Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Funciones principales de los chakras de la Tierra

Como veíamos en la entrada anterior, cada uno de los chakras principales de la Tierra tiene una función definida que contribuye al mantenimiento energético de nuestro planeta, tal y como ocurre con el cuerpo humano. Vamos a ver un poco más cada uno de ellos, teniendo presente que esta descripción es una aproximación a su función, y que además hay muchos otros vórtices importantes que no solemos tener tan en cuenta por ser más desconocidos o no haber salido a la luz pública su existencia y localización.

Primer Chakra: Monte Shasta

El punto físico que aproximadamente corresponde al equivalente al primero chakra del planeta se encuentra ubicado en el Monte Shasta,  en el extremo sur de la Cordillera de las Cascadas, en Estados Unidos, una cordillera que serpentea como un dragón desde el norte de California, cruzando Oregón y Washington a través de la frontera con Canadá. El Mt. Shasta es la cola de este imaginario dragón y los impulsos generados por esta montaña, y dirigidos al monte Rainier, que sería la cabeza de este «dragón», dieron lugar al incremento de avistamientos de OVNIS en 1947 y a la difusión de este fenómeno en el mundo. El incremento de la transmisión energética en este chakra fue la reacción de la Tierra a la introducción de la humanidad de las armas atómicas tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial.

El Mt. Shasta es el chakra primario de la Tierra. Es la «base» del sistema energético mundial. Aquí, las energías  precursoras de la vida biológica se liberan y se ponen en circulación para su desarrollo por todo el mundo. Así, este centro regula la fuerza vital universal antes de su integración en las formas de vida individuales y en todas las especies del planeta. La energía del Shasta es como un géiser – una gran eclosión de prana, sin forma ni estructura. En este centro se encuentra también parte de la programación a nivel etérico que regula el buen funcionamiento del propio cuerpo etérico del planeta.

Segundo chakra: Chakra móvil según el proceso evolutivo de la Tierra

El vórtice planetario correspondiente al segundo chakra es móvil, se encuentra desplazándose actualmente por la cordillera de los Andes, para asentarse cerca del cuarto chakra, en el Lago Titicaca. La razón de que estos dos vórtices están trabajando juntos, energética y geográficamente, tiene que ver con las funciones emocionales y espirituales del planeta, de la misma manera que en el ser humano el centro emocional inferior y el centro espiritual se ubican en el interior del mismo cuarto chakra. Así, este segundo centro, regula la fuerza vital de creación y regeneración del planeta, proporciona energía a los campos mórficos de las especies minerales, vegetales y animales para su buen funcionamiento y un sostén donde anclar esas mismas mentes y plantillas grupales que sostienen la biosfera del planeta.

Tercer Chakra: Uluru y Kata Tjuta

Estos dos lugares en el Territorio del Norte de Australia comprenden el chakra del «plexo solar» del planeta. Uluru, anteriormente conocido como Ayers Rock, es el más famoso de los dos. Este monolito rojo grande es, junto con la Ópera de Sydney, un icono del continente australiano. Katatjuta, también llamado The Olgas, es igualmente impresionante. En lugar de un monolito, este sitio consiste en un gran número de enormes piedras rojas.

La función global de este chakra es mantener la vitalidad de la Tierra, y de todas las especies vivas. Las energías del lago Titicaca se envían directamente al tercer chakra a través de la arteria Ley, que cruza el Océano Pacífico Sur, pasa por debajo de Nueva Zelanda, y entra en la parte continental de Australia en el Promontorio de Wilson. Este tercer punto planetario también tiene una conexión con el inconsciente colectivo de la humanidad, siendo un punto de anclaje del mismo desde el plano mental de la estructura de nuestro planeta.

Cuarto Chakra: El Lago Titicaca

En la Isla del Sol, en el lago Titicaca, se encuentra la Piedra Titicaca,  centro geométrico del cuarto chakra de nuestro planeta. Este punto es el centro mundial a nivel energético de creación de nuevas especies, y de importantes avances evolutivos dentro de las existentes. En el cuerpo humano, el lago Titicaca se correlaciona con el centro emocional inferior, ubicado en el cuarto chakra. La diferencia es que el chakra del planeta gobierna a todas las especies, teniendo un especial interés en las mutaciones positivas y los avances evolutivos de todos los que vivimos en él.

