Los que habéis venido ya a las conferencias que ando dando estos meses sabéis que, al final, en la última parte, os cuento mis peripecias con las sesiones de terapia regresiva, como están sirviendo para descubrir información de quienes somos, y como me están permitiendo hacer que, gracias a mis amigos y compañeros que me ayudan entrando en regresión y permitiéndome que investigue con ellos, haya logrado conectar con partes muy profundas de su “ser” y con lo que llamamos sus guías.
Ayer, en otra de las “sesiones de trabajo”, y con una terapeuta, amiga y compañera, tuve una pequeña sorpresa, porque, cuando estaba “hablando” con su “ser” (con el ser/espíritu) que somos cuando no estamos encarnados, uno de sus guías, o uno de los seres que la asisten a ella normalmente, pero con quien yo nunca había conectado en las regresiones anteriores, se presentó y tuvimos una conversación “en tiempo real” buenísima sobre el tema de la mente humana, y la parte que llamó “la mente del predador”, que curiosamente hace referencia a uno de los libros de Carlos Castaneda, donde Don Juan le explica que:
—Tenemos un predador que vino desde las profundidades del cosmos y tomó control sobre nuestras vidas. Los seres humanos son sus prisioneros. El predador es nuestro amo y señor. Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestras protestas. Si queremos actuar independientemente, nos ordena que no lo hagamos.
—Pero ¿por qué este predador ha tomado posesión de la manera que usted describe, don Juan? —pregunté—. Debe de haber una explicación lógica.
—Hay una explicación —replicó don Juan—, y es la explicación más simple del mundo. Tomaron posesión porque para ellos somos comida, y nos exprimen sin compasión porque somos su sustento. Así como nosotros criamos gallinas en gallineros, así también ellos nos crían en humaneros. Por lo tanto, siempre tienen comida a su alcance. Quiero apelar a tu mente analítica —dijo don Juan—. Piensa un momento y dime cómo explicarías la contradicción entre la inteligencia del hombre ingeniero y la estupidez de sus sistema de creencias o la estupidez de su comportamiento contradictorio. Los chamanes creen que los predadores nos han dado nuestros sistema de creencias, nuestras ideas acerca del bien y el mal, nuestras costumbres sociales. Ellos son los que establecieron nuestras esperanzas y expectativas, nuestros sueños de triunfo y fracaso. Nos otorgaron la codicia, la mezquindad y la cobardía. Es el predador el que nos hace complacientes, rutinarios y egomaniáticos.
—Pero ¿de qué manera pueden hacer esto, don Juan? —pregunté, en cierto modo más enojado aún por sus afirmaciones—. ¿Susurran todo esto en nuestros oídos mientras dormimos?
—No, no lo hacen de esa manera, ¡eso es una idiotez! —dijo don Juan, sonriendo—. Son infinitamente más eficaces y organizados que eso. Para mantenernos obedientes y dóciles y débiles, los predadores se involucraron en una maniobra estupenda (estupenda, por supuesto, desde el punto de vista de un estratega). Una maniobra horrible desde el punto de vista de quien la sufre. ¡Nos dieron su mente! ¿Me escuchas? Los predadores nos dieron su mente, que se vuelve nuestra mente. La mente del predador es barroca, contradictoria, mórbida, llena de míedo a ser descubierta en cualquier momento. La única alternativa que le queda a la humanidad —continuó— es la disciplina. La disciplina es el único repelente. Pero con disciplina no me refiero a arduas rutinas. No me refiero a levantarse cada mañana a las cinco y media y a darse baños de agua helada hasta ponerse azul. Los chamanes entienden por disciplina la capacidad de enfrentar con serenidad circunstancias que no están incluidas en nuestras expectativas. Para ellos, la disciplina es un arte: el arte de enfrentarse al infinito sin vacilar, no porque sean fuertes y duros, sino porque están llenos de asombro.
¿Qué es la mente del predador?
