Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Aprendiendo a reconocer ataques o influencias externas negativas

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Cuando en los cursos de Sanación Akáshica, en los artículos del blog, o en el foro de discusión hablamos de “ataques psíquicos” no siempre hemos de tener en mente tremendos movimientos energéticos que te dejan “k.o” físicamente, que también ocurren, y son tan reales como un puñetazo en el estómago, pero que no suele ser el primer recurso a usar si hay otras maneras de persuadir a la persona que deje de hacer lo que está haciendo. Os hablo directamente de lo que llamamos entidades de orden superior STS, pues las pequeñas entidades o parásitos energéticos que se nos enganchan de vez en cuando lo hacen solo con la función de nutrirse energéticamente de nosotros, y hablo por mi experiencia, así que los ejemplos que os pongo son propios, aunque los he corroborado con otros compañeros y visto que el patrón o método es el mismo en muchos casos.

Todo el mundo es víctima potencial

Ser “víctima” de cualquier tipo de ataque psíquico es el resultado de que, en algún nivel, has hecho que se encienda alguna lucecita en el sistema de control bajo el que vivimos (el “hiperdimensional”). Sea por tu trabajo, por tu polarización, por tu aportación, por tu misión, por tu lucha por desconectarte, por tu potencial para desconectar a otros, por tus capacidades, por tu búsqueda de información, por tu peligro potencial futuro, etc. Existen miles de razones por las que todos y cada uno de nosotros, en algún momento de nuestra vida, somos temporalmente merecedores de un poco más de atención por parte de las estructuras que nos manejan. Sin embargo, y siguiendo la filosofía STS de buscar siempre el camino de menor resistencia, y dada la imposibilidad de intervenir físicamente (no van a materializarse para romperte un brazo, al menos no directamente), se trabaja siempre a nivel de intervención “mental” o “psíquica” en el sentido de que se explotan las vías abiertas y presentes en el individuo para intentar convertirlo, o potenciar, la polaridad negativa o de servicio a uno mismo que todos nosotros llevamos incorporada en gran medida.

Disuasión y conversión al modo STS

¿Qué significa esto? Simplemente que aparecen en tu mente ideas, pensamientos, conjeturas, dudas, etc., sobre el trabajo o función que haces. Sea cual sea tu aportación o lo que estés haciendo, si va en contra de la filosofía STS, se te trata de disuadir sutilmente de que dejes de hacerlo, incrementando exponencialmente cualquier resquicio que exista en tu percepción de tu trabajo. Se te pasa por la cabeza la idea de dejarlo porque hay cosas que pueden proporcionarte más “beneficios”: materiales, financieros, sociales, de fama, de poder, etc., en otros ámbitos más “normales” de la sociedad. Evidentemente ya veis que todo lo que se potencia son las ideas asociadas a los tres primeros chakras y sus áreas de vida asociadas, y además, todas dirigidas a incrementar la polaridad de servicio a uno mismo, y a potenciar la parte de auto-importancia (ego) de la persona.

Yo que me considero emprendedor (no solo soy ingeniero de profesión, sino que he montado alguna empresa y muchos proyectos con los que he disfrutado), mi lucha se vio reflejada mucho tiempo en aplacar los pensamientos de querer dejar todo esto que hago ahora y volver al mundo de los “negocios” donde evidentemente conseguiría más pasta, más “poder”, más… etc. El poder que tienen para proyectar estos pensamientos en nosotros es enorme, y no aparente. Es decir, no solo yo tengo un enorme interés por montar cosas nuevas, crear proyectos, etc., sino que además disfruto haciéndolo. La cuestión es que yo lo quiero hacer en el ámbito de la “investigación del mundo no visible”, de temas de crecimiento personal, y no en el mundo de las grandes empresas y corporaciones, pero mi pasión está ahí, así que puede ser usada y distorsionada perfectamente. Mis largas noches sin dormir durante los seis meses que pasé preparando la conferencia fueron, en parte debido al estrés de la misma, en parte a la dudas que constantemente me asaltaban y me invitaban a dejarlo correr y hacer otra cosa.

Importante, no parar de autoanalizarte

¿Cómo me he dado cuenta? Cada vez que intentaba dejarlo todo y hacer otra cosa, nada salía. Mi círculo cercano me ha oído decir de vez en cuando que me daban ganas de volver a trabajar de ingeniero para desconectar un poco de este mundo, para luego darme cuenta que todas las puertas estaban cerradas en esa dirección a cal y canto antes de que incluso diera un paso físico en esa dirección. Cosa de mí Yo Superior. Afortunadamente a base de una simple observación repetida de la misma situación una y otra vez, me he dado cuenta de que cuando se potencia en mi el deseo de cambiar de ámbito profesional a uno más ”normal”, estoy siendo víctima de un ataque. Al darme cuenta, al tener conocimiento de causa, el ataque cesa y desaparecen estas dudas o temores. Y lo hacen de repente e ipso facto. Hasta la próxima vez que estoy con la guardia baja y volvemos a empezar.

