Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

David Topí

Fundador y director de la EMEDT, con formación y desarrollo profesional como ingeniero en telecomunicaciones e ingeniero electrónico, he sido siempre una persona inquieta en busca del conocimiento que me permitiera entender el mundo en el que existo. Me he formado en ámbitos tan dispares como la ayuda humanitaria internacional (máster NOHA), he hecho estudios de life y business coaching, he cursado un máster en administración de empresas y tengo estudios técnicos en nuevas tecnologías.

Sin embargo, todo ello ha estado siempre superpuesto por mi pasión por la metafísica y el estudio de la estructura energética del ser humano, del funcionamiento de las leyes de la vida, la evolución y la naturaleza, y de los mecanismos de creación de la realidad.

Empecé a escribir mi blog personal sobre estos temas en el año 2006, dando mis primeros cursos sobre sanación energética en el 2010 tras varios años de trabajo personal y aprendizaje autodidacta.

Cree la Escuela de Metafísica y Desarrollo Transpersonal en el año 2013 como forma de darle un formato y marco organizado para todo lo que enseño y explico a través de los cursos, seminarios, talleres y publicaciones.

Desde entonces, trabajo especialmente en divulgar, enseñar y formar a personas en temas de desarrollo personal, metafísica, expansión de la consciencia, la estructura del sistema sutil del ser humano, etc., entendiendo estos temas por aquello que está más allá del mundo que percibimos con nuestros sentidos. He publicado ya 9 libros y más de 1000 artículos disponibles en el blog.

Misión y propósito

La razón de ser de todo esto lo explica una versión de la leyenda de la cultura Guaraní, Paraguay:

Cuentan que un día hubo un enorme incendio en la selva. Todos los animales huían despavoridos, pues era un fuego terrible.
De pronto, el jaguar vio pasar sobre su cabeza al colibrí… en dirección contraria, es decir, hacia el fuego.
Le extrañó sobremanera, pero no quiso detenerse. Al instante, lo vio pasar de nuevo, esta vez en su misma dirección.
Pudo observar este ir y venir repetidas veces, hasta que decidió preguntar al pajarillo, pues le parecía un comportamiento harto estrafalario:

—¿Qué haces colibrí?, —le preguntó.
—Voy al lago, —respondió el ave— tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio.

El jaguar se sonrió.

—¿Estás loco? —le dijo—. ¿Crees que vas a conseguir apagarlo con tu pequeño pico tú sólo?

—Bueno —respondió el colibrí— yo hago mi parte… yo sé que solo no puedo, pero esta selva es mi hogar… Me alimenta, me da cobijo a mí y a mi familia, y le estoy agradecido por eso, lo ayudo a crecer polinizando sus flores. Yo soy parte de este bosque y él es parte de mí. Yo sé que solo no puedo apagarlo, pero tengo que hacer mi parte.

 Y tras decir esto, se marchó a por más agua al lago.

Mi logo personal

El colibrí siempre ha sido el animal de poder que más me ha acompañado en todo mi camino de crecimiento personal. En el chamanismo, el significado del colibrí se asocia con cualidades y simbolismos que son los que me mueven en mi trabajo:

Energía vital: El colibrí es conocido por su rápida y vibrante energía. Representa la vitalidad, la pasión y la alegría de vivir. Se le ve como un símbolo de vitalidad y energía que puede inspirar y revitalizar a las personas.

Adaptabilidad: El colibrí es un ave que puede moverse rápidamente en diferentes direcciones y adaptarse a diversos entornos y esto se interpreta como un símbolo de adaptabilidad y flexibilidad. Se le considera un recordatorio para adaptarse a los cambios y las circunstancias de la vida de manera ágil y fluida.

Conexión con lo espiritual: El colibrí simboliza una conexión con lo espiritual pues actúa como un mensajero entre el mundo material y el mundo espiritual. Se le asocia con la intuición, la sensibilidad y la capacidad de encontrar significado más allá de lo evidente.

Gratitud y amor: Debido a su pequeño tamaño y su belleza, el colibrí también se asocia con sentimientos de gratitud y amor y se le considera un recordatorio para apreciar las pequeñas cosas de la vida y para expresar amor y gratitud hacia los demás.

Cada uno poseemos ayuda de multitud de animales de poder, y, algunos, tienen presencia en nosotros durante recorridos más largos en nuestra vida, siendo, al final, compañeros de viaje invisibles y colaboradores fieles para muchas experiencias evolutivas.