La fuerza de la vida generada por el Monte Shasta se transmite al lago Titicaca a través de las Arterias Ley. Este canal energético rodea todo el planeta, y es precisamente en el lago Titicaca donde convergen una de las dos grandes encrucijadas de Líneas Ley de la Tierra, siendo la segunda en la isla de Bali, en Indonesia.

La influencia de este chakra llega hasta el corazón de la cordillera de los Andes, incluyendo sitios sagrados tales como la ciudad de Cuzco y el Machu Pichu. Todos los lugares sagrados dentro de la esfera de alcance de la energía de un chakra participan de las mismas cualidades que lo definen. Así, por ejemplo, Machu Pichu es también un punto energético importante relacionado con el cuarto chakra.

Tantiens: Glastonbury y Shaftesbury

Glastonbury, Somerset y Shaftesbury, en Inglaterra, definen el centro de energía del planeta conocido en el cuerpo humano como tantiens, así, no son unos chakras como tal sino unas enormes baterías energéticas que sirven a la consciencia planetaria para mantener en buen estado el sistema energético del mismo. Para que la fuerza de la vida puede ser dirigida a su máximo esplendor, las energías de la tierra de Glastonbury se unen con las de Shaftesbury, y, a continuación, la arteria Ley se encarga de ofrecer estas frecuencias a todos los seres del planeta. Si los tantiens de la Tierra expandieran su círculo completo de influencia con la energía del amor, el dolor y el sufrimiento de todas las especies desaparecerían de la experiencia humana y de nuestra memoria.

Para mover las energías hacia el tantien para su reserva y acumulación, la energía viaja de Uluru-Katatjuta a Bali, pasando por el monte Kailas (séptimo Chakra), hasta Sergiev Posad, en Rusia, para llegar a Shaftesbury-Glastonbury. Como esta fuerza viaja por todo el mundo absorbe y libera la información que transporta en los diferentes lugares que recorre.

Quinto Chakra:  Gran Pirámide, Monte Sinaí y  Monte de los Olivos

El  chakra de la «garganta», por el cual la voz de la Tierra emerge y se expresa, es único entre los centros sagrados del mundo. Esta esfera de energías en Oriente Medio es un componente muy importante de la estructura vital de la Tierra.

Para todos los que vivimos en el planeta, el arte de escuchar la voluntad de la Tierra es algo que necesitamos aprender. Los seres humanos nunca nos armonizaremos con el propósito de la vida hasta que aprendamos a escuchar y respetar la voz del espíritu de Kumar. En ninguna parte es esto más importante que en Oriente Medio, donde el chakra de la garganta reside.

La Tierra está hablando, y nadie parece escuchar. Imaginaros un Oriente Medio donde Jerusalén y La Meca sean lugares cosmopolitas y parte del patrimonio mundial, abierto a todas las culturas. Imaginaros un Oriente Medio que esté a la vanguardia mundial en la promoción del respeto de todos los seres – humanos y no humanos – para vivir en armonía. La voz de la Tierra intenta expresarse en esa zona geográfica en la cual actualmente parece imposible que los humanos nos pongamos a escuchar su mensaje.

Sexto chakra: Ubicado en el centro de África, es el punto de percepción «extrasensorial» que permite al planeta captar energías y procesos que van mas allá de sus propias estructuras dimensionales. Es el punto a través del cual Kumar, la consciencia planetaria, puede interactuar con otros campos energéticos de otras esferas planetarias y de nuestra estrella, y a través del cual absorbe y procesa la mayoría de campos externos, cósmicos, galácticos que llegan desde el exterior del mismo, del sistema solar en el que nos encontramos y de todos los confines de la galaxia a la que pertenecemos.

Séptimo Chakra: Monte Kailas

El Monte Kailas es la montaña más sagrada del Himalaya, y es el centro del chakra de la «coronilla» del planeta. El séptimo chakra emite la energía que contiene la información del propósito de la Tierra como ser vivo, y su verdadera voluntad.  A través de este centro nuestro planeta comprende y divulga su propósito, sus planes de crecimiento y evolución, y los transmite al resto de chakras y centros energéticos del mundo.

Así que ya habéis visto donde y como se generan las energías que mantienen vivo el sistema de la Tierra, y porque cuando estamos cerca de alguno de estos puntos, si somos algo sensibles a estas corrientes energéticas podemos notar su influencia en nosotros.

 

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