En una entrada anterior en la que hablaba sobre el camino evolutivo de nuestro planeta y como dentro de algún tiempo (sin determinar) Gaia/Kumar (diferentes nombres para la consciencia planetaria) iba a completar su proceso evolutivo en la Tierra, dejé de comentar una cosa, que este camino evolutivo está marcado por lo que podría ser el Yo Superior de Kumar, que no es otra cosa que la conciencia o ser que encarna en el SOL.
Normalmente podríamos considerar todos los sistema solares como siendo una representación de las encarnaciones del espíritu principal, usando planetas como «cuerpos físicos» para sus experiencias. El Sol, o cualquier estrella con un sistema de planetas, es la conciencia principal que «da vida» a ese sistema, en nuestro caso, el sistema solar, mientras que sus «proyecciones» son las conciencias que dan vida a cada uno de los planetas que lo componen.
Cuando el espíritu de la Tierra complete su ciclo, dejará el planeta y avanzará a una nueva encarnación en otro nivel, quizás en otro planeta físico. Será el designio de la «conciencia» del SOL lo que indique como y cuando, y donde, esto ocurrirá, y si lo consideráis, es completamente lógico. Es el mismo proceso por el que pasamos todos nosotros, diferentes vidas en diferentes cuerpos, escogidas y seleccionadas por nuestro Yo Superior, que cuando completan su período de aprendizaje, simplemente se «acaban», volviendo luego a encarnar en otro cuerpo.
A una escala extremadamente más vasta, el proceso es el mismo. La conciencia de cada planeta está regida por un período evolutivo puede durar trillones de años, pero cuando se acaba, simplemente esa conciencia deja el planeta y se encarna de nuevo en otro sitio, según los designios evolutivos de su Yo Superior. Así, nuestra estrella principal, evoluciona acumulando las experiencias que le son transmitidas por sus encarnaciones, en otro tipo de camino completamente distinto del nuestro y sin punto de comparación, pero me atrevo a decir que al igual que nosotros, una vez Kumar se gradúe de todas las experiencias en todas las jerarquías en las que deba evolucionar, simplemente se unirá a la energía de su Yo Superior y este mismo podrá completar un ciclo de su propio proceso, pasando, quién sabe, a que otros niveles de evolución que existan en ese camino.
Se que muchos de nosotros estamos en las fases finales de nuestro propio ciclo, apurando experiencias para «graduarnos» a la vez que lo haga el planeta, para evitar tener que «buscar» otro sitio en el cual seguir avanzando a nivel de tercera dimensión, pero no hay de qué preocuparse. Que terminemos nuestro periplo actual aquí en la Tierra o no es algo que no nos afecta al nivel de la «persona» que somos en estos momentos, pues que vayamos a graduarnos o no ya está «decidido» y no es algo que podamos cambiar.
Por lo demás, es interesante saber que mucha de la increíble influencia que el Sol está teniendo en el planeta (tormentas solares y demás) está en cierta forma destinada a «darle pequeños empujones» energéticos a la frecuencia de la Tierra, tanto para protegerla de elementos invasivos que tratan de retrasar su progreso como para incrementar su «fuerza» en los últimos tramos del camino. Quien sabe lo que esto significa, quizás lo veamos durante esta encarnación, a mi me gustaría.