Una de las cosas que más interesa, pero también se hace compleja de entender, cuando se hace alguna introducción al tema de las densidades y niveles evolutivos en los cursos y charlas, y luego hablamos de los planos frecuenciales en los que está estructurada la Creación, al menos a nivel de nuestra galaxia, es como ambos conceptos se relacionan.
¿Qué significa que un ser tenga un nivel frecuencial que corresponde a la banda de frecuencias del plano “azul”, y que significa que sea una entidad de quinta densidad? ¿Qué significa que tengas tu nivel de conciencia en la parte más alta del plano mental y que te estés convirtiendo en un ser camino de la cuarta densidad? Básicamente una cosa denota el nivel evolutivo que tiene una persona, ser o entidad, y la otra denota el plano base más alto en el que te mueves o se mueve tu sistema energético/nivel de conciencia.
Un repaso a la estructura energética de los planos internos del planeta
Si hacemos caso a diferentes enseñanzas esotéricas, místicas y a ciertas canalizaciones, nuestro planeta, está estructurado en siete grandes niveles o planos frecuenciales, que, a su vez se dividen en otros siete grandes sub-planos, que se dividen en otros sub-sub-planos, que a su vez se dividen ad infinitum siguiendo la misma estructura fractal. De hecho, este es el primer problema al que nos enfrentamos a la hora de determinar un nivel frecuencial o evolutivo para las entidades que residen en él, pues nuestros nombres, los nombres que enseñanzas como la antroposofía, la teosofía, el cristianismo esotérico, incluso la proyecciología (proyección astral) u otras disciplinas les han puesto a estas divisiones, no tiene sentido alguno para las entidades que residen en ellos, y cuando tu le preguntas a cualquiera de estos guías/seres si son del plano mental o si son del plano monádico, te dicen que esos nombres no les dicen nada. Al final, lo más fácil, según mi percepción actual, es trabajar con las frecuencias de los colores, pues estos siete macro planos principales en los cuales se divide nuestra galaxia (posiblemente otras también), tienen una frecuencia base que podemos asociar perfectamente a la vibración de los siete colores que conocemos y que todos tenemos representados a nivel micro cósmico en nuestro sistema energético: los chakras.
Así, lo que llamamos el plano físico y etérico de la Tierra tiene una vibración base “roja”, con lo cual, si preguntas por el “color base” del plano de una entidad y te dicen que es rojo, ya sabes que se puede tratar de cualquier cosa que reside principalmente en el plano etérico. Luego, el plano naranja es el plano que llamamos el sustrato astral, o el sustrato “e”. El siguiente macro plano, es el plano mental, y la frecuencia base de ese plano, junto con el causal, es la que corresponde a la vibración del amarillo. Luego viene el llamado plano búdico o nirvánico, que corresponde a la frecuencia del verde, luego el plano átmico, frecuencia base de vibración, el color azul, luego el plano monádico o Anupadaka (según la escuela que estudies), color base índigo, y luego el plano Ádico o Divino, el plano más cercano al nivel frecuencial de nuestro logos planetario, color violeta, aunque también hay quien lo describe dorado.
Pero esto es una generalización enorme. Dentro de cada macro plano, existen infinitas subdivisiones que corresponden a infinitos gradientes del color base. Una entidad que se encuentra “residiendo” en el plano átmico de la Tierra, podrá vibrar en la parte más baja y tener una vibración correspondiente a un azul más “clarito” mientras que una entidad que reside o tiene el nivel evolutivo del final de este plano, tiende a vibrar en un plano base cuyo azul es más “eléctrico”, y puede haber diferencias enormes en conocimiento, entendimiento y sabiduría entre estas dos entidades aunque ambas digan que provienen del plano átmico o se denominen de quinta dimensión.
Entran en juego las densidades
Entonces, ¿Cómo se asocia un nivel evolutivo a un plano frecuencial de “residencia”? Es bastante sencillo cuando sabemos distinguir entre el nivel de conciencia de un ser y su estado base de vibración. Ahora que los seres humanos somos entidades de tercera dimensión, tenemos nuestro plano más bajo de vibración en el plano físico, de ahí que poseamos un cuerpo orgánico, denso y químico formado con elementos de la vibración “roja”. Tenemos un cuerpo emocional formado con la energía del plano naranja, y tenemos un cuerpo mental y causal del plano amarillo. Y eso es nuestro limite actual de desarrollo, aunque evidentemente poseemos todos los chakras y capas del aura y somos una representación de la estructura del planeta que usamos como base evolutiva, pues como es arriba, es abajo. Sin embargo, el nivel evolutivo de cualquier ser humano, su conciencia, no supera los límites del plano causal (de forma general, muchas personas empiezan ya a vibrar en el siguiente y están rozando la banda verde), de ahí que, como solo somos conscientes o tenemos acceso a los tres o cuatro primeros planos, nos consideramos seres 3D, que es donde se ubica ademas nuestro inconsciente colectivo, que nos da la medida global del nivel evolutivo que tenemos como especie. Personas más avanzadas poseen su inconsciente o supraconsciente en la parte alta del mental, y personas menos avanzadas en la parte baja.
