Las peticiones puestas en marcha la semana pasada ya han empezado a ejecutarse tras unos días de “preparación” y cambios en todas las estructuras planetarias que era necesario adaptar para que así fuera, ya que, especialmente en el caso de lo que habíamos llamado las “octavas kármicas”, había que hacer cambios en las estructuras que bajan la “materialización” de eventos desde el plano mental hacia el físico, en el nivel 1.1, es decir, al más denso de todos los subniveles del plano “sólido” que es, en general, aquel que nosotros catalogamos como el plano “material” a los sentidos.
Por lo tanto, desde hace poco menos de un día, todo proceso puesto en marcha a escalas como las explicadas en el último artículo, se ven “confrontados” por una respuesta que llega un 5000% más rápido, “potente” y directamente hacia el “ejecutor” o activador de la octava. Ahora bien ¿es esto suficiente para frenar algunas de las acciones que se están poniendo en marcha contra la humanidad para seguir alterando la sociedad en la que vivimos y contrarrestar el poco, pero continuo avance, que se está produciendo? No, porque aquellos que forman parte de los niveles de control dentro de los círculos de poder del 1 al 10 van a obligar a otros, por manipulación o por algún otro medio, a ejecutar lo que ellos han planeado, librándose del “choque frontal” que supone la “octava kármica amplificada” que sus acciones generarán a partir de ahora con los cambios en los procesos evolutivos que se han producido. Por lo tanto, hay que hacer otro cambio más en el “libro de las leyes que rigen los procesos en la Tierra”, y añadir que aquellos que incitan a otros a poner en marcha aquellas octavas, acciones o procesos que siguen yendo en contra de la humanidad, del bien mayor de todos los seres vivos en nuestro planeta, de la biosfera, de la vida consciente y cualquier acto que atente contra el desarrollo de los procesos evolutivos para cualquier residente en el planeta, también vea su “octava kármica” llegarle con la misma fuerza y rapidez.
De no hacer este cambio, no habremos conseguido más que que el “ejecutor” de la acción o proceso vea en su vida y realidad los eventos que le lleven a tener que compensarlo y restaurar el daño hecho, algo que ni las “élites” ni los miembros de mayor rango dentro de los círculos de poder han sido nunca, ejecutores, siendo solo planificadores y dando órdenes o bien manipulando a otros para que las ejecuten, saliendo siempre impunes desde el punto de vista de las “leyes cósmicas” por sus acciones, pues la onda “efecto-reacción” siempre vuelve a quién la pone en marcha, no a quién le dice a alguien que la inicie. Al final del artículo pondremos la petición decidida por los Yo Superiores y aquellos que nos asisten para evitar que esta “trampa evolutiva” pueda seguir siendo usada en nuestro planeta.
Entendiendo quién mueve los hilos “humanos” en el planeta
Sin embargo, ahora nos toca dar un salto más en conocimiento para la mayoría de personas, y explicar quienes son estos “planificadores”, pues ya conocemos quienes están detrás de los niveles 1 y 2 del sistema de control de la humanidad, que son las diferentes razas que la crearon o participaron en su aparición, y de las que llevamos ya muchos meses hablando, explicando y “luchando” contra ellas, y ahora vamos a empezar a “enfrentarnos”, en cierta forma, al sistema de control humano, los que se encuentran en los niveles y círculos de poder desde el nivel 3 hasta el 10, como tenéis diagramado en este pequeño esquema que ya habréis visto muchos de vosotros más de una vez en los últimos años.
Si en el nivel 1 y 2 de poder hay 3 miembros asimoss para el primero, y 6 miembros de las diferentes razas que aún siguen en la Tierra para el segundo, el tercer círculo de poder lo componen 12 integrantes, descendientes de linajes muy antiguos que poseen control sobre todas las áreas de vida de nuestra sociedad, y, en el cuarto nivel de poder, existen 24 integrantes descendientes de esos mismos linajes antiguos pero con un rango menor. Este tema lo tocaremos en profundidad en algún otro momento, aunque los que habéis leído el segundo volumen de Dinámicas de lo Invisible ya tenéis posiblemente una idea del tema. Puesto que es realmente largo de explicar, para centrarnos en el tema de “quién” está poniendo “patas arriba” todo lo que se puede poner patas arriba en nuestro planeta, hemos de explicar el rol que tienen los “comités nacionales” de gestión de lo que sucede en cada país. Y, de nuevo, antes de que salten las alarmas conspiranoicas, ideas preconcebidas, todo tipo de teorías sobre los “amos del mundo” y demás distorsiones presentes por doquier en el inconsciente colectivo y en la red, es cuestión de ahondar en qué o quién se encuentra detrás de lo que sucede en cada país y por qué y cómo lo hacen.
