Siempre que en una sanación me encuentro con problemas en el subconsciente de la persona, traumas, fobias, miedos enterrados, etc., resulta casi tarea imposible intentar entender, dónde o cómo, dentro de ese subconsciente, están enterradas, ocultas o estancadas las energías bloqueadas que se manifiestan como esos problemas. En estas cosas supongo que “cada maestrillo tiene su librillo”, como dice el refrán, así que para al menos saber, para mi mismo, como mínimo el nivel de profundidad sobre el cual estoy trabajando, me he dividido en tres áreas esa “zona” de nuestra mente, que, a nivel energético, es una de las seis esferas mentales que todos poseemos y que forma el conjunto de nuestra psique.
La punta del iceberg
Estoy seguro que habéis oído hablar del iceberg como analogía para explicar la relación entre la mente consciente y el subconsciente. La parte de nuestra mente que está por encima de la línea de flotación es la mente lógica, consciente, racional. Aquí está la información que es procesada por su contenido y que viene de nuestros sentidos, las decisiones, las conexiones con los bancos de memoria del cuerpo mental, los procesos mentales, los filtros que ponemos a la información que recaudamos del exterior, los programas del ego, nuestras “reacciones” automáticas, etc.
La parte hundida del iceberg: el subconsciente
Pero la parte divertida y realmente “potente” de nuestro ser empieza justo por debajo de esa línea de flotación. Aquí, subyacentes, en un nivel un poco más profundo de conciencia, es donde empiezan a registrarse otro tipo de energías y potenciales que solo pueden accederse cuando la mente consciente y sus procesos, están “callados” o “pesan poco”, de forma que la línea de flotación del iceberg baja y lo que antes estaba sumergido puede entonces surgir por encima del agua. Cuando esto ocurre, es cuando podemos despertar algunas capacidades inmanentes en todos nosotros, pero de las cuales no somos conscientes, pues nuestro “consciente” no las registra o no las incorpora a su “día a día”. Por ejemplo, la capacidad para percibir el aura o trabajar energéticamente “viendo”, es una capacidad que todos tenemos, pero que está justo por debajo de la línea de flotación estándar de las personas de forma genérica, en la parte más alta del subconsciente, pero por debajo del nivel en el cual puede activarse “racionalmente”. También está en este nivel la capacidad de manifestación de la realidad a nivel subconsciente y otros potenciales fácilmente “despertables” (relativamente).
Diferentes niveles
Casi todos nosotros, cuando accedemos a sanar recuerdos, problemas o ciertos miedos en el subconsciente, estamos trabajando en lo que yo llamo el subconsciente “medio”, y también en el subconsciente “profundo” (tanto la esfera mental subconsciente como la capa subconsciente del cuerpo mental tienen muchos o diferentes niveles de profundidad para el almacenamiento de datos). Pero una cosa es el acceso para sanar, y otro el “conectar” o conseguir que la mente lógica o tonal registre conscientemente lo que se encuentra ahí dentro. Aquí, personalmente, creo que se esconden unos potenciales o una parte de nuestro ser que de alguna forma debe estar relacionada con la plena integración Yo Superior – Alma – Subconsciente y Mente consciente, es una impresión, pues no lo sé.
Si alguna vez la mente consciente es capaz de comunicarse bien y sacar por encima del agua lo que hay en el subconsciente ligero, habremos accedido a un potencial impresionante que manifestaremos en el mundo “real”, de los sentidos, algo que te da acceso, desde otro plano de realidad, pero manifestado en el plano “físico”, a las habilidades que tenemos latentes de otras encarnaciones. Si alguna vez conseguimos, mediante trabajo de limpieza y probablemente, meditación profunda, acceder o conectar con el subconsciente medio, las experiencias, potenciales y capacidades que despertaríamos serían sorprendentes por el conocimiento acumulado que tenemos en esa parte de nuestra psique.
Muchos niveles de realidad
Lo intrigante es que cada parte de nosotros, especialmente de nuestro subconsciente, no solo influyen sobre nuestro día a día a través de la mente lógica y racional, y sobre nuestro sistema energético (aura, chakras, cuerpos sutiles etc.) a través de las conexiones con los planos de realidad, sino que forman parte de un mundo que no vemos pero que existe ahí, en otro nivel frecuencial. No es el plano eterico, astral o mental, no es lo que llamamos tampoco la nueva realidad o nuevo nivel evolutivo. Es puramente 3D, entorno físico, pero fuera del umbral que el tonal, en mundo de los sentidos, perciben normalmente, y es un mundo amplio de exploración que se abre a todo aquel que se adentra en su autoconocimiento y crecimiento personal, pues en realidad no hay que irse muy lejos (frecuencialmente hablando) para empezar a darse cuenta que la multidimensionalidad en la que vivimos tiene mucho que enseñarnos aun.