Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Un poco de historia sobre la habilidad de “visión remota”

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A principios de los años 70, la investigación sobre el desarrollo de las capacidades extrasensoriales y psíquicas para uso militar alcanzaron su punto álgido, con el desarrollo de varias técnicas de lo que se conoce popularmente como psico-energética y, dentro de ella, concretamente como “visión remota”.

Uno de los proyectos especiales y clasificados como secreto era denominado Sun Streak, y tenía como objetivo estudiar cómo la mente podía afectar el mundo físico, y como se podía recopilar información a través de medios puramente mentales. Se estudiaron cosas como la psicoquinesia, que es la habilidad de mover objetos con el poder de la mente, se hicieron experimentos para desarrollar técnicas que pudieran expandir las capacidades telepáticas, extrasensoriales y de visión remota de las personas, etc. Todo esto fue gestionado y conducido por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, y, especialmente, todos los experimentos de visión remota fueron encargados y supervisados por dos físicos: Hal Puthoff y Russel Targ, del SRI (Standford Research Institute).

¿Qué es la visión remota?

La definición clásica de la visión remota es el uso de medios psíquicos y mentales para adquirir información que no es posible adquirir por medios físicos normales, debido a la distancia, el tiempo, o cualquier tipo de bloqueo (como información secreta) puesto sobre esa información que se quiere descubrir. Básicamente se trata de “percibir” algo que puede estar a miles de km de distancia, puede estar en otro espacio y/o tiempo (otra línea temporal, un futuro alternativo, eventos del pasado, realidades paralelas o sucesos en otros planetas o lugares fuera del alcance del ser humano).

Usando diferentes personas con altas capacidades psíquicas, especialmente destacaron los nombres de Pat Price e Ingo Swann (este es el más famoso, por haber publicado varios libros con sus experiencias al respecto), los científicos del SRI llevaron a cabo múltiples experimentos para ver hasta dónde se podía llegar en este campo, que recientemente también los soviéticos habían empezado a explotar con gran éxito. algunos de los éxitos iniciales de Swann y Price incluían, por ejemplo, haber sido capaces de percibir multitud de datos de una base soviética de I+D nuclear en Semipalatinsk, y como resultado de ello, por el entusiasmo generado y el potencial percibido, se decidió poner mayor énfasis en el desarrollo de la visión remota, ya que era la “habilidad” que más prometía de cara al “espionaje” y adquisición de información imposible de recabar por otros medios.

En 1972, se empezaron a publicar los primeros manuales y libros sobre el tema, y, en 1976, varias agencias de inteligencia americanas estaban fuertemente interesadas en contar en sus filas personal entrenado, y que pudiera replicar el éxito de sus contrapartidas soviéticas, que no se quedaban a la zaga en este tipo de habilidades.

Como el SRI fue el pionero en estos estudios, fueron quienes recibieron todos los fondos para desarrollar programas más exhaustivos durante la década de los 70, bajo la supervisión de un proyecto militar que se llamó “Gondola Wish” cuyo objetivo era integrar todo el conocimiento y supervisar las operaciones en el mismo terreno llevándose a cabo en el bando ruso, y, cuando este proyecto estuvo lo suficientemente consolidado, se cerró el proyecto Góndola como tal y se abrió otro más ambicioso que fue llamado el proyecto Grill Flame.

¿Es fiable la información?

El problema que tenían muchas veces los directores de estos proyectos, era como saber si la información recogida por sus “espías psíquicos” (visores remotos) era acertada, detallada y correcta más allá de la simple idea genérica (por ejemplo, percibir que parece que hay actividad militar en una zona, no es lo mismo que percibir el número de soldados, tanques, armas, localización exacta, etc.,etc.) y sobre todo, si la comunidad internacional (el resto de agencias de inteligencia que comparten información entre ellas) aceptarían como válidas las informaciones recogidas puramente por medios psíquicos.

Para ello, asignaron una misión a los psíquicos del SRI, que tuvieron que localizar un avión perdido a finales de 1979, para ver el nivel de detalle al que se podía llegar, y parece ser que funcionó, pues determinaron la posición donde había caído con solo 15 millas de error. Ante tal hecho, se pusieron las pilas para usar estas técnicas con muchos otros objetivos, y los miembros del proyecto Grill Flame fueron “puestos a trabajar” (se inició oficialmente la era del espionaje psíquico) hasta que se acabaron los fondos asignados originariamente por las agencias iniciales que lo habían promovido. Como algo así no podía caer en el olvido, entonces, todo el control de las operaciones de visión remota pasó al INSCOM (United States Army Intelligence and Security Command) quienes implementaron un contrato de 3 años de duración donde la DIA (Agencia de Inteligencia de Defensa) y el INSCOM (el ejercito) se repartieron las funciones a ejecutar por los “visores remotos”, según se tratara del objetivo a espiar o analizar, si era para uso interno dentro del país o fuera, etc. Al final, todo esto derivó en que todo el mundo quería estar metido en el ajo, y, poco después, la armada, la CIA, la NSA, el ejercito americano en diferentes secciones, etc., todos estaban usando de una forma u otra el potencial desplegado y desarrollado mediante las técnicas de visión remota.

