¿Sabrías decirme porqué aún no has triunfado en la vida? ¿Qué te está impidiendo hoy ser lo mejor de ti mismo, dar lo mejor de ti mismo, disfrutar de la más increíble abundancia, las más profundas relaciones personales y la más increíble sensación de felicidad?
Yo te lo digo. Tu mismo. Aunque no te lo creas. Tu tienes la «culpa» de que todo lo anterior no esté en estos momentos sucediendo en tu vida.
Creencias limitadoras y miedos varios
Cierto es que la vida nunca es un camino de rosas, y que, evidentemente todo lo que nos pasa tiene dos visiones, se puede ver como algo negativo, que nos fastidia, que nos agobia y nos machaca, haciendo más grande nuestra visión negativa y victimista de nuestra realidad, o verlo como algo positivo, una oportunidad de aprender algo, de dar un paso adelante, de obtener fuerza y habilidades para luego vernos mucho mejor. Es siempre cuestión de elegir cómo deseamos ver cada cosa que nos pasa.
Sin embargo, no toda nuestra situación actual depende de nuestra visión y elección consciente de cada momento que vivimos. La mayoría de los obstáculos a nuestro éxito fulminante se encuentran escondidos en nuestro subconsciente: son nuestras creencias limitadoras y nuestros miedos, que, sin llegar a aflorar a la superficie, para que no los percibamos y, al arrojar luz sobre ellos (el pensamiento consciente), podamos disolverlos, actúan por detrás de la capa de pensamientos de la mente analítica para influenciar nuestra realidad.
En El Poder de la Intuición, hay un capítulo que trata del poder del subconsciente y en el que se hace referencia a cómo este dirige nuestra vida cuando no decidimos tomar el control consciente de ella, sino que nos dejamos ir por las circunstancias de cada momento, y tratamos de nadar en la realidad creada colectivamente por el resto de personas de nuestro entorno, en vez de manifestar conscientemente nuestra propia realidad independientemente (o al menos no manejada) de la de los demás. Es aquí, en el subconsciente, donde residen todas estas creencias limitadoras y miedos, bloqueando todo el potencial que tenemos, y que hemos acumulado a lo largo de los años por las experiencias vividas.
Básicamente, lo que tenemos en nuestra mente, que nos influye pero de lo cual no nos damos cuenta, son todas estas experiencias de limitación de nuestro «poder», de presunciones que no vamos a llegar hasta allí donde nos gustaría, de que no podemos hacer esto o lo otro porque no somos bastante «buenos», de que no tenemos capacidades, o que mejor nos quedamos como estamos, porque no queremos «destacar » demasiado, por lo que ello pueda traer consigo. Todas estas ideas no han llegado «de la nada», sino que han sido fruto de años de condicionamiento por el entorno en el que hemos vivido y crecido, que nos induce a creer que hemos de hacer esto y no lo otro, que podemos ser esto y no más, etc. Estas ideas, tan implantadas en el subconsciente, son también fruto de la cantidad de «basura» que llegamos a absorber cada día a través de la televisión y otros medios: que si la cosa está muy mal, que vamos a ir a peor, que solo unos pocos llegan a la cima, que hay que sudar para ganarse el pan, etc.
Evidentemente todo esto se recoge puntualmente y hasta el último detalle en el subconsciente, creando imágenes y comportamientos que directamente «dan por hecho» que tenemos un límite, o que no somos capaces de llegar más lejos, y, por ende, nuestra mente se comporta como si esa fuera la realidad que ha de procurar hacernos llegar, y como buen servidor que es, la que nos pone delante cada día.
Economía y éxito
Normalmente, dos de los factores más importantes a nivel de bloqueo son los relacionados con el dinero y el éxito personal, pues son los más visibles a nivel social y sobre los cuales hemos obtenido y recibido más condicionamiento.
Por ejemplo, plantéate lo siguiente: ¿Cuál es el nivel económico con el que te sientes cómodo? ¿A partir de cuanto dinero en tu cuenta bancaria te empiezas a sentir nervioso si ves que baja de esa cifra? ¿5000 euros? ¿15000? Hay gente que si tiene menos de 50.000 euros en el banco se sienten preocupados, hay otros que solo cuando tienen menos de mil euros empiezan a estarlo. ¿Cuál es el nivel máximo que has podido llegar a tener nunca y con el cual, mentalmente te sientes cómodo? algunos sienten como perfectamente normal tener una nómina de 6000 euros al mes y no les supone ningún ¡wow!, para otros, recibir 600 ya es todo un logro.