Un poco de historia antigua
Remontémonos a la época en la que los asimoss estaban extrayendo oro y otros minerales de la Tierra para cubrir sus necesidades en su planeta de origen. Algunos habréis leído que hubo una revuelta, explicada en varias tablillas codificadas por los sumerios y encontradas en el siglo XIX en el actual Irak, que produjo que ningún miembro de la raza “Anunnaki” (asimoss) quisiera volver a “picar piedra en la mina”, y ello llevó a la creación del ser humano como hemos explicado, partiendo de la vida animal autoconsciente sauria, el Manu, producto de la manipulación anterior del troodón en el planeta.
Con el tiempo, aunque en los inicios de los primeros experimentos genéticos los asimoss podían controlar perfectamente a los lhumanus, se hizo palpable que, para poder deshacerse de ciertas tareas rutinarias, como era la gestión del día a día en las minas y del día a día en el trabajo que se les encargaba, era más fácil poner a unos cuantos lhumanus en control del resto, iniciando un sistema piramidal de gestión que hasta ahora perdura en todas nuestras áreas de vida, y que vemos como perfectamente normal que siempre sea alguien quien ordene y mande y coordine a otros, y que estos otros hagan lo que se les pide, en aquellos tiempos por la fuerza y con la amenaza de muerte y hoy en día simplemente a cambio de un salario y unas condiciones de vida determinadas.
Como era más fácil y vieron que funcionaba bien así, escogieron un grupo de lhumanus cuya genética fue modificada de nuevo para tener un poco más de capacidades y ser más inteligentes que el resto, es decir, necesitaban una serie de intermediarios que supieran comprender perfectamente a los “dueños” y “dioses creadores” y que pudieran transmitir y hacerse obedecer por las “masas” de lhumanus. Y estamos hablando aún cuando, en nuestros términos, corrían “australopitecos” por nuestro planeta, así que no había una inteligencia ni una comprensión más allá de las cuatro funciones básicas de picar, extraer o ejecutar órdenes muy sencillas.
Evidentemente esto era muy fácil al inicio, pues no se requería nada más que “bestias de carga” y de trabajo, pero, con el tiempo, ya no fue así, pues se hizo necesario crear trabajadores más inteligentes y más hábiles, y dotarlos de mayor destreza, por lo tanto, nuevos modelos de homos fueron procesados en laboratorios y puestos a disposición de los asimoss por sus “científicos genetistas”, siendo el asimoss conocido cono Enki por los sumerios el responsable de ello. Pero, a medida que más inteligentes eran los lhumanus, más control se necesitaba, y más intermediarios en forma de “capataces”, para entendernos, tenían que ponerse para gestionarlos.
Clanes en poder sobre los demás
Así, poco a poco, fueron surgiendo unos “clanes”, porque no eran otra cosa en aquel momento, unas “tribus” de lhumanus, que eran superiores al resto, en forma de mayor inteligencia y con el favor de los “dioses”, los asimoss, sobre los demás. Estos clanes empezaron a subyugar al resto y recibían ciertas órdenes y peticiones por parte de los asimoss sobre lo que debían ejecutar y cómo debían hacerse obedecer por los otros lhumanus. De esta manera, poco a poco, unos pocos linajes de lhumanus empezaron a poder “dirigir” al resto de grupos, tribus y clanes “homínidos”, pre-homo sapiens, con la ayuda de aquellos que les habían creado.
A medida que asimoss iban necesitando que sus “capataces” tuvieran mayor control y mayor inteligencia, a estos les dotaban de algún mecanismo genéticamente implantado o manipulado para que pudieran siempre estar por encima del resto, mientras que al resto de lhumanus simplemente se les dotaba de la inteligencia básica para manejar las herramientas, más allá de lo conocido por la antropología, que iban a usar para extraer minerales o cumplir las funciones de carga y transporte asignadas por los asimoss. Y es que, recordemos, la extracción del mineral seguía siendo hecha con tecnología asimoss, no era ni de lejos el plan de dotar de hachas de piedra y palos puntiagudos a unos homínidos para que fueran a extraer minerales a minas subterráneas, por lo tanto, los lhumanus, como tales, eran las bestias de carga, eran los que apartaban los escombros, eran los que subían y bajaban cubos con el oro y el resto de minerales, mientras que los taladros, la maquinaria y todo lo necesario para ello estaba a cargo o bien directamente de los asimoss o bien de las primeras “élites” que comprendían y eran capaces de manejar algo más que una lanza y una piedra afilada, aún sin ser capaces de estar a un nivel tan alto que supusieran un peligro para sus creadores.