Pero como todo, en 1982, los fondos asignados volvieron a agotarse, y varias agencias y partes anteriormente involucradas se retiraron del proyecto y del uso, se supone, de estos nuevos espías psíquicos, creando los que quedaban, un nuevo proyecto que pasó a llamarse Center Lane, que, en 1984, estuvo ya 100% bajo control de la DIA y en 1986 volvió a recibir una cantidad ingente de fondos para que siguiera en marcha y funcionando. A partir de ahí, nació el llamado proyecto Sun Streak, que os mencionaba al inicio, y cuyo propósito era directamente realizar operaciones de adquisición de inteligencia e información usando la técnica de la visión remota. El proyecto se localizó en Ft. Meade, en Maryland, desde donde sigue operativo hasta el día de hoy.

Las ventajas de la visión remota

Los protocolos militares desarrollados por el SRI y puestos en práctica, entre otros, por Ingo Swann, permitían la adquisición de información sin ser detectados de ninguna forma, es decir, que es una técnica de observación pasiva donde la consciencia de la persona es desplazada mediante unos protocolos y técnicas hacia un objetivo. Lo que la hacía tan valiosa para el aparato militar y de inteligencia de todo el mundo es que no costaba nada, básicamente solo detectar a personas con altas capacidades psíquicas y enseñarles las técnicas de la visión remota, ya que no hay ningún equipamiento involucrado.  Otra de las ventajas, es que no se conoce ninguna barrera a la visión remota, sea temporal, espacial, por tamaño, por posición, por nivel de dificultad que aparente tener el objetivo, etc. Incluso se llegaron a captar planes que estaban aun en fase conceptual, ideas, en las “mentes” de las personas “espiadas” antes de que estos pudieran llevarse a cabo. Esto evidentemente suponía una gran ventaja y un gran inconveniente, podías espiar a otros, pero también podías ser espiado sin darte cuenta.

Visión Remota Coordinada

Los protocolos que fueron desarrollados entonces para uso militar, hoy en día están disponibles para uso civil. El Farsight Institute, por ejemplo, es una organización civil que enseña estos protocolos y prepara a cualquiera con un mínimo de capacidad para desarrollar esta habilidad. Se introdujeron diferentes variantes de las técnicas, por ejemplo la llamada Visión Remota Coordinada, donde al “visor” se le proporcionaba solo unas coordenadas numéricas para evitar que su mente, y su conocimiento previo hipotético del objetivo, pudiera enturbiar la lectura, así, la persona iba a “ciegas” hacia el objetivo sin saber donde estaba yendo, solo dejándose guiar por las coordenadas que su consciencia sabia decodificar como un lugar, tiempo o espacio determinado.

Hoy en día hay muchas personas que poseen un mínimo grado de esta habilidad, que pasa por el trabajo con los centros superiores, chakras, técnicas de expansión y proyección de la consciencia y unos cuantos protocolos para la captación correcta de la información y la decodificación de la misma. Es algo “normal” en muchos niveles de trabajo de los estratos superiores del sistema de control, pero es algo que intuyo que mucha gente va a empezar a despertar en algún momento u otro, pues forma parte de la caja de herramientas que el ser humano trae consigo latente en el complejo multidimensional que somos.

Quizás desmitificando su uso, conociendo su historia, y sabiendo que uno puede desarrollar esa habilidad, empecemos a dejarnos guiar por otro tipo de “fuentes” a la hora de saber si algo es verdad o no. Quizás en el futuro ya no tendremos que recurrir a la televisión o a los diarios, en algún momento, para  saber si lo que nos cuentan es pura manipulación mediática, o hay algo de veracidad en ello. Luego quizás podrás o no podrás demostrarlo, pero tu ya sabrás que esa noticia, ese hecho o ese suceso, no pasó como te lo están pintando, por que eres capaz de percibir, con mayor o menor nitidez, claridad o detalles, lo que realmente ocurrió/está ocurriendo. Veremos, nada está fuera de nuestro alcance.

 

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