El título no sé si es muy acertado, pero no se me ocurría cómo denominar esto que os traigo. Y es que teniendo uno formación de ingeniero, y una inquietud por ordenar, clasificar, decodificar y analizar las cosas (hemisferio izquierdo a tope, que afortunadamente se compensa con la parte artística y creativa de la escritura), no puedo dejar de hacer esquemas sobre todo lo que voy descubriendo sobre los muchos temas de los que se trata en este blog.
En este caso, he aprovechado estas fiestas para estructurar ideas, y este esquema que os muestro es el resultado de ello (pincha para hacerlo más grande).
Los Niveles del «Yo»
Hay muchas cosas que no conocemos de nosotros mismos, que nos parecen lejanas pero que están muy cerca nuestro, dentro, para ser más precisos. En todo este tiempo que llevo trabajando «en mi», he podido discernir y diferenciar diferentes niveles de «consciencia» como los que veis en el diagrama, y que son de sobra conocidos por todos.
Nuestro ser interior: es nuestra alma. Está «situada» (si es que se puede localizar físicamente) entre los cuerpos inferiores y aquello que llamamos nuestro Yo Superior o niveles más elevados de uno mismo. Básicamente la percibo como «encima» de mí cuerpo causal, controlando el cuerpo mental, el emocional, el etérico y el físico desde ese nivel.
Mente analítica: uno de los niveles de la mente que rige los pensamientos, el proceso lógico, la consciencia de vigilia, principalmente a través del hemisferio izquierdo del neocórtex.
Ego: Programa de gestión y conjunto de personalidades que usamos para interactuar con el mundo exterior. Toma casi siempre el control de nuestras vidas haciéndonos actuar de forma que nuestra «supervivencia» (física, anímica, emocional, etc.) esté resguardada. Hay que mantenerlo bajo control.
Mente Subconsciente: Principal creador de nuestra realidad como tal, sus pensamientos, «vibraciones», etc., es lo que finalmente acabamos atrayendo hacia nosotros cuando no manifestamos la realidad que queremos desde nuestra mente consciente o analítica. Es otro de los niveles de la mente.
El niño interior: un componente un tanto difícil de localizar, aunque tiene una especie de vida propia y todos lo llevamos dentro, está relacionado con la simultaneidad del tiempo y de la presencia activa de aquello que hemos sido y estamos siendo en otros niveles de la realidad, cuya influencia se nota aun y mucho en nosotros. Hablaré de él más adelante en otras entradas.
Inconsciente colectivo: suma de todas las «mentes» de todo el planeta, es el creador de la «matrix», la realidad común consensuada por todos y la que vivimos la mayoría de las veces. La conexión con el inconsciente colectivo se realiza a través de la mente preconsciente o inconsciente, otro de los niveles de la psique del ser humano.
Dos Caminos, mismo destino
Como podéis ver, hay dos «caminos» que terminan yendo al mismo lugar, a la fuente de TODO LO QUE EXISTE (que cada cual le ponga el nombre que desee). El primer camino es la meditación. A través del chakra del corazón tenemos un punto, que llamamos por conveniencia «puerta a otras dimensiones», y que corresponde a lo que Gurdjieff llamaba el Centro Espiritual inferior, mediante la cual podemos acceder en estados profundos de conciencia expandida a otras realidades fuera de este continuo espacio-tiempo. Es por aquí por donde accedemos a la conexión con nuestro Yo Superior, nuestros guías espirituales, otros seres, otras dimensiones, otros universos. Es un camino de ir cada vez más hacia dentro moviendo nuestra conciencia desde el chakra de la frente al chakra del corazón (podéis ver a qué me refiero por ejemplo en este post) .
Sin embargo, como es arriba es abajo. Y el segundo camino nos lleva directamente al mismo sitio. Esto es, la proyección astral, los viajes astrales, son otra herramienta para que nuestra alma y los cuerpos inferiores, esta vez liberados del cuerpo físico, pueda acceder a esas mismas dimensiones superiores, conectar con nuestros guías y Yo Superior, etc. Aquí ya entramos en la exploración de los cuerpos sutiles, el aura, el plano astral y otros planos superiores.
Aun así, veréis que he dibujado esta conexión con aquellos que llamamos nuestros guías y Yo Superior con una tercera línea, y es que se puede hacer, y se hace también, a través de la simple combinación meditación-visualización, directamente desde la conciencia del tercer ojo, o usando el chakra de la coronilla, y creando un canal de comunicación «directo» con esas realidades, en una combinación de uso de las glándulas pineal y pituitaria.
Mucho por explorar
El camino evolutivo de cada uno puede empezar por cualquier parte del esquema, aunque personalmente todo empezó trabajando con la parte que está dentro del cuadrado de puntos rojos: esta «tercera» dimensión del espacio tiempo. Mi primer libro explora la parte del diagrama que he comentado como «Experiencias, la Vida», y básicamente trata de como encontrar nuestra misión en la vida, y ser feliz con lo que hacemos. Lo que pasa es que habiendo visto el potencial de todo lo que hay me puse a trabajar con esa parte del diagrama (mente analítica- ego- subconsciente e inconsciente colectivo), para entender mucho mejor como funciona nuestra realidad. De ahí salió el segundo libro, «El Poder de la Intuición» y que está también ya publicado.
Ahora, desde que esta parte del diagrama está «terminada», estoy escribiendo dos libros más, uno sobre el camino interior (meditación) que ya está bien avanzado, y otro sobre el camino exterior (viajes astrales), del cual justo empiezo ahora a investigar. Y es que hay mucho mucho por explorar, y lo que es mejor, cuando más nos adentramos, más emocionante se pone la cosa.
Un esquema incompleto
Ni que decir tiene que este esquema no pretende ser «la verdad de todo lo que existe», no tengo ninguna intención de decirle a nadie que se lo crea, o que esto es así siempre. Estoy seguro que puede haber muchas otras conexiones que yo aun no he descubierto, o quizás para otras personas esta relación metafísica no es de esta forma. No sé. Para mi esta representación es por fin el resultado de todos los cabos sueltos que he encontrado en los últimos años. Si a alguien le sirve, bienvenido sea.