Aunque este término suene para algunos muy poético o muy de novela, lo que llamamos la “mente del predador” no es otra cosa que un componente energético, de nuestro cuerpo mental, ubicado en la esfera mental preconsciente, generado o creado en los albores de la creación genética de la actual raza humana, de donde todos venimos. Además, tiene su contrapartida a nivel global en forma de “malla psíquica” (no tengo otro término para describirlo) que ha rodeado y rodea el planeta desde entonces, formando parte de la famosa “matrix” en la que todos vivimos a través de la manipulación de nuestro inconsciente colectivo. Hasta donde tengo conocimiento, esta malla (de la que también os explico que hace en la conferencia) está parcialmente reducida y debilitada, gracias al influjo energético que estamos recibiendo desde fuera, gracias al aumento de vibración del planeta y gracias a que cada vez más gente se desconecta de este sistema de control y deja de alimentarla, pero no está del todo eliminada o destruida. Yo la suelo representar así a falta de mejor imagen:
Y el estado actual, tal y como se me ha explicado, así:
Esta influencia energética externa, y el hecho de que poseemos componentes mentales hechos a imagen y semejanza de las razas que nos crearon, es lo que nos genera parte del comportamiento “humano” que damos por “normal”, en el sentido de que nuestra psique incorpora, como decía Don Juan, una percepción del mundo que incluye el miedo, la desconfianza, el juicio de unos sobre otros y sobre todo la desconexión parcial y total con la otra “mente”, o, más bien, con la otra parte del ser que somos, nuestra esencia, la porción de la creación eterna que es realmente lo que nos define como seres humanos. La “mente del predador” pertenece al sistema mental del cuerpo físico y orgánico que usamos, actúa sobre el alma a nivel del cuerpo mental, mientras que la “mente del creador” pertenece al espíritu, a las capas y cuerpos más altos de nuestro ser y sistema energético.
El hecho de conectar con nuestro ser/esencia/yo superior/espíritu nos desconecta de la mente barroca y dubitativa que todos poseemos, y por ende nos desconecta de esta Matrix y este sistema de control. Por el contrario, nos conecta a los planos superiores de existencia, nos conecta a la parte más alta de nuestro ser, y nos abre las puertas a la “creación”, permitiéndonos salir de esta “jaula” energética y psíquica bajo la que el ser humano vive, y ha vivido, desde hace milenios.
Separándonos de la parte mental opresora
Así, hablando de todo esto fue cuando este guía nos dio su punto de vista al respecto:
David: … y, el proceso evolutivo que estamos viviendo, incrementándose la frecuencia de vibración, y la conciencia del ser humano, ¿se va a ver acelerado por estas limpiezas energéticas que se están dando por todo el planeta? [aquí me refiero a la cantidad de movimientos naturales que se están dando por todos lados]
Guía: esa es la idea. Son ondas que reverberan. Siempre la energía son ondas que os afectan.
D: Que no se trata solo de limpiar las bolsas de energía acumuladas y estancadas en el planeta, sino provocar que el ser humano haga lo mismo…
G: El objetivo es que todo se equilibre mucho más rápido. Aunque no os vais a dar cuenta… bueno, si, muchas personas se dan cuenta, porque su sistema energético cambia, y produce trastornos en la personalidad.
D: ¿Qué tipo de cambios podemos esperar en nosotros, en el ser humano “normal”?
G: sobre todo en vuestra psique. A nivel de percepción. Cuando hablo de la psique, me refiero a que podréis despegaros de la parte, voy a usar este termino que conoces, la parte “mental opresora”. Poder separaros de ella. Aunque muchas personas se sentirán mucho más confundidas todavía, por el cambio de nivel vibratorio. Ya se están sintiendo confundidas.
D: Y este cambio vibracional es lo que se está dando de forma paulatina, muy poco a poco
G: Si, ya se ha estado dando desde hace muchísimos años
D: ¿Qué puede ayudar a que se incremente este proceso?
G: Eso ya lo sabéis. Dejad de actuar a través de vuestro sistema de poder y trasladaros a vuestro sistema energético situado en vuestro pecho, en vuestro chakra del corazón [se refiere a desconectar de las energías “3D”, asociadas al tercer chakra, relacionadas con el poder, el control, la voluntad de unos sobre otros, que rigen nuestra sociedad, y actuar con las energías del cuarto chakra: el amor, la compasión, la cooperación, el servicio a otros]. Simplemente es eso, abandonar el sistema de poder y trasladaros al sistema de cooperación.