Por otro lado, un ser de niveles evolutivos superiores, “sube un nivel” en la posición en la que se encuentra su mente grupal o inconsciente colectivo, de forma que, ademas, su cuerpo más denso, para la mayoría de seres no «sólidos» del planeta deja de ser el químico y orgánico y pasa a ser etérico (como los elementales de la naturaleza), mientras que su nivel máximo se mueve entonces y se expande a la banda verde, pues es el nivel que su conciencia o ser adquiere tras el cambio frecuencial en el cual estamos metidos todos nosotros, es decir, el nivel que alcanzara nuestro IC en el futuro. Cuando una raza, ser, o entidad se autodenomina de quinta dimensión, es porque su nivel más alto se encuentra ya en la banda verde, al inicio, si es un recién “graduado”, o en cualquiera de los planos medios o superiores del plano búdico, que llamamos nosotros, si lleva ya tiempo en ese nivel.
Y lo mismo ocurre con los planos superiores. Todo ser, raza o grupo que se autodenomine proveniente de «densidades evolutivas» superiores es porque su nivel de vibración más alto se encuentra en la banda de conciencia que corresponde al color azul o superior de la estructura del planeta donde estén evolucionando, mientras que su nivel más bajo está más allá del plano “naranja”, pues luego, a medida que una especie sube en nivel de consciencia, también suelta parte de su estructura mas densa a nivel de cuerpos, y llega un momento en el que tampoco posees ya cuerpo etérico, la cuestión aquí es que, al aumentar tu nivel evolutivo, disminuyes tu nivel “físico” o material, de forma que no estás tan sujeto a un plano base como estamos nosotros, donde el cuerpo físico marca la vibración menor en la que todos existimos, sino que en este caso tienes más libertad de movimiento entre planos, hacia abajo todo lo que quieras, pero hacia arriba solo hasta el nivel máximo que hayas podido alcanzar con tu evolución natural.
Así, hay razas o grupos de quinta dimensión “bajita” y hay seres, razas, guías y grupos de “alta quinta dimensión”. Y en la sexta tenemos lo mismo, siendo este plano, el monádico o Anupadaka, el plano frecuencial base para la parte de nuestro ser que llamamos el «espíritu», pues una parte del conjunto multidimensional que somos se encuentra siempre en este nivel evolutivo. Entidades 6D se mueven en el plano mental como nivel mínimo (porque es el cuerpo más denso que tienen) y en el monádico como nivel máximo.
Por encima del violeta
Toda entidad que alcanza el nivel de desarrollo de la séptima densidad, lo cual significa que su nivel frecuencial se encuentra en la banda de frecuencias que asociamos al violeta en la estructura de nuestro planeta o sistema solar, está lista para la reunificación con la sub-“Fuente”, en este caso, y para nosotros, o para los que hayamos “nacido” del logos galáctico, con el ser que da forma a nuestra Vía láctea. ¿Y que hay por encima? Pues otra serie de planos estructurados de forma diferente, pues nuestro Logos Galáctico proviene de otra fuente de jerarquía superior, “su Fuente”, y desde ahí se inicia otra estructura de planos evolutivos donde nos vamos a poder encontrar todo tipo de seres, razas, grupos y demás que en muchos casos se asocian a entidades angelicales, pero también a otro tipo de jerarquías muchísimo más avanzadas de lo que nos podamos imaginar.
Con esta pequeña introducción al menos podemos poner un poco de orden al tema de las jerarquías evolutivas, de los niveles de conciencia, o de las dimensiones frecuenciales base de los diferentes entes con los que uno se encuentra cuando lee información canalizada, por ejemplo, o enseñanzas antiguas que se pierden en el origen de los tiempos y que hablan de todo esto sin dejar del todo claro las relaciones entre conceptos tan importantes para entender, al menos, si cabe un poquito más, este juego de la creación en el que estamos metidos.