Descubrir y potenciar tus talentos y habilidades innatas es algo que todos consideramos extremadamente importante para nuestro desarrollo personal. Saber para que valemos de forma natural es algo que podemos averiguar a través de herramientas como los Talentos de Gallup, por ejemplo, y que nos devuelve, de una lista de 34 posibles habilidades, aquellas 4 o 5 en las que destacamos por encima de las otras.
Un talento es un concepto
Los principales talentos o habilidades innatas de cada uno no pasan de ser un conjunto de características personales y formas de hacer las cosas que nos hacen buenos en ese aspecto determinado. Pero un talento sin una especificación práctica no deja de ser un concepto o un saber ser en un campo determinado que es aún demasiado genérico para permitirnos producir resultados prácticos de su aplicación en nuestra vida. Quedarnos tan contentos con la selección de nuestros talentos y no encontrar el canal adecuado para expresar los mismos es casi tan inútil como no hacer nada.
Descubrir que eres un portento en «comunicación» pero no saber cómo ponerlo en práctica nos deja igual de estancados que no saberlo, y de ahí la necesidad de dar un paso adelante para lograr encontrar el canal adecuado a cómo somos y que hacemos.
Encuentra los posibles canales
La puesta en práctica de una habilidad puede tomar diferentes formas, y aún cuando todas estén relacionadas con algo en lo que somos buenos, no todas nos resultaran igual de interesantes como para convertirla en el vehículo principal de la expresión de lo que somos. Explorando por ejemplo todos las posibles aplicaciones de un talento como la comunicación podemos encontrar trabajos o actividades tan dispares como:
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Periodista
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Escritor
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Blogger
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Presentador
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Profesor
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Conferenciante
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Psicólogo
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Coach
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…
A pesar de que podamos ser buenos comunicando, no vamos a funcionar igual de bien en todas esas profesiones por igual, ya que de otros muchos factores depende que nos sintamos a gusto o no en ellas. Nuestro carácter incluye otras facetas que decantarán y limitarán nuestra selección a probablemente un máximo de dos o tres opciones de la lista anterior.
Combinando para encontrar tu profesión ideal
Si tienes ya claro cuales son tus tres o cuatro habilidades principales, te recomiendo que subdividas cada una de ellas en 6 o 7 aplicaciones/profesiones prácticas que puedas encontrar tal y como hemos hecho con el ejemplo anterior. Para cada uno de tus talentos, escoge solo las tres actividades que más te atraen y te gustan, de forma que en total tengas unas 15. Comprueba si alguna se repite o es muy similar, de forma que puedas ver claramente que en esta profesión puedes aplicar dos o más de tus talentos. Ves reduciendo paulatinamente, agrupando aquellas que puedan ser complementarias o parecidas, o ejecutarse en paralelo si es necesario (es decir, quizás puedas ser periodista y blogger a la vez, pero quizás ser profesor y presentador no te sea tan fácil de compaginar).
El objetivo es que llegues a encontrar uno o dos canales de expresión principales de todo tu potencial, aquellos que más se adecuan a absolutamente todo lo que sabes y te gusta hacer. Quizás tu gusta dar a conocer tus ideas, pero no quieres ni oír hablar de sentarte todo el día delante de un ordenador a escribir un libro, sino que tus dotes de comunicación están orientados a ponerte delante de un público y hacerles reír cada día en un show cómico. Si no consigues sacar en claro tu canal de expresión ideal, nunca te plantearás que realmente dónde más feliz serás será encima de ese escenario, y por muchos libros que pretendas escribir, es probable que acabes dejando todos en el primer capítulo. Quizás por el contrario te gusta tanto escribir que te pasarías horas dándole al teclado, pero no tienes paciencia para hacer llegar tu trabajo al mundo, de forma que ser escritor no te vale como canal de expresión, por lo que un libro puede tardar en verse publicado. En este caso trabajar en un periódico digital o como blogger te haría mucho más feliz.
Un ejemplo práctico
Personalmente «comunicar» es uno de mis puntos fuertes, así como la inquietud por estar siempre aprendiendo, motivar a otros a que consigan sus objetivos, la organización y la iniciación de nuevos proyectos (estos vienen todos de mí trabajo personal). La combinación de todos estos factores y el desglose anterior me ha llevado a buscar una aplicación práctica que cumpla criterios de inmediatez a la hora de expresarme, flexibilidad y libertad de acceso a la información que necesito y facilidad para dar rienda suelta a la necesidad de crear. Juntando todo en uno, surgieron mis seminarios de desarrollo personal y profesional, sobre todo este que veis de cómo encontrar tu propósito en la vida, a través del cual ayudo a la gente a re-orientar su carrera profesional y su vida personal y aprender como vivir de lo que realmente disfrutan haciendo . En este caso, estos cursos se han convertido en el canal ideal de todo lo que soy. No fue fácil llegar aquí, pero empezó como cualquiera de nosotros puede empezar, tal y como decía al inicio de esta entrada. Encuentra tus puntos fuertes, y luego ponte a trabajar en ellos hasta que definas la mejor forma de expresar todo lo que tu interior puede dar a este planeta. La sociedad te está esperando, ¿vas a privarnos de ti? .