Una de las partes más duras de navegar por esta escuela de la vida es la imposibilidad de vernos los unos a los otros como realmente somos. Debido al traje orgánico, al cuerpo que usamos en cada encarnación, tenemos la facilidad y la habilidad de esconder, de manera natural e inconscientemente, todo lo que llevamos a cuestas a nivel emocional, mental y espiritual, y ni siquiera aquellas personas clarividentes son al 100% capaces de ver a una persona como realmente “ES” a nivel de la esencia que encarna en ella.
Es una característica pensada para el trabajo evolutivo que se ha de hacer en este “curso” en el que estamos, pero es una característica que a mi, personalmente, me fastidia. Me fastidia porque me parece que es la causa de que no seamos capaces de entendernos directamente, y de que la humanidad tenga que recurrir a juicios, opiniones, comentarios y análisis los unos de los otros para tratar de llegar a percibir o comprender lo que el resto de nosotros hace, dice o simplemente “es”.
El velo de opacidad
Se que forma parte del juego, y que es algo inevitable. La escuela que representa la Tierra en estos momentos se caracteriza por ser el nivel evolutivo más duro para nosotros, ya que la configuración escogida por este sistema donde estamos encarnando es una configuración de alto libre albedrío pero alto “velo” de opacidad respecto a niveles superiores. Es decir, no tenemos ni idea de que tenemos por delante porque no podemos percibir el rango frecuencial de la siguiente realidad del juego, y por ende, todo lo que podemos hacer son conjeturas, montar nuestros sistema de creencias, y discutir los unos con los otros sobre todo ello ya que nadie lo puede percibir realmente.
En otros sistemas, parece ser, la cosa es muy distinta, el velo de opacidad que nos bloquea la percepción sensorial (el conjunto de toda la programación que llevamos a cuestas) de los siguientes niveles evolutivos es más fino, o inexistente, por lo que entidades que encarnaran en un planeta más light, podrían y pueden percibir semi-claramente el siguiente nivel, así como desde el «cuarto» se puede percibir el «quinto», y desde el «quinto» el «sexto», etc. Aquí, solo los habitantes del reino animal y vegetal son semi-conscientes de los seres humanos, pero los seres humanos no tenemos ni idea de que hay más allá del curso evolutivo en el que estamos. Incluso los que perciben a personas fallecidas, entidades de luz, monstruitos del astral y demás están percibiendo solo seres de nuestra misma estructura planetaria, simplemente perteneciendo a los llamados planos internos o planos no físicos del planeta en el que estamos.
Juzgando a los demás, opinando, analizándolos, montando nuestra propia película
Claro. No es de extrañar que, cuando tenemos que interactuar los unos con los otros, debamos usar las funciones sensoriales y cognitivas que tenemos a nuestra disposición: lo que vemos, lo que sentimos y lo que oímos de esos otros. Luego debemos interpretar esas señales, energías, palabras y sensaciones percibidas, y luego debemos analizarlas, decodificarlas, ver si tienen sentido para nosotros, si cuadran en nuestra realidad, y si entonces esa persona está “en sintonía” y nos resuena lo que hace, dice o “es”, o está en las antípodas de todo ello. Cuanto más difícil se nos hace discernir a la persona como realmente es en esencia, más conjeturas y más análisis, juicios de valor y opiniones nos formamos, porque menos información “real” tenemos para juzgar algo o alguien. Por otro lado, cuanto más despiertos y conscientes de nosotros mismos estamos, y menos programas automáticos ejecutamos, más fácil se nos hace percibir si otra persona es también consciente de ella misma o va en piloto automático con alguna de las múltiples facetas del carácter y personalidad activadas que todos generamos.
Básicamente si pudiéramos percibirnos como realmente somos, y si no hubiéramos recibido la programación que se imbuyo en el ser humano por la manipulación genética en nuestros orígenes como especie, no generaríamos arquetipos de la personalidad para lidiar con el día a día, y con el resto de la humanidad. No nos haría falta. Seriamos transparentes los unos a los otros y la comunicación seria de “ser“ a «ser”, probablemente no de alma a alma porque seguiríamos teniendo la barrera del cuerpo por medio, pero la comunicación y el entendimiento entre personas seria 1000 veces superior al nivel en el que nos encontramos actualmente. Y ya no hablo de desconocidos con los cuales tienes que hacer un esfuerzo triple para ubicar, diseccionar y encontrar la forma de interactuar, sino de nuestro propio entorno cercano, familiar, social o laboral, con los que tenemos que lidiar cada día.
