Hace algunos días, en el blog Focus Sessions, que sigo y leo de vez en cuando, le hacían una pregunta a su autora preguntando por una anomalía magnética que se encuentra sobre Brasil, y que se ha denominado “South Atlantic Anomaly” o la anomalía del Atlántico Sur. Básicamente es una región donde los cinturones de radiación de Van Allen se encuentran a unos cientos de kilómetros de la superficie terrestre y, como resultado, en esa zona, la intensidad de radiación es más alta que en otras regiones. Así, según parece, la AAS (Anomalía del Atlántico Sur) es producida por una «depresión» en el campo magnético de la Tierra en ese lugar, ocasionada por el hecho de que el centro del campo magnético de la Tierra está desviado de su centro geográfico unos 450 km.
Por su lado, Lynn, la autora del blog, a la pregunta, daba esta respuesta (que traduzco):
“Es muy interesante. Percibo esto generándose en el océano, en la costa de Brasil. Hay una tremenda presión en la zona, algo serio quiere erupcionar ahí, pero…. hay una especie de energía protectora, casi “angelical”, como si una mano gigante estuviera trabajando para contenerla. Veo que cuando la “nueva Tierra” esté completa, y la gente tenga un nuevo sitio donde “ir”, a esta energía o lo que sea se le permitirá seguir su curso natural….[] Oigo que esta nueva Tierra la vamos a ver en nuestra vida actual, y eventualmente la gente empezará a moverse a esa nueva línea temporal que nos lleva a ella, y otros ya directamente empezarán a nacer en esa otra línea. Entonces, las líneas temporales de la vieja Tierra y de la nueva Tierra se separaran por completo…”
Sea lo que sea que causa la AAS, lo que me llamó la atención fue la mención a las líneas temporales usando la nomenclatura de la “vieja” y la “nueva” Tierra, ya que así es como yo también suelo definirlas, y me hizo recordar aquellos dos artículos sobre una historia de barcos de hace ya más de dos años donde explicábamos lo que significaba esto de que hubiera dos líneas temporales, y que una de ellas fuera la que nos lleva a esa “nueva Tierra”. Aquí los tenéis para recordar y comprender el resto del artículo:
Por otro lado, hace un par de días, mi amigo y compañero Manuel González publicaba en su página algo también sincronísticamente muy alineado con lo mismo. Decía Manuel:
Hace un rato, mientras meditaba, le preguntaba a mi guía sobre las líneas temporales más favorables para lo que sería vivenciar en esta encarnación, como Manuel, el mundo físico de la quinta dimensión o la cuarta densidad. Mi guía me comentaba que en este momento, yo, no estaba alineado con la línea más favorable, y que en el futuro no experimentaría lo que sería vivir en ese nuevo mundo como Manuel.
Al principio caí desolado, pues el hecho de estar alineado con este nuevo mundo da mucho sentido a lo que siento, pero fue curiosa la explicación que me dio, pues me ilustraba que el planeta, el que conocemos a día de hoy está sometido constantemente a una lucha entre poderes. Era como vislumbrar el mundo metido en una nube oscura, donde constantemente estamos adormecidos por las emisiones externas a muchos niveles:alimentación, el aire que respiramos, la información que nos llega por los medios de comunicación, ondas programadas…
Le preguntaba a mi guía si era posible encaminarse a la línea más favorable, la que nos llevaría a vivir un mundo totalmente nuevo. Y como otras veces me comentaba que para hacerlo hay que cultivar la fuerza de voluntad para alinearse con la frecuencia vibratoria del corazón. La importancia de vibrar constantemente, para ser una canal que irradie las energías tan altas que llevan, desde hace mucho, viniendo a este planeta.
La situación de las dos líneas temporales
Desde que escribí aquella historia de los barcos no ha cambiado mucho la cosa, las dos líneas temporales se mantienen firmes, la línea de la vieja Tierra es la que se denomina la línea #33, y pertenece a la línea actual en la que estamos la mayoría de la raza humana, es una línea “negativa” y densa, por eso también decíamos anteriormente que:
Por otro lado, si lo que uno percibe es el número 33 constantemente, en estos momentos del cambio evolutivo en el que estamos, esta cifra ha tomado un significado ligeramente distinto a lo que hubiera tenido hasta ahora, pues la línea temporal 33 es la línea temporal “negativa”, la de la “vieja Tierra”, mientras que la línea temporal 42 es la línea temporal del salto evolutivo, del cambio de consciencia. Es complicado explicar como se numeran estas líneas temporales y no tiene mayor importancia, pero así como el 911 tomó un significado de “peligro” o “aviso” tras el 11-S por el impacto que tuvo en el inconsciente colectivo, y muchas personas empezaron a ver 911’s cada vez que se iban a encontrar en una situación complicada, la repetición del “33” ahora por ese mismo motivo puede representar algo que no está alineado con el cambio evolutivo que estamos viviendo.
