dentro y hacia fuera, pero está siempre “atado” y bloqueado por la conexión con el cubo de orden superior. Tampoco es ninguna casualidad, que este símbolo se use de forma inconsciente como símbolo de control y manipulación de “algo superior” respecto a algo “inferior o interior”. La prisión de lo interior, siendo esto último la conciencia y el ser, cuando se aplica sobre un humano. Aplicado a la situación del planeta, representa el control de la raza humana desde una dimensión superior.
Cuando queremos simbolizar este hípercubo en dos dimensiones, para dibujarlo en un papel, o plasmarlo en un símbolo, la figura que nos sale es un octágono, como lo que veis en las imágenes siguientes:
Así, si aplicamos ahora el octágono, que es el hípercubo en 2d, y que representa, en su representación negativa, el control total, la sumisión, la dominación, etc., nos encontramos, de nuevo, con cosas como esto en la cabeza de las personas. Una gorra de forma octogonal y con un emblema también octogonal en la frente.
Evidentemente el porqué este símbolo tiene que ir en la cabeza es que tiene que “apuntar a la psique” con su simbolismo arquetípico, y con la energía que imbuye en la misma, proveniente del plano donde este símbolo es usado de esta forma, representación del “control” y “aprisionamiento” de aquello que envuelve. Si recorremos un poco la web volvemos a encontrar el hípercubo en forma de octágono en muchos emblemas del mismo grupo profesional que veíamos antes:
Aunque podría interpretarse que el hecho de que lo lleven en la cabeza, da entender que son ellos los que están en control, en realidad, representa lo contrario, el símbolo usado de esta forma no indica que esta profesión sea la que está en control de algo, al contrario, simboliza que ellos son los controlados, para que puedan obedecer, y ser más “maleables” para la función que realizan, para aquellos que dirigen los niveles más altos de nuestra sociedad, sin que estos profesionales sean conscientes de ello. El hípercubo aplicado a la conciencia, tapando su sexto chacra, encapsulándoles. Cuando a eso le sumas el suelo cuadriculado, como tienen muchos uniformes, llevarlo encima tiene los efectos inconscientes en la psique, sin que la mente consciente se de cuenta, que ya os podéis imaginar.
Pero sigue habiendo más, claro. El suelo cuadriculado puede aparecer en cualquier lado, y siempre tiene el mismo efecto, si lo ponemos en el cuarto chacra, por ejemplo, ya podéis intuir que es lo que va a tratar de bloquear: las energías de la compasión, amor, y empatía.
De nuevo, no tiene porqué tener el mismo efecto en todas las personas, conozco personas en esta profesión que son todo lo contrario y que su nivel de conciencia y evolutivo está por encima de las energías que esta simbología genera. Pero si, esto es pura simbología con un cierto código energético imbuido que afecta al sistema energético, emocional, mental, de la persona que lo lleva, a nivel subconsciente. El dicho popular que dice que cuando te pones el uniforme te transformas, tiene una base, como ya habéis visto, muy real, y, cada día, afortunadamente, un poco menos oculta.