Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Corazas energéticas

En toda sesión de lectura con la Sanación Akáshica, una parte de la misma está destinada a averiguar qué bloqueos o problemas tiene la persona a la cual estamos leyendo, y que podemos sanar y eliminar en ese momento. Una de las restricciones y bloqueos más llamativos, por el simple hecho de que una vez eliminado parece que cambia bastante a la persona que lo tenía, es lo que denominamos una coraza energética.

Protegidos tras un muro

Llamamos corazas o fachadas energéticas a aquellas protecciones que nuestra alma crea con el objetivo de sentirse más segura o resguardada en el proceso de inicio de una nueva encarnación, o a veces tras algún suceso que nos afecta profundamente en nuestra vida. Estas protecciones son realmente como un muro energético que rodea el núcleo más íntimo de nuestra energía pero que, de igual forma que evita que cierta energía negativa nos pueda afectar, tampoco deja que todo el potencial interno del alma salga realmente hacia fuera. La razón por la cual un alma, o la personalidad a nivel subconsciente, decide usar esta protección depende de su fortaleza o nivel de seguridad que el espíritu tenga sobre sus periodos físicos, y como de confortable se sienta en un cuerpo. Es como ponerse un traje de neopreno para sentirse más protegido, pero que evidentemente también nos limita en nuestros movimientos.

Desde pequeños

Solemos generar esta coraza en el momento del nacimiento, ya que el proceso de entrada al cuerpo físico y de reducción de la frecuencia de la energía del alma puede ser algo complicado y muchas almas deciden «sobre protegerse», por lo que lo más común es encontrarnos que personas adultas han llevado este tipo de corazas toda la vida sin darse cuenta. También es posible que nuestra alma la use en momentos traumáticos o que perciba como potencialmente dañinos o peligrosos de forma que sin que la mente consciente se dé cuenta, a nivel interno hemos creado una fachada que trata de evitar que ciertas energías vuelvan a afectarnos.

También puede ocurrir que pongamos realmente un muro energético alrededor de un chakra, normalmente el chakra del corazón es propenso a ello, si hemos tenido algún problema emocional fuerte, por lo que la energía y funcionamiento de este chakra se puede ver afectado. Este tipo de muros no son protecciones psicológicas, del tipo de enterrar un problema en lo más profundo de nuestra mente, sino protecciones energéticas, aunque en algunos casos los efectos puedan ser parecidos.

Limitando nuestro potencial

Cuando nos colocamos este tipo de corazas o muros energéticos, no solo impedimos que las energías del exterior nos afecten, sino que bloqueamos nuestras energías de manifestarse y funcionar correctamente. Esto limita mucho nuestro potencial, lo que realmente somos a nivel de espíritu, de alma, no puede salir con toda su luz y potencia al exterior, ya que este traje de neopreno que llevamos lo impide. Por eso cuando nos liberamos de esta coraza, es como si pudiéramos expandirnos, llegar más lejos, sentirnos más amplios y libres, y simplemente hacer notar y dejar salir el 100% de la energía que llevamos dentro. Básicamente creo que es una especie de liberación, de repente ha desaparecido «algo» que notábamos dentro y que nos contenía sin saber que era, y que al romperse nos permite ser lo que somos al 100% de nuestro potencial.

 

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