Por otro lado, la línea temporal de la “nueva Tierra” es denominada la línea #42 y es la línea temporal que nos lleva al cambio de nivel evolutivo, de consciencia, de realidad, de matrix, de paradigma, de cómo cada uno quiera llamar al salto evolutivo en el que estamos metidos. Ambas líneas siguen corriendo en paralelo. Si en su momento las presentábamos como dos barcos con varias pasarelas uniéndolos entre ellos, ahora más bien las percibo (es muy real y vivido para mi, si “medito” sobre ellas, si sintonizo las energías sobre las que corren las líneas) como dos trenes a toda velocidad, y el hecho de saltar de línea es exactamente igual al hecho de saltar desde un vagón de un tren en marcha en la línea 33, a un vagón del tren en marcha de la 42. Como decía el blog Focus Sessions, las dos líneas siguen codo con codo su camino y recorrido, con la diferencia de que la línea 42, la positiva, aun no está 100% afianzada, ni cristalizada ni estable en las múltiples capas y realidades que la componen. Esto causa, al menos desde mí percepción, cuando trato, y sigo tratando, de moverme regularmente a ella, la sensación de vaivenes y “saltos”, que te expulsan de esa línea a la mínima que vuelves a resonar con cualquier cosa que sucede en la 33 y que te atrae como un imán.
Esa energía tan mal entendida: el amor
Esto es así, porque, como escribía Manuel, la frecuencia de anclaje permanente a la línea 42 es una frecuencia basada en la energía del amor, pero claro, amor, ¡ah que palabra!, amor aquí no es una energía emocional, este amor no es un sentimiento, de ahí que la palabra amor sea tan complicada de usar. Amor es la energía de la luz pura, la energía cuántica de la Creación, amor es como la electricidad, es una corriente de una energía altísima y frecuencia mayor, que corresponde a una onda, a una vibración que en el ser humano tiene la oportunidad de poderse canalizar a través del cuarto chakra y a través del corazón. El amor emocional de apegos, de romances, de posesiones, de te quiero pero solo si… etc., no es esa energía, es amor humano, vamos a llamarlo así, pero no es la energía de la que estamos hablando y que necesitamos.
La cuestión es que, a pesar del lastre que llevamos todos, si que podemos dar el salto a esa línea 42. Es un ejercicio de elevar frecuencia por ese cuarto chakra, de sintonizar, “percibir” y a través de la voluntad, anclarse energéticamente a ella. Pero aquí lo difícil es mantenerse en el vagón del tren 42, ya que, por resonancia, y porque la masa critica del inconsciente colectivo aun nos mantiene a la mayoría en la #33, vivir permanentemente en la línea de la nueva Tierra exige un trabajo continuo, arduo y difícil. Los portales entre líneas, las pasarelas de salto, son múltiples, y más fáciles de coger de vuelta que de ida. Es tremendamente complicado mantener 24h al día una frecuencia altísima de resonancia que te mantenga conectado como si tuvieras botas imantadas a un tren de alta vibración, donde la pronoia es la norma, y que va a toda velocidad, siguiendo en paralelo al tren actual de la mayoría de la humanidad esperando nuevos pasajeros. Lamentablemente, una simple noticia en el telediario, una simple manipulación mediática, una simple discusión o cambio emocional, puede hacernos caer de vuelta a la línea “de la vieja Tierra”.
La nueva Humanidad
El hecho de que estemos hablando tanto sobre alcanzar la masa crítica (hemos hablado mucho de ello en las conferencias de Humanidad y Salto Evolutivo) es para poner en marcha un cambio frecuencial que permita a una gran mayoría de personas saltar de línea temporal e invertir la situación, para que esto no sea tan complicado. En la línea “negativa”, si en algún momento conseguimos afianzarnos de ella, dejaremos atrás solo a aquellos que, en los niveles de poder de este planeta, no se moverán nunca de sus posiciones, pero tampoco nos importa mucho, pues es el libre albedrío de aquellos que ostentan el control del sistema bajo el que vivimos seguir con el juego de poder y dominación para su propio beneficio y satisfacción, y el de las razas a las que responden, pero no el destino de la nueva Humanidad que estamos y queremos construir. Y por eso el esfuerzo está destinado a conseguir que la mayoría de personas dejen de identificarse con la vieja Tierra, empiecen a resonar con frecuencias más elevadas y alineadas con la nueva, y puedan dar el salto de tren que, en algún momento, tendrá que separar sus vías y tomar la dirección que le corresponde. No sabemos cuando será eso (¿años? ¿lustros? ¿décadas?), hay otras fuerzas en juego a nivel planetario y macro cósmico luchando entre si en una batalla sin parangón por el control de todo este juego, pero, desde dentro, lo que si que está claro es que cada uno tiene la opción de sentarse en el vagón que desee, haciendo ese cambio al ritmo que cada uno tenga que llevar y sabiendo lo que hay en juego.