Si hay ciertos programas que intentan activar todo tipo de distracciones, molestias, disminución de la voluntad y otras acciones para minimizar los intentos de trabajo “personal” que podamos llevar a cabo, tal y como explicamos en la primera parte de esta serie, hoy vamos a contar qué sucede con las distracciones externas, por qué se activan tantas cosas a nuestro alrededor cuando estás haciendo ese tipo de actividades, por qué suena el teléfono cuando te pones a meditar, por qué pican a la puerta justo en ese instante, por qué tu familia a la que les has pedido que te den un rato sin interrumpirte no hace más que hacerlo, o por qué el vecino de encima se pone a hacer ruidos que te distraen cuando lleva toda la mañana en silencio. Si te suena esta situación, no es casualidad, sino causalidad.
Programas y dispositivos de disrupción energética
Así como hay programas en las esferas mentales que actúan cuando el ego encuentra que se están activando procesos que no están directamente bajo su control y que caen fuera de su programación estándar (pues meditar, hacerse auto-sanaciones, activar o trabajar con la energía de uno, visualizar, proyectarse, etc., son parámetros que no forman parte de la gestiones autorizadas” del programa ego) también hay sistemas automáticos en nosotros mismos que crean “disrupción” alrededor cuando esto mismo ocurre y los sistemas internos no son lo suficientemente “molestos” como para hacerte desistir. Estos sistemas tienen, como todo, un potencial limitado, así que, de nuevo, es posible a muchos de vosotros por vuestras características personales lo que vamos a explicar ahora tenga poco impacto en vuestra realidad o, por el contrario, sea el pan vuestro de cada día y uno de los limitantes más importantes a la hora de poneros a trabajar en vosotros mismos.
Su funcionamiento es bastante sencillo de explicar. En la primera parte del artículo habíamos desmontado unos programas que simplemente activan molestias o sensaciones internas para que desistas de hacer lo que estás haciendo, así que unos programas presentes en la mente subconsciente da órdenes al sistema nervioso autónomo para que te pique la pierna, amplifican tu percepción auditiva de los ruidos o envía paquetes de pulsos a los músculos para que no te puedas relajar. Todo lo que ya hemos contado y mencionado.
Esta segunda categoría de sistemas que desmontamos hoy lo que hace es usar el potencial co-creador de nuestra realidad y entorno físico emitiendo hacia el exterior de tu campo electromagnético un cierto tipo de ondas que causan alteración en ese entorno físico-energético. De esta manera, programas y dispositivos que traemos de serie, emiten a través de nuestra glándula pineal, que es nuestro proyector de realidad por defecto, “señales de alteración energética” destinadas a impactar en cualquier cosa que esté en un radio de unos pocos metros de ti, de manera que pueda causar el máximo de disrupción posible en ese espacio en el que tú, tranquilamente, estás intentando hacer algo que, de forma genérica, va en contra de los parámetros del sistema de gestión bajo el que existimos.
Sistemas de alteración de los campos electromagnéticos
Así, estos sistemas internos trabajan proyectando “ondas” de disrupción en tu realidad, para generar un campo energético alrededor tuyo que cause “alteración» y que, al interactuar con el campo energético de las personas que están a unos pocos metros tuyos, sean en tu casa o sea en la casa de enfrente o el vecino de arriba, genere, por “impacto”, una “revoltura” en sus sistemas emocionales y mentales sin que se den cuenta, que activan programas de comportamiento “revueltos” y “alterados”, atrayendo su atención hacia ti, que es de donde viene la “onda emisora”. Algo así como si estar recibiendo pulsos de energía que tu mente no decodifica pero que, sutilmente, te hacen ir hacia el origen, es decir, hacia el emisor del mismo, abriendo la puerta de la habitación donde alguien está meditando, relajándose, haciendo cualquier cosa, porque tienes un “no se que” interior que ha activado en ti la necesidad de hacerlo.
