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El dilema del errante: misión en la vida vs karma y bagaje del alma del cuerpo ocupado

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En el segundo nivel del curso de Sanación Akáshica nos pasamos un buen rato explicando que, en este planeta, muchas personas provienen de muchas partes de la Creación y que, aquellos que son “errantes”, que han venido con una misión concreta para hacer en este planeta, deben despertar a ella lo antes posible, porque de lo contrario uno se pasa la vida “dormido” y al fallecer el cuerpo físico que ocupamos luego te queda el sentimiento de no haber aprovechado bien esa encarnación, porque no has sabido despertar a tu verdadero propósito.

Cuando algunos de los alumnos en las auto-lecturas descubren que ellos mismos son “errantes” (lo que es un errante lo tenéis aquí), en algunos se produce un sentimiento de alivio porque algo que llevas en tu interior, y que sientes, por fin tiene una explicación lógica y una base que te permite entender lo que has podido vivir internamente sin ponerle nombre.

Eso es un primer paso interesante que te permite ganar paz interior, tranquilidad de espíritu, y ahí se queda la cosa. Bien, se que soy un alma que vino a echar un cable, se que somos millones de ellas (así que tampoco te sientes nada del otro mundo), ¿y ahora qué? Yo he vivido con ese conocimiento teórico mucho tiempo, está muy bien notar y saber que tienes un bagaje anterior a la primera vez que encarnaste en este planeta, pero vaya, es puro conocimiento teórico que da apoyo a tu sentimiento interior. Tu estás dentro del sistema de vida en este planeta, usas un cuerpo humano, y juegas con las mismas reglas que juega toda alma nativa. No te acuerdas de nada, tu velo amnésico lo impide, y tienes que pasar y completar lecciones y experiencias generadas a través de tus propias acciones, tu karma, y además lidiar con el karma y el sistema familiar de cada encarnación que vas teniendo, tomando en cuenta que tienes que ir cerrando cabos y procurando no liarla para no enredarte demasiado en la vorágine de la vida “física” y estar atento a cualquier cosa que pueda hacerte “despertar”, para que intentes recordar cual fue tu motivo inicial de tu primera y subsecuentes visitas, tu entrada en este juego.

Pasa el tiempo…

Así que las encarnaciones se suceden una tras otra y vas generando cada vez más enredos a nivel físico que tienen que desenredarse, completarse, balancearse o experimentarse, y pasan vidas y vidas en las cuales no avanzas ni un ápice en la misión o propósito que originariamente te planteaste al venir a encarnar aquí. Mientras no te acuerdes de todo esto, la cosa no tiene demasiada importancia, así es la vida y así debe vivirse. Son las reglas de este sistema planetario, aunque no sean las mismas que las del lugar donde tu provienes.

El problema es cuando te pones a recordar, realmente recordar, y revivir tus periodos entre vidas, en mi caso, como ya comentaba en el artículo anterior, a través de la terapia regresiva. Ayer, tras otra sesión con una amiga con la que estamos haciendo la investigación, la sometí yo a ella a terapia para sacar un poco más de información sobre su trabajo, pues también es errante, así que le fui preguntando cosas para entender como viven otros errantes sus entradas y salidas del proceso encarnativo, y descubrir que es exactamente igual a como lo vivo yo cuando soy quien está recordando y reviviendo todo el proceso.

El dilema: misión vs experiencias

Una de las cosas que estuvimos comentando tras la sesión es que puede ser tremendamente frustrante para un errante salir de una encarnación y ver que no has hecho nada todavía de tu propósito original. Yo lo viví en mi proceso de revisión de mí última vida, cuando al dejar atrás el cuerpo físico y cruzar el túnel, fui completamente consciente de que había “desaprovechado” (y es realmente la sensación literal que tenía) una vida completa. A priori, tal y como yo me sentía al abandonar el traje físico, el cuerpo, es que debido al proceso de velo amnésico, al proceso de no saber quien era, y al no haber entendido ni haber recordado que venía a hacer, recuerdo estar completamente apesadumbrado y fastidiado conmigo mismo.

Por ejemplo, al revisar “mi trabajo” en una especie de diálogo con otra alma/ser/entidad que me apoyaba la cosa fue así:

S: ¿Y qué ocurre en esa charla?

David: Bueno… hablamos de cómo ha ido… y, en plan, no parece que me haya ido demasiado bien. Yo lo considero una encarnación un poco desaprovechada…pero, bueno, a veces sale bien y a veces no.

S: ¿Y qué te contesta?

D: Que es correcto, que no me preocupe. Era una misión un poco difícil.

S: ¿Cómo se sigue desarrollando la entrevista?

D: Me pregunta qué quiero hacer. Y, no sé.

