Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

La conexión de los números con todas las estructuras del universo

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Puesto que los números son representaciones de campos energéticos conscientes, tal y como hemos dicho en el artículo anterior, y son necesarios para crear y amalgamar, construir y formar todo lo demás, existen conexiones de esos campos de energía numérica con cualquier entramado que forme cualquier estructura, dimensión o plano, y, por esta razón, se pueden usar los significados de los números para definir y explicar también las cualidades de aquello que están ayudando a construir, pues analizando la proporción de elementos (representada por los campos de energía numéricos usados para construir ese “algo”) podemos obtener las cualidades que imbuye el resultado final y comprender, y desmenuzar, una parte de la energía y estructura de aquello que ha sido construido en base a la mezcla de ciertas energías en cierta proporción cada una.

Pero, si los números o los campos de energía numéricos solo muestran la proporción de cada elemento dentro del resultado final, ¿por qué analizando los números comprendemos o podemos obtener información del elemento final si no está hecho de números sino de otras energías combinadas con ayuda de números?

Es decir, si hago un pastel, lo que define el pastel no es que haya puesto 300gr de harina y 2 huevos, el pastel no está definido por el número 300 ni por el número 2, sino que está definido por las cualidades de la harina y las cualidades de los huevos, con lo que no tiene sentido que yo, analizando matemáticamente y numéricamente el pastel, pueda saber nada de cómo sabe, que textura tiene, cuál es su densidad o cremosidad, etc.

Sin embargo, no es del todo correcto, porque para formar la harina también se han tenido que combinar ciertos elementos en el trigo en una cierta proporción, de manera que la energía de los números está mezclada de forma muy precisa dentro del componente harina, así como del componente azúcar, así como del componente huevo, o del componente chocolate. De esta manera, todo, absolutamente todo, puede ser analizado en base a la proporción de las energías numéricas que lo componen, porque los números poseen unas cualidades universales “primarias” que, al mezclarse, dan como resultado unas cualidades universales secundarias, que al mezclarse entre sí, dan unas cualidades y características de orden superior, etc.

Por este motivo, todo en el universo puede reducirse a números y todo puede ser estudiado a través de los números, y todo puede ser analizado según las propiedades de los números, y su mezcla, combinación y proporción nos puede explicar con mucha precisión cómo es el elemento final resultante de la combinación de todos sus ingredientes, que son el resultado de la combinación de elementos más primarios en una cierta proporción, que son combinación de elementos aún más primarios también en una cierta proporción, y, así, hasta el “origen” de todo.

Puesto que los números se encuentran en la base de todo, están conectados con todo. No solo porque los usemos para medir la posición de algo (por ejemplo, el plano físico del planeta es el plano “1”, el plano etérico es el plano “2”, etc.), sino porque, además, las cualidades de los campos de energía del “1” son necesarias para crear los planos “físicos” de cada planeta o de cada cuerpo, así como las cualidades del campo de energía del “2” son necesarias para crear las estructuras etéricas de cada planeta, sistema solar, del sistema energético del ser humano o el equivalente en cualquier otra raza.

Todos los planos, dimensiones, estructuras, niveles frecuenciales, etc., están conectados a los números, están en su base, y sus cualidades dependen de esos campos de energía numéricos. La energía del “dos”, por ejemplo, no está tan presente en el plano mental porque es la energía del número tres la que se necesita para crear las estructuras mentales y conscientes de todos los sistemas planetarios, así como de la psique de todos los seres humanos.

Esto no quiere decir que no haya nada asociado al 1, al 2 o al 8 en el plano mental, todo lo contrario, todos los números están en todos lados, pero la base primaria sobre la que se forma el plano físico, por ejemplo, es la energía del “uno” y la base primaria del plano mental es la energía del “tres” y luego están todas las otras energías de todos los otros campos numéricos en determinada proporción dentro de cada plano, sistema y componente, cada una en la cantidad exacta para que ese componente haga lo que está diseñado para hacer y funcione como está diseñado para funcionar.

Al no haber nada que no esté formado por campos de energía numéricos, como hemos dicho, ninguna estructura de ningún rincón del universo tiene “falta” de ninguna cantidad, y todos los números están presentes en todos lados, simplemente en diferente proporción y con diferentes combinaciones. De aquí salen también los conocimientos matemáticos, más avanzados o menos, que algunas razas o seres tienen respecto a otros. Es decir, la raza humana posee solo un conocimiento matemático muy básico, sabemos combinar números para calcular fórmulas que demuestran teorías sobre cómo creemos que funciona el universo, las leyes de la física, del espacio y del tiempo, etc., pero existen tantísimos otros niveles de uso de este conocimiento matemático al que aún no hemos accedido, que nuestro uso de los números para entender al ser humano, al planeta, a la estructura del sistema solar y del cosmos es aún muy rudimentario y basado solo en aquello que hemos llegado a comprender y plasmar en los pocos milenios que llevamos como civilización.

Quizás con el tiempo podremos descubrir mucho mejor el poder de los números y su utilidad, su uso y combinación para poder entender el cosmos y sus leyes y nos ayude a buscar y darle sentido a la “existencia” como tal, a la que, literalmente, podemos ponerle números a todo para entenderla y desmenuzarla en sus componentes más primarios y descubramos así los aspectos energéticos que forman todo lo que nosotros damos por sentado en nuestra realidad y aquello que la compone.

 

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