Hay un pequeño ejercicio que es magnífico para establecer objetivos y sentir como se han manifestado en nuestro futuro, en nuestro línea temporal particular e individual. No tiene ninguna dificultad, y cuando se hace bien, los resultados pueden ser muy interesantes.
Se trata de encontrarnos y visualizar una conversación con nuestro “Yo futuro”.
Planteándonos objetivos
Imaginemos que tienes claro un par de objetivos a medio plazo, digamos un año. Si no tienes nada en mente que quisieras tener o ser en ese año, ahora es un buen momento para plantearte cuales son tus objetivos en cualquier área de tu vida. Estos objetivos pueden ser tan personales y tan concretos como desees, y es mejor guardárselos para uno mismo y no compartirlos, para que nadie pueda de ninguna forma tratar de influenciar en ellos en ningún sentido.
Hablando con nuestro Yo futuro
Siéntate cómodamente, cierra los ojos, respira hasta tranquilizarte y relajarte, e imagínate que estás en una habitación donde hay un par de sillas. Te sientas en una, y visualiza como llega otra persona y se sienta delante tuyo. Eres tu, pero dentro de un año. Sin prisas, párate a observarte en tu mente, como eres, como vistes, que emociones radias o desprendes, que ves de ti mismo.
Saluda a tu Yo futuro, dile que te explique todo lo que has conseguido en este año y como lo has hecho. Que cosas han sucedido para que te sientas así de bien ahora, como llegaste a conseguir esos objetivos. Tu Yo futuro está encantado de contarte todo, te transmite las sensaciones, imágenes, palabras o emociones que tiene, el mensaje que puede darte. Trata de percibir en tu mente cualquier cosa que te venga, sin prisas.
Tu Yo futuro irradia el sentimiento y la confianza de haber conseguido por completo esos objetivos y se nota en la energía que desprende. Pídele permiso a tu Yo futuro para sentir esa energía, que recibes con agrado, e imagínate que te levantas de tu silla y te “integras” en el personaje que eres dentro de un año. Tu conciencia ahora es la conciencia de alguien que ha conseguido aquello que se propuso y que irradia la felicidad y el potencial que tiene por haberlo hecho y saber que puede seguir haciéndolo.
Ahora percibe como es esa energía que desprendes, como te sientes habiendo conseguido lo que deseabas, e imagina que te vuelves a levantar y te colocas de nuevo en tu silla, volviendo a tu Yo presente, mirando a tu Yo futuro, pero habiendo incorporado en ti esas nuevas vibraciones y energía. Disfruta de ello, respira hondo, y sal de la visualización. Anota todo lo que hayas percibido y sentido.
Repetición y detalles
Si la primera vez no sale nada o poca cosa, no te preocupes, repite esto todas las veces que quieras hasta que obtengas las sensaciones e información que consideres adecuada. A más veces lo repitas, más detalles podrás darte a ti mismo sobre tu camino a medio plazo. Recuerda que estás creando tu propio futuro, tu propia línea temporal de sucesos y eventos, nadie tiene porque interferir en ella ni desviarte de la misma, excepto tus propias decisiones y cambios que decidas hacer. Continua preguntando a tu Yo futuro y tráete de vuelta la magnifica sensación de haber conseguido lo que deseabas. Y no te olvides de tomar notas, para ver dentro de un año, si has conseguido llegar a ser como te habías visto cuando charlaste contigo mismo, 12 meses atrás.