El hecho de haber estado hablando tanto de errantes en los dos últimos artículos ha desatado una oleada de preguntas por email, especialmente referidos al tema de “errantes negativos”. Es decir, es muy bonito hablar de almas de otros lados que vienen a echar un cable, pero, ¿y lo contrario? ¿Existen almas de otro lado, de nivel evolutivo superior, pero de polaridad contraria, que vienen precisamente a hacer lo opuesto? Pues si. Y de hecho también las hay a patadas en este planeta, por lo que le podríamos poner la etiqueta de “errantes negativos”.
En igualdad de condiciones
Una de las cosas más difíciles de entender, a veces, es que todo en la creación tiene dos caras, dos polaridades, que existe una dualidad en todo lo que ES y que esa dualidad implica que ambas partes tengan las mismas oportunidades evolutivas. Que estemos hablando de que nosotros vayamos a pasar a un nivel evolutivo positivo, no implica más que nuestro planeta ha escogido una de las dos polaridades existentes para su próximo salto frecuencial, porque es a partir de lo que llamamos la nueva Tierra, la nueva matrix, la quinta dimensión o lo que sea, según la escala que uses para medir estos niveles evolutivos, cuando ambas energías se separan, pasando a existir o avanzar en un sistema planetario STS o en un sistema planetario STO.
Pero la regla principal de este juego de la vida exige que ambos bandos tengan libertad de elección e igualdad de oportunidades, así que prevalece el libre albedrío para que quien desee trabajar o avanzar en la polaridad STS (negativa) lo haga, igual que quien desee hacerlo en la polaridad positiva. Cuando el planeta pegó el grito de “SOS” que resonó por los cuatro confines de la galaxia, millones de entidades “positivas” decidieron pasar por el vecindario a ver que estaba ocurriendo aquí para que fuera necesario balancear tanto la polaridad positiva, y descubrieron que este planeta estaba intentando seguir un camino STO por decisión propia, pero lo que llevaba a cuestas estaba drásticamente polarizado hacia el extremo opuesto. Las reglas del juego permiten que si una polaridad crece, la otra pueda hacer lo mismo, y de ahí el permiso para que millones, literalmente, millones de almas y entidades hayan llegado en las últimos siglos, y especialmente décadas, para contrarrestar la balanza.
Permiso a ambos bandos
Así, están entrando muchas más entidades y almas positivas que negativas, especialmente las que llamamos errantes que provienen de algún nivel evolutivo superior. Pero, ¿Qué hay de los errantes que literalmente vienen a ayudar al otro bando? Pues los hay, quizás menos, pero también los hay. Este tipo de errantes tienen otra connotación para el público general. ¿Qué os viene a la cabeza si os digo que una entidad reptoide encarna en un cuerpo humano? Imagino que os viene primero la idea de posesión, aliens negativos, películas de Hollywood y la idea de que igual he visto demasiados vídeos de internet. Eso es lo que suele pensar el público en general. Sin embargo, todos los grupos reptoides, insectoides, y otras razas STS (recomiendo el estudio del Dr. Corrado Malanga por ejemplo al respecto, o de Stephane Cardinaux, o de Eve Lorgen) cuando deciden encarnar usando un cuerpo humano son literalmente “errantes negativos”.
Aquí no estamos hablando de que una entidad reptoide se ancle al sistema energético de una persona de forma externa, principalmente a través del tercer chakra posterior, lo cual viene a ser más bien una especie de anclaje o entidad negativa acoplada a una persona que tiene su “alma nativa y humana” dentro.
(© dibujo Stephane Cardinaux)
Aquí estamos hablando de que nace un bebe, un cuerpo orgánico, y que es un alma reptoide o lo que sea que usa ese receptáculo como vehículo evolutivo.
Es el mismo caso, la misma forma de entrar en este videojuego que como lo hace un errante positivo. La única diferencia es la polaridad interna de esa entidad que entra en ese cuerpo físico. En este caso además, el errante STS tampoco se acuerda de quien es exactamente, ya que al haber encarnado dentro del cuerpo humano, en vez de estar anclado externamente a él, sigue las mismas reglas del juego que cualquier otra alma. Si un errante positivo no tiene ni idea de quien es, pero tiene ciertas sensaciones, inclinaciones y sentimientos que le hacen suponer que algo no cuadra con su idea de no ser de aquí, lo mismo sucede con errantes negativos. Tienen la misma dificultad para despertar que un errante positivo, pero cuando “despiertan” unos se dedican a ayudar al planeta para polarizarlo positivamente, y otros se dedican a trabajar desde dentro para mantener el sistema de control tal y como está.
El término vale para ambos lados
Hemos de tener en cuenta que el término “errante” solo denota que el alma que está dentro de un cuerpo físico no pertenece a este sistema planetario y proviene de una densidad o nivel evolutivo superior. Pero esta definición aplica de igual forma a las dos polaridades existentes a lo largo y ancho de la creación, es decir, que seres 4D y 5D negativos usan cuerpos 3D para entrar reduciendo su frecuencia o nivel evolutivo, de igual forma que seres 4D, 5D y 6D positivos los usan de igual forma para lo contrario.
En ambas situaciones, ese alma, sea de la polaridad que sea, tiene que hacer un ajuste especial para poder caber dentro de un cuerpo tan denso y tan restringido, de lo contrario, si ese alma/entidad (sea positiva o negativa) entrara a saco en el cuerpo humano con el potencial que trae por naturaleza, posiblemente terminaría “fundiendo” al recipiente debido a la gran disparidad vibracional. Así, todo errante, sea del bando que sea, debe sacrificar ciertas cualidades, habilidades y potenciales para entrar en nuestra densidad. Los “STO” lo hacen por amor al prójimo, por deseo de ayudar, por servicio a otros, los STS lo hacen por mantener las estructuras de control, por seguir teniendo un planeta donde los recursos físicos y energéticos hacen que sea una golosina que no se quiere dejar perder ni marchar, así que o bien bajo “ordenes” de la cadena de mando STS o bien por voluntad propia, deciden encarnar usando un cuerpo humano para trabajar más fácilmente, desde dentro del sistema.
Así que, visto lo visto, si, existen errantes “negativos”, y el planeta los permite porque forma parte de las reglas del juego evolutivo, aunque no suene demasiado bien desde nuestro punto de vista. Están haciendo lo que su naturaleza les dicta, lo que su especie les dicta y lo que sus planes y agendas pretenden conseguir, aunque afortunadamente, y si no cambia nada, tienen los días contados porque tengo la intuición de que este cambio hacia el siguiente nivel del juego está en las últimas y no hay nada que pueda revertirlo. Seguimos trabajando para ello.