En el primer nivel de DM trabajamos la gestión de la percepción del tiempo en la esfera mental consciente-continuo. En esta esfera mental se ubican unos programas que son los que gestionan el flujo de energía «temporal» y la velocidad de desplazamiento de nuestra esfera de consciencia por nuestra trama sagrada, dándonos la impresión de que el tiempo se desplaza de forma lineal desde un «pasado» hacia un «futuro». Es el mismo efecto o percepción que se tiene al ir leyendo un tebeo desde la primera viñeta secuencialmente hasta la última, pues, aunque todos los sucesos en el cómic están dibujados y plasmados simultáneamente en las páginas del mismo, y co-existen todos a la vez en el soporte «espacio-temporal» que es el papel del tebeo, es solo al movernos con nuestra consciencia, (mientras leemos y prestamos atención al contenido de cada viñeta) de una escena a otra, que vamos dándole sentido a la historia y viendo sucederse los acontecimientos dibujados en la misma, de manera secuencial.
Esto, aún sabiendo que el final del cómic ya está dibujado y que podemos saltar a la última página, si queremos, para ver qué sucede «en el futuro», al final de la historia, o podemos volver al inicio aún estando en el medio y revisar el «pasado» de los personajes. Extrapolando, y añadiendo millones de posibles variaciones y viñetas para cada micro-instante de nuestras vidas, nuestra realidad funciona igual, y es la velocidad de paso de la esfera de consciencia de un «fotograma» o otro lo que nos da la percepción del paso del tiempo y lo que regula estos programas de la esfera consciente-continuo que vemos en el curso y aprendemos a cambiar a voluntad.
Entonces, cuando hacemos las peticiones de ajuste de esta velocidad, para que vayamos más lentos o rápidos por nuestro «desplazamiento» temporal y que el día dure más o menos horas, ¿hasta cuándo se mantiene esta nueva «velocidad de avance» que hemos solicitado a nuestro YS? (es parte del ejercicio de este módulo hacer el ajuste del tiempo al número de horas diarias que deseamos)
En general, se mantiene hasta que hagas una nueva petición de cambio, pues el programa funciona como un «selector de velocidad», que lo pones en una posición y lo dejas así hasta que vuelves a cambiarlo, sin embargo, al ser un programa «energético» se adapta siempre a las circunstancias del flujo temporal de tu entorno.
Por ejemplo, imagínate que cambias este programa de la esfera CC y lo alargas para que tu día tenga 35 horas «energéticas», pero cada 15 segundos estás mirando el reloj para ver que hora es. En este caso, tus programas mentales volverán a sintonizarse en ese caso con el tiempo psicológico y la velocidad de paso del tiempo del reloj «estándar» para todos los humanos, que está en unas 16 horas diarias aproximadamente, ya que fuerzas tu psique a sincronizarte con el reloj físico cada pocos instantes, al focalizar tu consciencia en lo que el reloj te marca como «duración de cada instante».
También, por ejemplo, si convives con alguien y esa persona lleva una velocidad de tiempo muy diferente a la que tu te pones, y vivís juntos, tu psique y tu gestión energética del tiempo se va a adaptar (algo) a la de la otra persona, y la de la otra persona a la tuya, así que no podrás mantener las 35 horas si la otra persona está a 16h, y tus programas mentales se ajustarán a un «tiempo común» que estará marcado por la media de la percepción de ambas personas (si estáis juntos en casa y haciendo cosas en familia, la percepción del paso del tiempo y su velocidad será similar para los dos, al estar dentro de la misma «corriente energética» de eventos) y, también la otra persona al estar contigo, y sin darse cuenta, se amoldará a un día energéticamente más largo que el que traía antes.
Así que el que se mantenga más o menos horas o días la velocidad de salto de la esfera de consciencia y se acelere o alargue con ello el paso de tu tiempo personal, su ajuste y durabilidad depende de si estamos más «tiempo» solos o menos, de si estamos muy pendientes del reloj «físico» y del entorno y de si hay otras personas con las que compartimos eventos y cuyos «tiempos» se sincronicen para ello. Por ejemplo, si nuestros hijos están en el cole, o nuestra pareja está fuera trabajando, etc., y tenemos varias horas solos en casa, podemos ajustar el reloj mental para que el día dure más, y cuatro horas de «oficina» se estiran mucho, dándote «tiempo» a hacer el trabajo que otra persona haría en seis (por ejemplo), pero luego llega la familia, vuelven los peques, y todos nos influenciamos a todos, generando una nueva corriente energética grupal que interactúa y depende de la psique individual de cada miembro de la familia, con lo que, el resto de la tarde, pasa a una velocidad diferente a la que tu has llevado por la mañana cuando estabas solo/a, que es la suma o la «mezcla» del tiempo psicológico de todos los miembros de la familia.
En resumen, la habilidad de manipular el tiempo psicológico-energético depende solo de ir haciendo las peticiones de ajuste a nuestro YS de los programas de la esfera consciente-continuo, pero hemos de tener en cuenta la adaptación de esta esfera al entorno en el que estamos para monitorizar o ajustar esta velocidad siempre que queramos disponer o sentir que pasa más «lento» o más «rápido» según nuestras necesidades.