¿Y quién define estos límites? Nadie más que tu. Son límites totalmente arbitrarios. Tu eres quien decide sentirte incómodo o nervioso cuando tienes menos de X euros en el banco, y tu eres quien alucina cuando piensa en una nómina de 6000 euros, en vez de verlo como algo perfectamente normal y factible. Son tus condicionamientos, tus pensamientos sobre lo que es «normal» y lo que es «wow» lo que define tu realidad externa. Y esos condicionamientos no están en tu mente analítica, por lo que no es un pensamiento que se pueda cambiar en una noche, sino que es una creencia limitadora bien encajada en tu subconsciente.
¿Y el miedo al éxito? Básicamente lo mismo. ¿Quién decide cómo vas a reaccionar y vivir si todo lo que hicieras fuera un éxito tremendo, si cada proyecto que lanzaras, cada idea que tuvieras, fuera tan buena que te vieras catapultado de inmediato a un nivel superior en tu vida? Casi siempre la cuestión es la misma. Es nuestro subconsciente quien nos frena, quien nos pone esas limitaciones por el condicionamiento social que hemos sufrido toda nuestra vida, por el miedo o el pánico a destacar, a ser tan bueno que nos agobie la sensación de bienestar y de éxito personal. ¿Qué pensará mi entorno? Mejor no saco mucho la cabeza que así, tirando, ya me va bien.
Eliminar creencias limitadoras
Es bastante difícil romper y borrar un condicionamiento de muchos años, pero no es imposible. Sin embargo hay que tener claro que podemos hacerlo. Personalmente conozco dos formas más o menos efectivas para ello. La primera, consiste en traer a la mente consciente todos esos miedos y creencias limitadoras. Examinar muy a fondo nuestras propias creencias sobre lo que podemos hacer y no podemos, sobre lo que podemos llegar a cobrar por nuestro trabajo, servicios o el valor que generamos con nuestra actividad, sobre donde queremos llegar en nuestra profesión o en nuestra vida personal. Arrancar del subconsciente esas creencias y traerlas a la mente analítica, produce el efecto de volvernos «conscientes» de repente de esas barreras, y, arrojándoles la «luz de la conciencia» se puede disolver poco a poco esos frenos que nos hemos puesto a nosotros mismos. No es un trabajo de un día, pero es muy efectivo.
La segunda forma pasa por ir directamente allá donde tus miedos y creencias limitadoras se encuentran: al subconsciente. Se puede hacer de varias maneras, por ejemplo meditando y visualizando como literalmente quemas y rompes esas barreras, escuchando nuevos mensajes por la noche mientras duermes en la que te dices a ti mismo que vives una vida plena y abundante, repitiéndote el mismo mensaje una y otra vez, etc . Se trata de que nuestro subconsciente cambie la creencia que tiene por otra nueva, la que nosotros queramos, y que a partir de entonces empiece a trabajar con ese nuevo modelo y paradigma. Si queremos sentir como algo normal que en nuestra realidad nuestros ingresos sean el doble de lo que tenemos ahora, que nuestro trabajo sea tres veces mejor, que cada proyecto que hagamos llegue más lejos, etc., solo hay que decírselo al subconsciente. Solo hay que poner ahí dentro que no hay límites para lo que queremos ser, vivir y disfrutar, y poco a poco hará que esa sea la realidad que aparezca ante tus ojos.
Cuestión de decidir
Ser lo que uno quiere ser es cuestión de una decisión propia y personal. Las circunstancias externas pueden influenciar y empujarnos a uno u otro lado, pero si tu tienes claro que puedes llegar a romper tus barreras y a vivir la vida que quieres, cuando los vientos soplen en contra solo tendrás que sujetarte un poco más fuerte y esperar que amaine la tormenta, pero no tendrás que cambiar de rumbo. Tu felicidad, la abundancia y el éxito que puedes llegar a conseguir solo depende de que tu tomes la decisión de conseguirlo, y luego, por supuesto, te pongas manos a la obra para ello. Si no existen bloqueos, creencias ni miedos en tu mente para conseguirlo, te aseguro que lo lograrás mucho antes de lo que te esperas, y con mucha más facilidad.