¿Cuántas veces hemos oído eso de que “cada cual vive en su mundo”? Si el refranero popular supiera lo cierto que es esta frase, más de uno se pondría a reescribirla. Y es que cada uno, más que en su “mundo”, vive en su “nivel de realidad”.
Infinitos niveles de realidad
En esta tercera dimensión en la que existimos, coexisten infinitos niveles de planos de diferente frecuencia vibratoria. Si, todos compartimos la realidad común que a nivel global representa la realidad 3D, pero cada uno de nosotros estamos sintonizados con uno de esos sub-niveles o planos de forma más concreta. En todo nivel, los planos más “bajos” son aquellos que resuenan con frecuencias más lentas, y aquellos más “altos” son aquellos cuya frecuencia base es mayor. Los niveles de realidad más elevados son resultado de energías (emociones y pensamientos manifestados) más positivos, los niveles de realidad más bajos son resultado de energías (emociones y pensamientos manifestados) más negativos (basados en el miedo como frecuencia base).
Percepción de los diferentes niveles de realidad
Todos y cada uno de nosotros percibimos un rango de niveles de realidad bastante amplio, a pesar de que, según la frecuencia genérica que emitamos estemos enganchados principalmente a unos de esos niveles. Esa realidad que resuena mayormente con nosotros es el plano que percibimos de forma primaria, y en el cual manifestamos nuestro “mundo” y nuestra realidad exterior.
Además de esa realidad primaria, percibimos las realidades que más se aproximan a nuestro nivel frecuencial, y también participamos de ellas, aunque menos, es decir, se manifiestan en nuestra realidad aquellos sucesos, eventos, emociones, personas, situaciones, etc., que aunque no forman parte de nuestra vida de forma primaria, son cosas que pasan alrededor nuestro y que pueden llegar a afectarnos en pequeña medida.
Esto sucede tanto con niveles mayores como con niveles menores. Es decir, podemos percibir niveles de realidad en los que suceden cosas “algo mejores” (basadas en frecuencias de resonancia más altas, en emociones o pensamientos más positivos, en energías “mejores”) como niveles de realidad “algo peores” (basados en lo contrario). Por ejemplo, podemos vivir en un barrio conflictivo, y notar alrededor nuestro que suceden cosas: problemas, robos, peleas, discusiones, etc. Pero a nosotros no nos pasa nunca nada, pues no estamos vibrando y sintonizando ese nivel de realidad, aunque si que lo percibimos.
Podemos también tener un trabajo estupendo o vivir en un sitio precioso, y sin embargo no llegamos a percibir o manifestar en nuestra realidad el 100% de lo que ese sitio ofrece, pues parece que está “algo fuera de nuestro alcance”, y es que son cosas que “vibran” a un nivel ligeramente superior.
Niveles fuera de nuestro alcance
Cuanto más nos alejamos en la escala de niveles de nuestra realidad primaria, menos manifestamos los efectos de esa realidad en nuestro mundo, a pesar de que podamos percibir aún parte de ellos. Podemos vivir en ese barrio conflictivo, y saber por estadísticas y las noticias que es el barrio con mayores problemas de tu ciudad, y tu, jamás de los jamáses haber visto, oído ni sufrido nada. En otro nivel de realidad todo eso existe, pero no se manifiesta en tu mundo porque tu nivel frecuencial está lejos del nivel frecuencial del entorno. Idem en el polo opuesto, es decir, hacia niveles de realidad más altos (y el porque entonces estás viviendo en ese sitio es tema para otra entrada).
Niveles de realidad “impuestos”
Una de las formas de “mantener” a la gente “bajo control”, es tener a todo el mundo en un nivel de realidad mantenido por ejemplo, por un inconsciente colectivo manipulado en el cual la realidad común manifestada sea la deseada por los “controladores”. Los medios de comunicación por ejemplo, son los responsables de la creación de un nivel de realidad bastante “bajo” a nivel frecuencial, en el cual están enganchadas muchas personas como realidad primaria. Otras personas vibran en niveles un poco más altos y no se ven afectadas directamente, mientras que otras no notan nunca efecto alguno de la realidad que se desea manifestar ya que se encuentran lejos (a nivel de vibración) de ese plano de sucesos que nos cuentan cada día.
Subir tu nivel de realidad
Incrementar el plano que sintonizas como tu “mundo” requiere procesar y aligerar carga emocional y mental. Requiere limpiarnos energéticamente y profundamente de forma que soltemos lastre y podamos sintonizar otro tipo de frecuencias. Se trata de un trabajo de auto-limpieza, de eliminar nuestros miedos, que actúan como un ancla hacia niveles inferiores por la vibración que llevan. Se trata de encontrar formas y técnicas de desprendernos de emociones y pensamientos “bajos” y anclarnos, sea como sea, a emociones y pensamientos altos. El mecanismo de todo esto es parte de la Ley de la Atracción, y el como engancharnos a una energía más alta o más baja es todo cuestión de trabajo interno. Así que ya sabes, si quieres realmente vivir en un nivel de realidad positivo, engánchate a el, y a pesar de que percibas y existan (no van a desaparecer aunque tu no los veas) otros muchos niveles peores, no te tienen porque afectar en absoluto.