D: Básicamente desconectar de la realidad actual y conectar a una realidad más alta.
G: Si, es lo mismo que lo que hablas sobre el cambio de densidad. Se trata de conectar con ese otro plano vibracional, cada uno. Tenéis trabajo por delante, aun tenéis trabajo por delante, aunque cada vez hay más personas que se separan del sistema de control. Aun hay muchas personas que aun necesitan, usaré una palabra que es conocida para ti, más “catalizadores” [yo uso este término como el detonante de los cambios internos que nos llevan a crecer y a avanzar]. O, por decírtelo de otra forma, más “palos”, aun necesitan algunos para despertar….
D: (risas). Si, entiendo (risas)
G: Les cuesta desengancharse de este sistema, son dependientes.
D: El problema, o una de las cosas que suceden, es que como no se perciben muchos cambios a nivel físico, en el interior de nuestra “matrix”, la gente no se termina de creer que estamos en un cambio evolutivo, porque todo el mundo sigue viendo la misma estructura física, y eso es lo que cuesta para muchas personas, que no notan los cambios energéticos que se están produciendo, de vibración que hay.
G: Comprendo. Porque tenéis tanto miedo. Sois una raza muy “miedica” (risas). Tenéis mucho miedo por todo.
D: ¿Debido a la mente predadora? ¿O por nuestra naturaleza?
G: Podríamos decir que vuestra naturaleza es inocente… y la mente predadora os hace dependientes de ella
D: ¿Cuando se creó o nació la raza humana actual, ya se instauró esta forma de ver las cosas?
G: Si, porque tenéis la mente de vuestros creadores, sus estructuras mentales. Por eso os cuesta desengancharos de este sistema.
D: Porque tenemos el miedo que tienen o tenían ellos
G: Si, ellos son, [por su evolución y polaridad] los que trajeron el miedo, no vosotros realmente. Vosotros sois una raza inocente, no me refiero a infantil o tontos, sino inocente.
D: Nos dejamos llevar mucho, cedemos nuestro poder, nos dejamos guiar…. Y fuimos hechos así porque nos necesitaban, estas razas…
G: Igual que vosotros necesitáis a los animales y como los usáis
D: Como es arriba, es abajo…
G: Exactamente. No hay diferencia, no son ellos más “malos” que vosotros.
D: Si, hace ya tiempo que me di cuenta de eso… forma parte de la evolución de todo.
G: Si, pero es que ahora ya sois vosotros mismos quienes tenéis que tomar las riendas, no culpéis tanto a los que hayan venido de fuera, porque vosotros al tener su mente, actuáis como actuaron ellos.
D: Que ya no se trata tanto de la influencia externa que recibimos…
G: No, ahora se trata de separaros de esta mente que os controla
D: ¿Y cual es la mejor forma para hacer eso?
G: En el silencio. Con el silencio interno. Acallando la mente, conectando con vuestro ser, si, esto ya lo sabéis, pero os cuesta tener voluntad y llevarlo a la práctica.
D: ya…
G: os dejáis llevar por la vorágine diaria de vuestro mundo, de vuestras reglas. Os cuesta desconectaros.
D: pues si… y no te lo ponen fácil, no quieren que desconectemos.
G: No, claro. Pero ahí tenéis vuestro catalizador…
Y luego la conversación siguió por otros temas. A mi personalmente estas pequeñas lecciones que recibo cada vez que tengo este tipo de sesiones con mis compañeros me dejan sin habla, me remueven cosas, me hacen sacar a la luz de mí conciencia aquello que ya se pero que luego vuelve a taparse por la “vorágine” del día a día, como decía este guía. Y proporcionan, como no, otro impresionante catalizador para ponerme las pilas, aun más, y seguir trabajando en mi propio proceso de crecimiento personal, vibratorio y de cambio de nivel evolutivo.