Así que aquí tenemos una primera explicación global y genérica al origen de las “élites”, mal llamadas así, pero que en cierto modo lo son, y del sistema de gestión de la humanidad, porque si avanzamos en el tiempo lineal muchos miles de años, el proceso sigue igual. Los lhumanus van siendo manipulados genéticamente cada pocos miles de años según las necesidades de los asimoss y, los que están en control, los lhumanus que han sido puestos para gestionar al resto, siguen obteniendo más poder sobre estos, y más conocimiento y más habilidades que sobrepasan en mucho, a la del lhumanu “medio”.
Y miles de años siguieron su curso con este tipo de situación, hasta que el ADN de aquellas “élites” primitivas empezó a ser tan diferente del ADN del resto que la diferencia de poder, conocimiento y control era ya abismal. Había lhumanus en el poder que eran capaces de comunicarse más o menos correctamente con Anunnakis mientras que el lhumanu medio aún intentaba aprender a encender un fuego, por lo tanto, ya podéis ver e intuir que el nivel evolutivo y de conocimiento de los que rigen el sistema de control en el planeta está a años luz de una persona “normal” que, aun con su título universitario debajo del brazo, no conoce ni una infinitésima parte de lo que realmente se conoce y se sabe en los círculos superiores de poder del planeta.
Mismos linajes ancestrales
Pero entonces, ¿aquellos en el poder, en aquellos inicios, son ahora los mismos en el poder? Si, sus clanes, obviamente, o sus linajes, mejor dicho. Porque una de las restricciones impuestas a los lhumanus en poder para seguir estándolo era que no debían mezclar su ADN con el ADN de ningún otro lhumanu, ya que, de lo contrario, en pocas generaciones se diluirían los conocimientos y el potencial imbuidos en ellos. Por lo tanto, los linajes en control, y usaremos esta nomenclatura, tenían que permanecer puros y aislados del resto. Esto hizo que empezaran a no relacionarse con los demás lhumanus tan abiertamente, que se impusiera y creara el sistema de castas y de niveles de poder, que sigue vigente en muchos países, y que se exportara a todo el planeta, a todas las comunidades de “homos”, el concepto de los sacerdotes o de aquellos que hablaban directamente con los dioses en nombre de todos los demás.
Esta manera de crear una sociedad donde miembros de unos pocos clanes y linajes tuvieran control sobre todo el resto haciéndose pasar o tomando el rol de intermediarios con los creadores de la humanidad fue perfeccionándose y perdurando en el tiempo, de manera que, a través de los siglos, aquellos con mayor poder en estos linajes pasaron a la clandestinidad, ya no se dejaban ver, ya no interactuaban con los demás, y había diferentes niveles de protección y control entre ellos y la masa de lhumanus presentes en el planeta, cuando los homos erectus, habilis y modelos de esa época ya estaban siendo producidos en masa y los homos anteriores estaban siendo exterminados o dejados morir por toda la Tierra.
En nuestra época actual
Ahora, avancemos miles de años en tiempo lineal hacia nuestro presente con esta pequeña introducción en mente. Por lo tanto, ¿quién manda en un país? ¿Quién decide lo que sucede en un lugar o en otro? ¿Quién decide si un país prospera o se hunde en la miseria? Lo deciden los miembros de un comité de 11 personas que provienen de estos linajes ancestrales y que se encuentran en todos y cada uno de los países que existen en la Tierra, coordinados por comités que rigen las estructuras macro a nivel de continente, y coordinados por miembros de los círculos de poder de nivel tres, cuatro y cinco.
¿Quiere decir esto que hay un grupo de 11 personas que dicta lo que pasa en mi país o zona? Correcto. Este grupo de 11 personas está directamente relacionado con el tercer grupo de poder. Por lo tanto, se instauró, y de esto hace ya muchos siglos, el sistema de control de un comité local en cada zona del planeta donde hubiera población humana autónoma, es decir, en cada región donde hubiera un sistema “político” y económico, allá se instauró un comité. Estos sistemas y regiones fueron pasando por varios estados, imperios, conquistas, cambios y variaciones, pero siempre se mantenían bajo el control de los 11 miembros que regían esa zona o lugar, de manera que no importaba si ahora el imperio X se dividía en trocitos por las guerras internas, pues simplemente se creaba un nuevo subcomité de 11 miembros descendientes directos de las mismas tribus originales y estas pasaban a controlar el nuevo país, región o zona que se había separado de la anterior, había sido conquistada o había sido simplemente arrasada en cualquier contienda generada por los niveles inferiores del sistema de control que aún no hemos visto.
