Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Influencias en los diferentes niveles del ser humano

Hay mucho miedo en el ambiente, en el inconsciente colectivo. Me lo han dicho ya muchas personas cuando hablamos de los cursos de Sanación Akáshica y de las limpiezas energéticas y de todo lo que va saliendo en ellas. En España es el miedo a la crisis económica, que se suma a otros miedos y preocupaciones que no dejan de atacarnos por todos lados, en otros lados del planeta la cosa sigue el mismo camino. Que si habrá una guerra, que si los cambios en el planeta, que si se desploma el sistema. Es muy difícil mantenerse centrado y desconectado lo más posible de todo esto ya que la presión, si la sentís aunque solo sea por un desasosiego interno, crece cada día.

Todo tipo de influencias

Como seres humanos que somos, como antenas receptoras de las energías externas, y como conectados a todo lo que existe, no podemos dejar de interactuar con todas esas “ondas”, sean “positivas” o sean “negativas”. Y es que vivimos bajo influencias energéticas de muchos tipos, que nos pueden ayudar o que nos pueden generar malestar. Todo depende muchas veces como de conscientes somos de esas influencias. Vamos a ver las más importantes:

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La “Fuente” y nuestro Yo Superior

Puesto que en “algún nivel” provenimos de la Fuente, y nuestro Yo Superior está permanentemente conectado a ella, y “es parte de ella”, una de las influencias y conexiones principales que debemos desarrollar activamente es la apertura del séptimo chakra para que esta influencia, positiva, se deje sentir en nuestras vidas. El consejo a seguir es: aprende a meditar. Es así de simple.

Nuestros Guías, Protectores, Amparadores, etc..

Entidades de otros ordenes y dimensiones o niveles evolutivos superiores que se ofrecen a trabajar como guías, amparadores, protectores, etc., son otra influencia positiva a buscar activamente. Aprender a diferenciarlos de entidades negativas que se hacen pasar por lo que no son forma parte del proceso de aprendizaje y crecimiento, pero no por ello hay que dejar de buscar ayuda u orientación en “seres” que buscan activamente echar una mano. Mismo consejo: aprende a meditar.

La mente consciente y los arquetipos o personajes del Ego

Nuestra mente consciente se encuentra constantemente influenciada por nuestro ego, el programa que gestiona la suma de los diferentes personajes y arquetipos que hemos creado para navegar por la realidad. Lo que llamamos el ego, del que ya hemos hablado en varios artículos, hay que aprender a controlarlo, y darle el papel que tiene, gobernar el ordenador de la mente siguiendo las instrucciones que le marque otras partes más profundas de nosotros mismos (el Yo Superior), de forma que sea capaz de hacernos navegar por la vida sin miedos. El ego se ve influenciado por sus propios patrones energéticos que recoge de lo que percibe del exterior, sobre todo en la interacción con otras personas, por lo que influencia a la mente consciente a sabiendas de lo que hace para prevenir siempre que podamos ser dañados o heridos, pues su papel principal es la supervivencia del cuerpo físico que gobierna. Controlar el ego pasa por un dialogo interno, por una desprogramación enorme de las esferas mentales, por ser capaz de percibir su manipulación y por “calmar” esa necesidad de tomar el control en todo momento. Al ego no se le suprime, se le pone a trabajar en armonía con el alma y bajo el control el Yo Superior.

El inconsciente

Nuestra conexión con el inconsciente colectivo. Una de las influencias más grandes que tenemos y de la cual es terriblemente difícil escapar. Somos víctimas de todo lo que se cuece en el aire, de todo lo que transpira a nivel de humanidad. Estamos en permanente contacto con todos los seres que habitan el planeta a raíz de este inconsciente colectivo, y es por aquí donde nos “atacan” más y más y por donde llegan la mayoría de los miedos que se anclan a nosotros a nivel de sistema energético, pues los autogeneramos una vez hemos percibido algo de ahí fuera que nos crea una sensación o bloqueo que no tendría porque salir de nosotros de forma natural. Es el medio de control por excelencia de la granja humana. Controlar su influencia pasa por estar atento a lo que percibimos en nosotros mismos, ser “conscientes” de ello, para poder “analizarlo” de forma racional y poder distanciarnos de esas energías externas que no tienen porque afectarnos, si no queremos que lo hagan.

El subconsciente

El garaje de la mente, el almacén de nuestros procesos profundos que tienen mucho poder en nuestra vida. El subconsciente (tanto a nivel de esfera mental como de su capa correspondiente en el cuerpo mental) maneja nuestro día a día también de forma muy sutil, entierra aquello que pudiera hacernos daño o causar algún problema que la mente lógica no sabe como solucionar, y es a su vez una de las facetas energéticas del ser humano que hay que tratar de tener más limpias y ordenadas. Hay muchas formas de trabajar el subconsciente, una de ellas es escribir sin pensar demasiado para dar rienda suelta a lo que hay en nuestro interior, otra es hablar en voz alta y grabarnos, dejar que surja naturalmente todo lo que llevamos dentro, otra son las limpiezas energéticas de patrones de comportamiento, conductas, traumas, fobias, etc.

El Alma o el “Yo Interior”

Y como no también tenemos la influencia del alma, que debería ser el capitán que maneja el timón de nuestra existencia dando órdenes al ego y a la mente consciente para que tome las decisiones correctas en cada momento. Convertirla en la brújula interior es uno de los mejores regalos que podemos hacernos. El alma, al estar conectada y ser enlace con el Yo Superior, es una de las influencias que debemos desarrollar también, incrementar su nivel de presencia “real” en nuestra vida, pues su “sabiduría” nos ayuda a bloquear los efectos de las influencias negativas del entorno y del inconsciente colectivo a la cual estamos siendo sometidos.

Sistema energético, cuerpos sutiles, chakras, aura

Finalmente otra de las influencias negativas que tenemos en nuestra vida es la que sufre nuestro sistema energético mediante la interacción con las energías del entorno, del planeta. Aquí nos afecta de todo, desde un incremento en los campos electromagnéticos de la Tierra, hasta el aura de la persona con la que te has sentado en el metro al lado. Muchos de los bloqueos que recogemos y que manifestamos son autogenerados y provienen de lo descrito anteriormente, del inconsciente colectivo, del subconsciente o de la mente consciente (miedos, etc.), pero otros son simplemente cosas que nos influencian sin darnos cuenta por el hecho de movernos en vastos campos energéticos allá donde vamos. Manejar y bloquear sus efectos pasa por ser conscientes de ellos, por aprender a protegernos y por llevar una vida energéticamente sana.

 

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