¿Te has preguntado por qué cuando tienes prisa todos los semáforos están en rojo?, ¿por qué cuando quieres tranquilidad a toda costa hay gente tirando petardos en la calle? o ¿por qué cuando no quieres hacer nada tu jefe no para de darte trabajo? Pues sí, hay una explicación para eso, y no es que la vida sea así de graciosa y la sociedad conspire contra ti sino que se trata de una ley universal que forma parte de los diferentes componentes que podríamos decir están incluidos en el secreto de «cómo manifestar nuestra realidad a través de nuestros pensamientos».
La ley de Tres, todo funciona por tríadas
Básicamente cada pensamiento emitido contiene una carga energética. Esa carga energética, mantenida el suficiente tiempo se convierte en portadora de un deseo o intención, de una información consciente, que el «universo» (para no entrar mucho en detalle usaremos este término, aunque aquí hay una serie de jerarquías, seres, y procesos que forman parte del entramado de manifestación de la realidad) se encarga de manifestar en nuestra vida. Pero la manifestación de algo concreto se basa en la presencia de algo más abstracto a niveles más altos. Por ejemplo:
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Si queremos atraer más dinero, una casa nueva, otro coche, etc., estaremos trabajando con el concepto universal de Abundancia.
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Si queremos una pareja, estar con alguien, afecto, sexo, etc., estaremos trabajando con el concepto del Amor.
Todo aquello que podamos pensar en nuestro mundo está asociado a un concepto más amplio a nivel universal. Todo lo que podamos desear «ya existe», de alguna manera, si no fuera así, sería imposible crearlo. Así, nuestro trabajo es modelar una parte de ese concepto universal de forma que tome la manifestación que deseemos en nuestra realidad (abundancia convertida en un coche, en más dinero en el banco, en otra casa…)
Para ello, cada uno de los pensamientos enviados por nuestra mente se compone en realidad de tres conceptos:
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La fuerza activa (el deseo que queremos manifestar)
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La fuerza pasiva (el deseo contrario, la contraparte, la fuerza que se opone)
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La fuerza neutra (la manifestación real, lo que el universo nos trae).
Tenemos total control sobre la primera fuerza (si controlamos nuestros pensamientos), podemos aprender a controlar la segunda y no tenemos ningún control sobre la tercera, que es el resultado de la primera más la segunda.
Proceso de creación
Al igual que no puede haber blanco sin el negro, calor sin frío, arriba sin abajo, cuando queremos manifestar algo en nuestra realidad esto no puede existir sin su contrario, ya que, debido a la estructura y características de la misma, nuestra realidad es dual. Partiendo del concepto universal sobre el cual queremos trabajar (por ejemplo abundancia) el universo (o cómo quieras llamarlo) actúa de la siguiente forma:
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Lo que tu envías: quiero trabajar por mi cuenta, tener mi propia empresa y no tener jefe para no tener que darle explicaciones a nadie
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Lo que el universo (sus jerarquías y procesos) recibe: petición de generar situaciones que impliquen libertad (el concepto universal que incluye nuestra petición) + petición de generar situaciones que impliquen dependencia (lo contrario de libertad). Para entender esto es necesario revisar el concepto de la tercera ley de Newton, aplicado al tema en cuestión, donde podemos ver que no existe fuerza o proceso puesto en marcha que no genere una fuerza contraria que se oponga al mismo.
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El resultado: aparecen en tu vida oportunidades para empezar a montar tu empresa, gente que te da consejos, cursos que tomar, pero tu jefe en tu trabajo actual no deja de acosarte con más y más cosas por hacer, te invita a más reuniones, y te hace trabajar más y más en proyectos que implican hacer cosas con otros compañeros.
¿Lo entiendes? La tercera fuerza te ha generado tu petición + la petición contraria. Cuanta más prisa tengas más semáforos en rojo encontrarás.
Lidiar con la fuerza pasiva
A más energía ponemos en lo que queremos, más energía se pone también en el proceso contrario. El concepto es básico. El universo no puede distinguir/proporcionar algo sin proporcionar su contrario. Trabaja como un TODO. Como una sola cosa. Jamás podríamos saborear la libertad y la risa si no conociéramos la dependencia y el llanto.
Ahora, ¿Cómo hacer que la fuerza pasiva, contraria, trabaje a nuestro favor? Eso será cosa de otra entrada más adelante porque para entenderlo en estos momentos solo te vale darte cuenta en tu vida de como actúa esta fuerza pasiva y contraria. Analiza aquello que quieres crear y mira a ver dónde está la manifestación contraria de tu deseo que te impide conseguirlo. Comprende que es un proceso automático y universal, que SIEMPRE funciona, intégralo en tu forma de ver el mundo y podremos más adelante seguir con la forma de hacer que juegue a nuestro favor.