De esta manera, no existe país en el planeta que no tenga este comité de los 11. Esto hace que ningún sistema político en ningún país pueda decidir por sí mismo que hacer y qué no hacer, sino que son los “comités de los 11” los que gestionan y toman todas las decisiones a nivel político, económico, educativo, religioso, social, cultural, financiero, etc. Cuando los niveles inferiores de este sistema de control se rebelan, se pelean entre sí o no desean acatar las órdenes de este comité de gestión, el país se vuelve un caos, se organizan revueltas sociales manipuladas, crisis económicas, guerras e invasiones, etc. Cuando los miembros en el poder en los niveles inferiores quieren ir por libre se les liquida, se les sustituye, se borran del mapa o se montan las situaciones para que dejen el cargo. Cuando un político en un país quiere servir a su pueblo y no a sus élites, el país es invadido, el país es masacrado, el país es subyugado, y, de esto, creo, todos habréis conocido ejemplos a lo largo de vuestra historia como humanos en esta y otras encarnaciones, y habréis visto lo que sucede cuando una sociedad, cultura, grupo o clan no quiere acatar a otro que viene a imponerle su sistema de vida, económico o político.
Por lo tanto, el sistema de vida en la Tierra, actualmente, es un complejo entramado de personas que dirigen todas las áreas en las que el ser humano medio pueda existir, y deciden cómo y cuándo las cosas se van a ejecutar y de qué manera. Además, estos comités, por ejemplo todos los que forman los comités nacionales de los países europeos o americanos, están coordinados por un supra-comité de 11 miembros a nivel continental, de manera que los 11 que rigen “Europa”, mandan a los 11 que rigen cada país o región de Europa y así en cada continente.
Actuando contra ellos
Puesto que en general, son estos comités los que están dando instrucciones a los niveles inferiores del sistema de control para que siembren el caos como puedan por todas sus áreas de influencia, es a ellos a quienes debemos incluir en las peticiones de compensación de las “octavas kármicas” para que la reacción a aquello que planifican y ordenan les alcance a todos ellos, por pura ley “evolutiva”, al formar parte de la vida consciente en la Tierra, y no solo a aquellos que, bajo su influencia, mandato o por manipulación, inician los procesos que últimamente veis manifestados y amplificados por todo el planeta.
La petición, como la anterior, una vez, hacia el logos planetario a través de nuestro Yo Superior, es la siguiente:
Solicito a mi Yo Superior y doy permiso para que transmita esta petición en mi nombre a nuestro logos planetario, Kumar, como responsable de la vida consciente en la Tierra, sus procesos evolutivos, sus “leyes” y “normas” y todo lo que se encuentra bajo sus “dominios” y responsabilidad.
Solicito que se amplíe el alcance de las llamadas por nosotros “octavas kármicas” para que no solo aquel que puso en marcha el proceso, la acción o la ejecución de la misma vea reflejado y devuelto en su realidad la reacción y efecto a aquello que se ha activado con los nuevos parámetros codificados anteriormente, sino para que también aquellos que instigan, ordenan, planifican o manipulan a otros para que inicien estas octavas contra la vida consciente en el planeta, la humanidad, sus habitantes y residentes, la biosfera, y todo lo que se encuentra bajo supervisión y gestión de Kumar, vean también la reacción y efecto llegar a ellos, no pudiendo eludir la responsabilidad de haber instigado la acción contraria a todos los residentes y vida consciente en la Tierra, siendo los planificadores e instigadores de las mismas.
Solicito que se aplique y se modifiquen los parámetros de ejecución automática de las “octavas kármicas” hasta dos grados de influencia por encima o lateralmente dentro de la jerarquía a la que el ejecutor de las mismas pertenezca, sea humano, ente, fuerza, ser, integrante de alguna de las razas “en control” o de aquellos que les asisten.
Solicito y doy permiso para que esta petición sea comunicada a todas las almas de todos los seres humanos del planeta mediante su Yo Superior de manera que, aunque su personalidad no haya tenido acceso a esta información o no sea consciente de la misma, puedan sus almas decidir libremente si se suman con su consciencia y energía a la petición, para que sea transmitida y ejecutada con la máxima rapidez, consciencia y eficacia posible. Gracias.
Como veis, empieza una nueva fase de esta “batalla” por nuestro destino, en algún sentido, pues entramos ya a enfrentarnos a fuerzas humanas, poderosas, pero ya humanas con cierto margen de interpretación del término, y, a partir de aquí, veremos que contramedidas ponen en marcha y que hacen para intentar eludir este cambio en las reglas del juego que estamos pidiendo.