S: ¿Qué le contestas?

D: No tengo muchas ganas de volver, la verdad. Tengo un poco de fastidio y de tedio.

S: ¿Y qué decides hacer si no vas a volver?

D: Creo que descansar un poco, estudiar…

S: ¿Y esos estudios que quieres hacer… de que van?

D: [riendo….] Je, de cómo hablar en público… supongo que es lo que me faltó para poder desarrollar mejor la misión anterior.

S: ¿Es como hacer un estudio de lo que has fallado, para poder aprenderlo, y poder volver otra vez a intentarlo?

D: si, tiene que ver con la comunicación, la expresión…

S: ¿Es en eso en lo que has fallado? ¿Has fallado en la expresión, en la comunicación, en hablar en público…?

D: Si, en transmitir a la gente, los conceptos que tenía que transmitir…

S: ¿Y es a eso a lo que te vas a dedicar este tiempo? A estudiar estos aspectos, a mejorarlos ¿Es así?

D: Está sin decidir….estaría bien hacerlo pero es que no tengo ningunas ganas tampoco…

Este tedio del que hablo en regresión es la sensación de haber perdido el tiempo por no haber despertado antes, y para mi, fue una sensación tremendamente clara y lucida.

Sabemos quienes somos, un ratito…

En otra regresión pude comprender que un errante puede mantener la conciencia lucida de quien es hasta entrado en algunos años, aunque yo solo puedo hablar por mi, en otra regresión fui consciente de ser un alma “ajena” dentro de un cuerpo físico hasta por lo menos los 7 años.

S: ¿cómo transcurren esos primeros meses de vida?

D: tengo que dejar que el cuerpo crezca…

S: ¿no hay ningún hecho significativo, ningún suceso que te marque? En los primeros meses…

D: no… Hay mucha tranquilidad

S: ¿te sientes arropado, querido, cuidado por parte de tus padres?

D: creo que no son conscientes de que yo soy consciente…

S: ¿pero has sido un niño buscado?

D: no lo sé, el cuerpo físico creo que si…. Yo he escogido esto, este cuerpo, porque era el que me venía bien… creo que no tengo… no había contacto prior con los padres

S: ¿traes algún karma con estas dos almas? ¿Con tu padre y con tu madre?

D: no…

S: ¿es la primera vez que encarnas con ellos?

D: si

S: bien, avanzamos un poquito más, ahora tienes dos años, ¿qué ocurre?

D: aprendo a andar…va muy lento…vamos… ¡es que esta evolución es muy lenta!…

S: ¿sigues siendo consciente de quién eres?

D: aha…

S: ¿no hay velo amnésico?

D: no….

S: ¿has empezado a hablar?

D: no…

S: ¿tienes dos años y todavía no hablas?

D: alguna palabra… el cuerpo va a su rollo…

S: ¿sientes que estas desconectado de ese cuerpo?

D: aha…

S: ¿sientes algún tipo de inquietud?

D: impaciencia

S: ¿interactúas con otros niños de tu edad? ¿Tienes algún amigo?

D: creo que podría tener un hermano, pero no estoy seguro…

S: ¿mayor, menor?

D: no lo sé… es como si no consiguiera integrarme en el cuerpo

S: ¿sigues teniendo un alto nivel de conciencia de quien eres y a lo que has venido?

D: aha…

S: ¿a qué has venido concretamente?

D: a trabajar…

S: ¿en qué tipo de trabajo?

D: en… despertar a la humanidad…

S: ¿tu trabajo consiste en despertar a la humanidad?

D: si…

S: ¿y eres muy consciente de ello? ¿Estando en un cuerpo físico de dos años?

D: aha…

Luego a medida que avanza la regresión, te integras por completo dentro del cuerpo físico y te olvidas de todo, absolutamente, para el resto de la encarnación.

