Hace más de un año que hablábamos en esta entrada sobre que el futuro no está escrito en piedra y está constantemente en creación. Esto nos parece lógico y normal, lo que quizás no lo parezca tanto es la afirmación de que el pasado, tampoco está escrito en piedra.
Múltiples opciones co-existiendo como diferentes realidades
Pongámonos ahora mismo en nuestro momento presente. Debido a las acciones, decisiones y situaciones que estamos viviendo, estamos creando diferentes posibilidades de que diferentes efectos sucedan debido a esas acciones o decisiones. Si yo hago algo A, ahora mismo, probablemente el resultado a corto plazo será B, C o D, es decir, es probable que existan diferentes probabilidades como manifestación de mí acción. De esas probabilidades, una de ellas la veré “implementada” en mi realidad, mientras que las otras, desde nuestro punto de vista, “no han sucedido”.
Sin embargo, esto no es del todo correcto, ya que si en tu vida, debido a la acción A que has tomado, se ha manifestado el efecto B (te has saltado un semáforo en rojo y has atropellado a alguien) en vez de la C (te has chocado con otro coche) o la D (has conseguido pasar sin problemas el cruce y seguir con tu camino), esas otras opciones se han manifestado, o se están manifestando, en otra “realidad paralela” (solo aquellas con un mayor “potencial” lo hacen). Esto da lugar, evidentemente, a la existencia de múltiples realidades paralelas que no podemos ver ni percibir, pero que “existen” en otra dimensión tal y como existe la “nuestra”.
El tiempo no existe
Si tenemos en cuenta que a pesar de nuestra percepción, el tiempo “no existe” para aquellos otros niveles nuestros que se encuentran fuera de los planos inferiores de la Tierra y por lo tanto, fuera de las restricciones espacio-temporales a las que nuestra parte física y mental está sometida, y que desde tiempo inmemorables se han estado creando realidades paralelas con cada situación, evento o acción que cada persona del mundo hacia, y que la sociedad como tal ejecutaba o manifestaba, os podéis imaginar que en realidad, estamos hablando de que existen infinitos pasados posibles, aunque nosotros solo conozcamos uno a través de nuestros libros de historia. La razón por la que nosotros sabemos que Napoleón conquistó media Europa, que cayó el muro de Berlín o que Obama ganó las elecciones es porque estamos viviendo, existiendo y sintonizados como “sociedad” con la línea temporal en la que eso sucedió, siendo para nosotros la “única” línea temporal y realidad que podemos percibir, comprobar y estudiar.
Percibiendo diferentes pasados
Todos aquellos mediums, psíquicos o personas capaces de sintonizar con eventos del pasado, viajar astralmente a ellos, o hacer regresiones, pueden traer información opuesta sobre un mismo hecho que se les pida investigar. ¿Porqué? Porque pueden cada una de ellas estar sintonizando una línea temporal diferente de ese hecho. Si no tienes en cuenta que cuando tratas de ver que “pasó” en la Atlántida, porque se extinguieron los dinosaurios, o como fue la vida del rey Salomón (hay libros que hablan de todo esto, habiendo obtenido de forma psíquica la info), resulta que no cuadran los datos los unos con los otros, simplemente porque se han sintonizado líneas temporales diferentes, en las cuales, en una sucedió una cosa, y en otra sucedió otra.
Y es que cuando quieres saber que “sucedió” en tal época, hay que asegurarse que “conectas” con la información que está en la misma línea temporal en la que estamos ahora, de lo contrario, y sin dejar de ser cierto, podrás ver cosas que pueden chocar completamente con lo que nos damos como “correcto”. Así que aunque nos cueste “verlo” de esta forma, el pasado tampoco está escrito en piedra, y además puede estar cambiando constantemente, por lo que cuando te pregunten “que pasó en tal momento”, tu pregunta antes, ¿en que dimensión? ¿en que línea temporal? ¿en que realidad? Y la respuesta dependerá completamente de ello.