El plan B, potenciar emociones negativas

Cuando el camino de menor resistencia no funciona, es decir, cuando tratar de que abandones lo que estás haciendo falla, se pasa al plan B, que básicamente consiste, al menos en mi experiencia, en potenciar todos los miedos y preocupaciones que tengas presentes en tu sistema energético. De nuevo, no pueden crear nada de la nada, así que lo que hacen es escanear tu cuerpo emocional y mental y ver que se puede usar como arma contra ti. Entonces es cuando cualquier pequeña emoción negativa que tengas presente se magnifica mucho, sea la que sea, y el abanico es amplio. De nuevo, solo la auto observación te salva de andar patas arriba, porque cuando notas que empiezas a sentirte de tal o cual forma, y no encuentras un motivo para ello, puedes empezar a sospechar que algo externo puede estar influenciándote. Evidentemente, yo uso las técnicas de Sanación Akáshica, así que a la mínima me siento y pregunto que está pasando, identifico la emoción negativa, y la trabajo. Como veis, no hago nada absolutamente relacionado con la posible entidad que me pueda estar atacando, ni le “mando luz” (ya que no me la ha pedido, con lo cual violaría su libre albedrío, lo cual me polarizaría más en el modo STS, justo lo que deseo evitar y lo que precisamente se desea conseguir con el ataque), ni me enfado ni me reboto, ni nada por el estilo, sino que trato de trabajar con el recurso que ellos han usado en mi. Y empiezo a sanar más mis miedos, preocupaciones, creencias limitadoras, etc., para que no tengan a donde agarrarse.

Por paradójico que parezca, es una gran forma de crecimiento personal, simplemente porque te das cuenta que aquella emoción que han escogido para potenciar y hacerte “daño”, es la que probablemente más tengo que trabajar en ese momento, por ser la que más me bloquea en potencia mi desarrollo. Van saliendo así cosas que ni siquiera sabias que tenías (a nivel consciente, y que vete a saber desde cuando las arrastras): miedo al abandono, miedo a que no te quieran, miedo a la soledad, miedo a no ser feliz, miedo a perderlo todo, miedo a esto, a lo otro, etc., etc. Imaginaros estas pequeñas sensaciones elevadas a su máxima potencia, por las buenas, sin comerlo ni beberlo.

El plan C, distorsiones físicas

Finalmente, cuando esto tampoco funciona, ya que no solo has descubierto el “ataque” sino que encima te has puesto como loco a sanar energéticamente aquello que habían usado para provocarlo, el plan C es el más “peligroso”, en el sentido de que aquí si que vienen ya los “puñetazos” energéticos. Como ya comenté en otros artículos, un ataque psíquico usa ondas de extrema baja frecuencia que afectan a tu sistema nervioso, de forma que pueden provocarte fiebres, vómitos, dolores de cabeza, etc. Tampoco no pueden hacer nada si no hay ningún resquicio o problema, por pequeño que sea, que puedan poner patas arriba. Es decir, un cuerpo físico “sano” al 100% (que nadie tiene) es un muro infranqueable pues no habría nada que pudieran distorsionar o influenciar negativamente (normalmente este trabajo lo hacen entidades de orden mayor, en muchos casos). Aquí yo lo que he sufrido es fiebre alta principalmente, pero el tema de vómitos, mareos, o dolores varios lo he visto en personas de mí círculo que también tienen su función y trabajo en estos temas.

Como siempre, todo es aprendizaje

La lección más importante de todo esto es que solo pueden usar para esos ataques distorsiones presentes en nosotros, entendiendo como distorsión todo aquello que nos saca de un balance y equilibrio perfecto a todos los niveles: físico, anímico, emocional, mental o energético. Todos habéis sufrido en algún momento de vuestra vida las manipulaciones del primer tipo que os he contado, son las más comunes, ya que todos en uno u otro momento estamos trabajando hacia el servicio a otros. A más te polarizas en ese camino, más se te intenta llevar de vuelta al servicio a uno mismo. Puesto que todos tenemos dudas y preocupaciones, vemos normal el hecho de que en uno u otro momento se van potenciadas o tengan más fuerza, lo que no sabemos es que en muchos casos esta fuerza no es otra que una o varias entidades del grupo “controlador” subiendo el potenciómetro energético que las alimenta para tratar de cortar esa acción o polarización de servicio a otros de raíz. La clave está en conocerse a uno mismo, observarse constantemente y tener a mano alguna herramienta para poder solucionar esas distorsiones que nos hacen vulnerables a estas influencias externas.

 

Profundiza en este tema y amplia tu conocimiento sobre los diferentes aspectos “del mundo que no vemos”