Aprender a hablar en público

Estas últimas semanas han sido de lo más interesante, en tanto y cuanto he empezado a dar pasos cualitativos en el desarrollo de una de las habilidades que siempre he considerado de las más importantes para el desarrollo personal e interior de cualquiera de nosotros: hablar en público.

Hace años, aún siendo estudiante, participaba en una organización europea de universitarios en la cual hacíamos debates más o menos improvisados para probar nuestras habilidades de hacer presentaciones, charlas, conferencias, etc. Era extremadamente divertido, y sobre todo, «seguro», ya que estabas solo para aprender y mejorar, no pasaba nada si metías la pata o te ponías nervioso o te quedabas en blanco.

Con los años y la evolución profesional, hablar en público se ha convertido para prácticamente todos nosotros en una obligación más o menos aceptada con resignación cuando debemos presentar algo en el trabajo, en la escuela, en algún seminario, etc., por lo que, sepamos o no, debemos hacerlo y defendernos como podamos. Personalmente disfruto haciendo presentaciones o dando cursos, pero eso no significa que lo haga ni muy bien ni muy mal, ni que me ponga más o menos nervioso antes de que la charla coja ritmo por si sola.

Aprende a hablar en público

Una de las razones por las que es extremadamente importante tener cierto dominio de esta habilidad es por los beneficios que trae a casi todas las áreas de nuestra vida. No solo con la práctica uno domina los nervios de estar delante de una audiencia por muy grande o pequeña que esta sea, sino que aprendemos a expresarnos, a pensar y estructurar nuestras palabras, a valorar como nos entiende la gente, a recibir feedback y mejorar con él, a controlar el tono de voz, en definitiva, podemos llegar a mejorar tantas áreas de nuestra personalidad, que el solo hecho de decidirte a aprender como hablar en público ya es el detonante de que el resto de tus capacidades se pongan a prueba.

Como aprender a hablar en público

Evidentemente, hablando mucho. Sin miedo a equivocaros, y leyendo y estudiando y recibiendo retroalimentación. Existen libros y técnicas y clases y master privados que cuestan una pasta, y, sin embargo, la mejor forma que yo conozco es hacerlo casi gratis en un entorno seguro, amigable y profesional. Personalmente soy miembro de Toastmasters desde hace muy poco, la organización mundial que promueve la oratoria como medio de desarrollo personal y profesional. Hay miles de clubs repartidos por todo el mundo que se reúnen de forma más o menos regular y que siguen unos manuales de comunicación estupendos a partir de los cuales puedes ir preparando tus presentaciones y obtener feedback de miembros más experimentados. Si quieres saber más, busca un club cercano a donde vives y pídeles información.

Los beneficios

Que alguien domina el arte de hablar en público es algo que se nota. Se transmite confianza y seguridad, se entienden sus explicaciones, sus palabras y pensamientos están estructurados, son claros, su lenguaje corporal acompaña a lo que dice, y puede reforzar y motivar a la persona que la está escuchando con mucha más energía que alguien que no sabe expresarse. Los beneficios no son solo para aquel que piensa convertirse en orador profesional, sino para nuestro día a día, nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestra capacidad de ser escuchados y entendidos.

Os recomiendo vivamente la experiencia, yo ya ando preparando mis próximas presentaciones para la siguiente reunión de Toastmasters, y ya os iré explicando el progreso.