Tanto en el primer nivel de DM como en algunos artículos del blog hemos explicado que, al ser todas nuestras vidas simultáneas, estas comparten toda la información de lo que experimentan en sus propias encarnaciones con la supralma, y que, desde la supralma, cada noche (o en cada momento de reposo del avatar) se vuelcan todas las experiencias de todas las vidas en todas las subcapas subconscientes del cuerpo mental, de forma que, cada uno de nosotros, continuamente a nivel subconsciente, contiene actualizado en «tiempo real», todo lo que el resto de vidas simultáneas y paralelas están viviendo en estos momentos, independientemente de la época histórica en la que se encuentren.
Siempre intento poner ejemplos gráficos que ilustren temas tan complejos y, en más de una ocasión, os he asimilado este concepto a los dedos de la mano, representando las vidas individuales que tenemos, y a la palma de la mano, como la supralma que las gestiona todas a la vez. Cada dedo es un avatar diferente, en una época histórica distinta, con un alma diferente y su personalidad y sistema energético correspondiente, pero todas forman parte y han nacido del mismo conglomerado de energía y consciencia que somos a nivel de supralma, la «palma de la mano». Es gracias a este mecanismo que «evolucionamos», pues lo que evoluciona es el conjunto de lo que somos a nivel de supralma con las aportaciones «individuales» de cada una de nuestras encarnaciones.
Organizando la información a nivel subconsciente
Los que habéis visto ya este módulo en el primer curso de DM recordareis que hemos explicado cómo se organiza la información en la capa subconsciente del cuerpo mental, por estratos, de forma que esté muy bien ordenado en nosotros mismos que información viene de nuestra encarnación del siglo III o que información viene de nuestra encarnación del siglo XII, dado que son «datos» que están continuamente fluyendo desde un dedo de la mano a otro a través de los mecanismos de la supralma existentes para ello.
De igual forma, hemos explicado que lo que yo estoy viviendo ahora, en este año 2021, está igualmente siendo «copiado» e introducido en la capa subconsciente del cuerpo mental de mis encarnaciones en la antigua Grecia o en la Edad Media, lo que para esas otras vidas mías representaría conocimiento «de vidas futuras», pues yo, desde mi posición temporal en el siglo XXI, estoy «adelante en el tiempo», desde una visión lineal del mismo, respecto al resto. Sería como decir que el dedo pulgar se encuentra en el futuro del dedo meñique, si los ponemos sobre una línea donde el dedo meñique se coloca en el punto inicial de la misma y, apoyando los dedos sobre la recta, cada dedo se encuentra un «poco más adelante» en la línea del tiempo respecto al dedo anterior. Sin embargo, todos estamos de acuerdo en que todos los dedos existen a la vez y que están comunicados y coordinados por la mano en su conjunto.
Entonces, cuando hablamos del conocimiento que traemos de vidas pasadas, de nuestras experiencias acumuladas, etc. ¿Eso donde se guarda para poder ser «volcado» en todas las vidas a la vez?
Bueno, hemos dicho que se guarda en la supralma, pero este concepto se puede refinar un poco más ya que, en realidad, se guarda en un inconsciente colectivo «grupal» que une a todas las vidas simultáneas y que se encuentra en el plano mental, en el subnivel 3.1 del mismo, desde el cual la supralma enlaza a cada cuerpo mental individual y, a través de este mecanismo, puede volcar el conjunto de datos de todo lo que recibe del resto de nuestras encarnaciones.
Para que se entienda mejor. Mi dedo índice es una de mis vidas, y tiene su propio cuerpo mental donde todo lo que le pasa a mi vida del dedo «índice» queda almacenado, mientras que, por otro lado, otros mecanismos del alma «local» que tengo en esa encarnación van «subiendo» a la supralma todo eso que vivo, aprendo, experimento, etc., en esa vida del «dedo índice».
Luego, la supralma, lo que hace es volcar todo ello en un único «almacén de datos» global único y solo accesible para las diferentes encarnaciones que tenemos, así que crea y mantiene un enorme repositorio de datos de cualquier cosa que nos esté sucediendo en cualquier vida, y construye así un inconsciente colectivo grupal para todas nuestras encarnaciones, desde donde, luego, cada noche, se vuelca todo el contenido (o casi todo), en el subconsciente de cada una de estas, ordenado por estratos y a diferentes niveles de profundidad.
Gracias este proceso, si en algún momento hacemos algún tipo de terapia o consulta energética que nos lleva a conectar con nuestro subconsciente, podemos encontrar toda la información de cualquiera de nuestras vidas, las «futuras» incluidas, pues nuestra posible vida del siglo XXII, por ejemplo, también está ya activa en su época histórica subiendo al inconsciente colectivo grupal todo lo que está viviendo y experimentando. Tenemos incluso información de nuestras versiones de nosotros mismos en el «futuro», es decir, si yo ahora tengo 40 años, las diferentes y múltiples versiones de mi mismo cuando tengo 60 u 74 años también están «activas» y funcionales» en esa parte de mi trama sagrada, con lo que puedo preguntarle a mi «yo futuro» por «cosas» que puedan ayudarme a mi «ahora».
Aquí tenéis un ejemplo de una de mis comunicaciones que hice en el año 2016 con uno de mis «yo futuros», teniendo en cuenta que existen miles de posibles futuros y que, en este caso, simplemente conecté con uno de ellos en otro sub-carril de mi línea temporal de entonces:
Hacia atrás y hacia adelante en el tiempo
Este proceso de acceder a conocimiento de vidas futuras se conoce como «progresiones«, en contrapartida con las «regresiones» que lo que hacen es ir a recuperar conocimiento de vidas «pasadas», sea desde el propio subconsciente de la persona, sea desde el inconsciente colectivo grupal de nuestras vidas o sea a través de una conexión espacio-temporal que nuestro YS o nuestra supralma crea directamente de una vida a otra, como enlazar el dedo índice con el dedo corazón con un cable para que pase la información de un cuerpo mental a otro directamente.
Todos estos métodos nos permiten conocernos mucho mejor, saber que está pasando actualmente en nuestras otras vidas y, luego, sanar lo que sea necesario sanar, pues los que estáis haciendo el nivel 2 ya habéis visto que podemos trabajar con bloqueos que provienen de otras encarnaciones simultáneas y de nuestras vidas paralelas, precisamente porque además de información, también se pueden colar en estos mecanismos de comunicación todo tipo de octavas, proyecciones y energías que se generan en un punto de la mano, en uno de los dedos, pero cuyos efectos suben por toda la estructura de la misma y, la «onda expansiva» de lo que le ha pasado a mi vida del dedo anular termina afectando al sistema energético del dedo pulgar o a cualquier otro. Gracias a esto, podemos ir sanando bloqueos que están ocurriendo por toda la mano a la vez, en todas las vidas que tenemos, y limpiar también nuestro inconsciente colectivo grupal si vemos que algo llega a través del mismo que no deseamos que nos impacte.
En todo caso, este mecanismo de información es un enorme repositorio de datos al cual podemos acceder bien preguntándole a YS con el péndulo o con escritura automática, bien en meditación, en terapias como las mencionadas de regresiones o progresiones, etc. y es donde siempre estará almacenado toda la información de cualquier cosa que vivamos en cualquier momento en cualquiera de nuestras vidas.