Lidiar con el karma y el sistema familiar que te ha tocado

Así, en cada revisión del proceso entre vidas nos damos cuenta de que no tiene nada de bucólico o bohemio ser un alma/ser/entidad venida de fuera para echar un cable (me refiero a que para esa entidad no es algo que se toma a la ligera, pues conlleva una gran carga y peso). Es un trabajo tremendamente duro, arduo y, a veces, un poco frustrante porque tienes que lidiar con cosas que no tienen, a priori, demasiado que ver con tu misión original, pero que no puedes evitar, ya que forman parte del sistema que se supone estas tratando de ayudar. El karma propio acumulado y el karma del sistema familiar son dos de las cosas más influyentes que nos hacen perder más tiempo, cuando tu no tienes nada que aprender de ello (a priori). Digo perder el tiempo porque tu ya has pasado por todas las lecciones 3D, tu ya has completado todo lo que estás volviendo a revivir y es como volver a estudiar matemáticas de primaria cuando se supone que has venido a cambiar la escuela de arriba abajo. Está muy bien recordar y revisar las matemáticas otra vez, y todos los aprendizajes de esta densidad, porque cuando un errante se ofrece voluntario sabe que va a tener que volver a hacerlo, y lo acepta con gusto (a nadie se le obliga a encarnar si no quiere!), pero mi entendimiento es que muchas veces supones que será pan comido volver a revivir unos estudios “simples” mientras te puedas dedicar a tu verdadero propósito. Y, al menos en mi caso, y en lo que se de mí hasta el momento, es más bien al contrario. Tus estudios “3D” te quitan TODO EL TIEMPO de la encarnación, y no parece fácil que alguien te de un toque y te “despierte” para que te acuerdes que tu has venido para cambiar la escuela.

En mi vida anterior, por ejemplo, me sucedió algo por el estilo, “algo” me dio un toque para que “despertara”:

S: avanza un poco más, a los 30 años… estás ahí… ¿qué ocurre? ¿Sigues dando clases en la escuela?

D: estoy sentado en una mesa con alguien que parece el director o algo así… creo que me van a echar

S: ¿cuál es el motivo?

D: que pongo en duda las enseñanzas oficiales

S: ¿y porque haces eso?

D: porque no me las creo

S: ¿y qué es lo que crees?

D: que es todo incorrecto, pero no sé… tengo que encontrar la verdad, la verdad no es esa de ahí que pone en los libros…

S: ¿cómo sabes que esa no es la verdad, si no has encontrado otra?

D: lo siento… estoy convencido

S: ¿y qué haces, decides encontrar la verdad?

D: aha

S: ¿y cómo lo haces?

D: me he ido de la escuela…

S: ¿contactas con alguien? ¿Buscas otro tipo de información? ¿Cómo lo haces para conocer la verdad?

D: ni idea… meditando creo…

S: ¿cómo conoces la existencia de la meditación? ¿Alguien te habla de ella?

D: creo que han venido a… creo que se me han aparecido desde…se me han aparecido para guiarme…

S: ¿cómo han podido hacer eso? ¿A través de un sueño? ¿Cómo ha sido?

D: estoy perplejo, es como si hubiera habido alguna aparición o revelación y ahora no sé que hacer con eso…

S: ves al momento justo antes de la aparición, ¿Qué está ocurriendo en este momento?

D: por un lado creo que estoy en la playa, por otro es como si hubiera un maestro… una figura… que me estuviera hablando desde otro nivel… es muy confuso, como si estuvieran despertando algo dentro de mí

S: céntrate en el maestro, ¿es una persona física?

D: no… es una imagen, como si fuera un santo de estos que vemos en las iglesias, con túnica, con barba…

S: ¿pero es una aparición etérea?

D: es que no se… tiene cara, manos, cuerpo… pero no tiene nada de cintura para abajo… flota…

S: ¿y tu dónde estás? ¿De pie, sentado, tumbado…?

D: estoy viendo la playa, sentado… estoy en meditación, en la playa, y se aparece esa imagen

S: ¿y que hace esa imagen?

D: me dice, que recuerde quien soy…

S: lo haces… ¿recuerdas?

D: no… no se…estoy atascado…

S: no consigues despertar…

D: no consigo salir de este punto ni ver nada, ni entender nada ahora…

S: estás en la playa, sentado en meditación, una imagen se aparece y te dice que recuerdes quien eres…

D: si, pero ya está, ahí se queda todo

S: ¿puedes avanzar un poco más? ¿Cómo consigue despertarte?

D: tengo que tener fe…me levanto, salimos de la meditación, y aquí es como si empieza una nueva etapa de mí vida…

Y a partir de ahí, en esa otra vida, fue cuando me puse a hacer “el trabajo” que había venido a hacer, con matices y con otros muchas historias personales que salen por medio, pero al menos, algo me hizo “despertar”.

Y tú, ¿Qué has venido a hacer?

Personalmente no encuentro sensación más decepcionante que salir de una encarnación y darte cuenta que no has podido hacer nada de lo que tenías planeado. Está genial y es un aprendizaje constante para el alma que entra y sale el recordar y volver a pasar por ciertas lecciones y experiencias, pero ese no parece ser el punto principal de almas errantes. Luego, si ya sabéis que sois errantes, si ya sabéis que tenéis una misión, y no sabéis cual es, personalmente os recomiendo alguna sesión de terapia regresiva, pues a mi es la forma que mejor me ha ido para atar cabos y empezar a recordar de forma drástica todos los detalles de mi “trabajo”.

 

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