Este paquete de datos es difícil incluso para mí ponerlo por escrito, pues mientras lo estoy haciendo, y cómo el sistema de control bajo el que estamos está vigilando siempre lo que escribo, se están produciendo alrededor mío en estos momentos todo tipo de intentos de distraerme y bloquearme para impedir que termine de teclear estas líneas que leéis.
Sistemas imbuidos en elementos tecnológicos
Además de todo lo anterior, imaginad también que en vuestra casa haya un artefacto que emitiera ondas que remueven un poco vuestro sistema mental y emocional sin que lo sepáis, y que esas ondas activan en vosotros patrones semi-aleatorios de comportamiento errático, de forma sutil, pero suficiente como para que, de repente, os entren ganas de coger y hacer ruido cuando os han pedido que no, que tengáis la necesidad urgente de hacer algo en la habitación cuando os han pedido que no entréis, que los hijos que tenéis en casa se pongan a chincharse entre ellos y terminan gritando o llorando cuando no lleváis ni cinco minutos meditando, etc. Estas situaciones, que a veces parecen sacadas de un manual de las leyes de Murphy, están también provocadas y detonadas por “ondas”, (siempre y cuando no haya entes alrededor que hagan lo mismo) cuyo emisor está colocado en todo tipo de elementos tecnológicos que tenéis en casa y que se activan también remotamente, cuando, si llega el caso de que estáis vigilados individualmente, os ponéis a hacer cualquier cosa que no interese al sistema bajo el que vivimos. Como todo, soy consciente de que esto a algunos os parecerá una paranoia rozando la ciencia-ficción, pero, cómo de nuevo, es ciencia-realidad, y vamos a trabajar para eliminar estos “emisores de disrupción” de manera que podáis comprobar por vosotros mismos, si os sucede todo lo anterior o si estáis en situación de que os pueda suceder, el efecto que tienen.
Desmontando los disruptores internos y los presentes en casa
Para eliminarlo, lo haremos en dos partes, dos peticiones. La primera, la desprogramación interna, que podéis hacer también si queréis para vuestros familiares trabajando con sus YS si estos (los familiares y sus YS os dan permiso para ello), la segunda, para los disruptores y emisores presentes en los elementos tecnológicos que tenemos en casa. Ahí van:
Solicito que se eliminen y desprogramen todas las rutinas, sistemas, elementos y programas presentes en mi que generan ondas de disrupción, caos, confusión, alteración y movimientos energéticos a mi alrededor para evitar que realice actividades que caen fuera de los parámetros aceptados por el sistema de control y el IC. Solicito que se eliminen todos los dispositivos presentes en mi que los amplifican, desconectándolos de los programas que rigen las rutinas de identificación de estas actividades y bloqueando las órdenes del programa ego para su activación. Solicito que se desconecte toda fuente de alimentación interna que estos dispositivos y programas posean para funcionar a mayor potencia y que se eliminen todos los remanentes energéticos que tengan asociados para hacerlos desaparecer por completo. Gracias.
Luego la segunda:
Solicito que se eliminen todos los dispositivos, elementos y sistemas presentes en mi vivienda o lugar habitual de residencia o trabajo que generan caos, confusión y alteración en el sistema energético de las personas presentes en esos espacios, activando aleatoriamente programas de comportamiento, rutinas mentales y patrones de interrupción, bloqueo, limitación, manipulación o generación de estrés y ruido. Solicito que se extraigan de los dispositivos y elementos tecnológicos presentes en mi vivienda o lugar habitual de residencia todos los sistemas tecnológicos y etéricos presentes en sus estructuras para la manipulación de los campos energéticos de las personas que se encuentran en ellos. Solicito que se asigne un equipo de aquellos que nos asisten para la desactivación de los elementos físico-energéticos presentes en todos mis dispositivos tecnológicos que emiten este tipo de pulsos hasta su desactivación completa. Gracias.
Con esto, una vez lo hayáis completado, y dando por hecho que la anterior parte de los programas internos ya está también finalizada, confío en que podáis notar la diferencia cuando intentáis hacer algún tipo de actividad como las que hemos mencionado, y dejan de aparecer tantas distracciones tanto internas como externas que os intenten sacar de las mismas.