¿Te has preguntado alguna vez si la gente que tienes alrededor, en tu familia o en tu núcleo íntimo, son personas que ya conocías de «antes»? En muchos casos es así. Y además, de «mucho antes». Probablemente desde vuestro «nacimiento» como almas. Y también, probablemente, habéis estado encarnando juntos representando varios papeles intercambiados a lo largo de vuestros miles de año de evolución en las miles de vidas vividas hasta la fecha.
Una magnífica puesta en escena
Cada una de nuestras vidas es como una obra de teatro o un videojuego altamente sofisticado, y los personajes, en cada representación de una obra, son los mismos, aunque cambiando sus roles. Esto es básicamente una forma de explicar lo que son los grupos de almas primarios: un pequeño número de seres, almas, que se encarnan juntos vida tras vida adoptando diferentes papeles para evolucionar juntas.
Los grupos de almas primarios no suelen ser demasiado grandes, quizás entre 4 y 6 almas, quizás más en algunos casos, aunque su creación y la asignación de un alma a un grupo en su nacimiento sigue siendo algo desconocido para mi en estos momentos. Estas almas se asignan según su nivel de evolución, y, si por los motivos que sea, un alma ha pasado por muchas vidas en las cuales ha evolucionado y avanzado mucho más que el resto de las almas de su grupo, es posible que no tarde mucho en abandonarlo y juntarse con otro grupo más avanzado para encarnar en las siguientes vidas junto a unos nuevos actores.
El núcleo cercano
Las almas de nuestro grupo primario suelen siempre tomar papeles extremadamente importantes y cercanos a nosotros, y la elección de estos papeles y roles, así como la influencia de cada una de ellas en nuestra vida, y nosotros en la de ellas, está acordado hasta un cierto punto. Así, en un grupo, por ejemplo, de cinco componentes, pueden alternarse entre ellas los papeles de cónyuges, hijos, hermanos o amigos del alma. A veces, tíos u otros parientes pertenecen a grupos secundarios, dependiendo del tipo de vida que uno decida escoger, y si es importante pasar tiempo y experiencias con ellos o no lo es tanto.
Compañeros primarios (=¿nuestra «media naranja»?)
Por lo general, también existen las almas que se consideran compañeros primarios, y que siempre están juntas en todas las encarnaciones en diferentes papeles, pero todos muy importantes, o bien como nuestra pareja o bien como nuestros hijos. Estos compañeros espirituales primarios son los que tienen más impacto en nosotros y nuestro Yo Superior y nuestros guías se las apañan para que, una vez encarnados, nos terminemos encontrando, viviendo y colaborando juntos. Básicamente estas dos almas que deciden trabajar juntas encarnación tras encarnación lo hacen porque se complementan bien y porque saben que una a la otra pueden enseñar y provocar ese crecimiento que necesitamos. Este trabajo se complementa con la influencia que tiene el resto de almas de nuestro grupo primario, pero es normal que a nivel de almas, estemos trabajando mayoritariamente con un compañero/a principal en casi todos los casos alternando papeles que nos permitan pasar «la vida juntos.
Encontrar a ese compañero primario
El encuentro con tu compañero primario es un evento muy importante de la vida y es por eso que nuestros guías y nuestro Yo Superior se esfuerzan al máximo para generar las sincronicidades que nos permitan topar uno con otro, aunque les cueste sudor y trabajo cuando no nos da la gana hacer caso de esas «pistas» que nos mandan. Pero no hay que preocuparse o pasarse la vida buscando a «nuestra media naranja», porque está acordado de antemano que cuando las circunstancias personales de ambos sean las correctas, las «casualidades» para que ese encuentro se produzca empezarán a tener lugar. Es cuestión de escuchar a nuestra intuición y dejarse llevar por la vida, que allá arriba saben muy bien hacia donde tiene que soplar el viento si nosotros ponemos la vela en la posición correcta.