Todo sea por el aprendizaje
A mi, que queréis que os diga, me fastidian estas barreras. Me fastidia tener que explicarme o usar mis arquetipos de la personalidad en vez de que se me pueda percibir como soy, y se me pueda leer directamente a nivel emocional y mental, pero no tengo forma de librarme de este traje que ocupo (tampoco tengo intención de ello ya que es mi vehículo para mi evolución en este nivel en el que todavía estoy) así que lo único que puedo hacer es buscarme la vida para ser lo más transparente posible desmontando mis programas automáticos, mis patrones de comportamiento y mis facetas de la personalidad que solo existen porque vivo en un entorno denso y energéticamente ciego a lo que tiene alrededor, porque debo usar palabras en vez de “Gestalts” (comunicación en forma de bloques de información, donde se transmite todo sobre un concepto a la vez, como se hace en todos los siguientes niveles frecuenciales) y porque debo hacer lo imposible para entender la esencia de una persona sin juzgarla por sus arquetipos de personalidad y programas de comportamiento. A veces lo consigo, y soy capaz de ver cuando alguien está ejecutando un cierto patrón o programa, y con ello ya me libero de tener que reaccionar como lo haría si no fuera consciente del mismo (reaccionando con el mismo programa automático, por convención social o por reacción instintiva del carácter), pero no es así para casi ninguno de nosotros en la mayoría de los casos.
Como siempre, todo forma parte del aprendizaje, a más difícil se hace entendernos los unos a otros, más empeño y esfuerzo hay que poner para ello, con lo cual, más lecciones, habilidades y cualidades adquiere uno y desarrolla en si mismo, lo cual repercute en la rapidez evolutiva con la cual se completa el paso por este nivel evolutivo. No hay mal que por bien no venga. Pero eso solo funciona si tienes la base de conocimiento de que esto es así por diseño evolutivo, porque así se escogió que fuera para este planeta donde hemos decidido venir a encarnar y que nosotros hemos aceptado estas reglas del juego. Muchas otras “almas” están en otros sistema planetarios más “ligeros” (y probablemente más de servicio a otros, positivos a nivel de polaridad de sus habitantes). Cuando vas a ciegas, y no sabes porque vas a ciegas (ni siquiera te planteas que estás yendo a ciegas), es cuando se genera todo el conflicto, discusión, juicios de valor, opiniones enfrentadas, descalificaciones, o simplemente rechazo de todo aquello que no concuerda con tu visión de ir a ciegas, que no es otra cosa que la realidad personal de cada uno de nosotros.
Menos mal que tenemos a nuestros guías
La falta de perspectiva sobre las cosas, el no percibir a las personas, cosas, eventos, etc. de forma completamente objetiva, ya que no podemos hacerlo debido a la cantidad de filtros que tenemos, hace que necesitemos ayuda “externa” de aquellos que no están sujetos a esta ceguera temporal, es decir, de aquellos que no están imbuidos en un cuerpo físico. Y por eso tenemos a todas las entidades que llamamos guías espirituales para ayudarnos a navegar por la realidad. Nada queda al azar en el juego de la creación, y cuando hay “ciegos”, pues hay perros lazarillos (con todo mi cariño para nuestros guías) que son los únicos capaces de ver en perspectiva las cosas desde la verdadera esencia de las mismas. Si no fuera por nuestros guías, incluyendo nuestro propio Yo Superior, iríamos mucho más perdidos por esta realidad, porque no tendríamos cierta información, intuición y apoyo para indicarnos cuando estamos leyendo la realidad de forma completamente errónea a como se leería si no tuviéramos este velo de opacidad insertado.
Esto, afortunadamente, es solo una característica de este curso. Cuando el planeta se termine de sacudir toda su carga energética 3D 7,8Hz STS, cuando la carga energética 3D 15.6Hz STO que pulula ya por los planos no físicos se integre y active a nivel físico en el planeta, y tengamos el nuevo nivel evolutivo listo para ser usado y la vida actual haya completado su ciclo, estaremos listos para interactuar de otra forma. De forma totalmente transparente los unos con los otros.
Un nuevo vehículo, una nueva realidad común
El traje físico que usaremos en el siguiente nivel evolutivo, a priori, dependerá de las necesidades del planeta para trabajar con las energías de esa nueva realidad que le llegan externamente desde todos lados (el cuerpo que usamos ahora es originariamente diseño del planeta para cubrir las necesidades de recepción y anclaje de energías 3D). Pero si es correcto, a “grosso modo”, lo que algunas fuentes nos dicen (por ejemplo todas las publicaciones de LL Research como La Ley del Uno o las miles de páginas de transcripciones de “Qu’o” a través de Carla R. Rueckbert, lo publicado por Barbara Brodksy, o incluso por Michael Topper, o las transcripciones de Laura Knight y su experimento Casiopea) una vez hemos pasado de nivel evolutivo en el que estamos ahora todo sistema planetario se convierte en la semilla de lo que se llaman “complejos de memoria social”, es decir, un sistema en el cual todos los que están encarnados en un planeta 4D o superior están conectados entre si de forma consciente, y se perciben los unos a los otros completa y transparentemente, poniendo sus recursos energéticos y mentales a disposición del complejo de memoria social (del conjunto de entidades que lo forman), sin perder por ello la individualidad como tal, simplemente teniendo acceso al vasto conjunto de recursos que supone la información y el conocimiento disponible en todos y cada uno de los individuos y entidades que están conectados a ese complejo social.
El inconsciente colectivo como recurso común de información
Nosotros ya tenemos nuestra propia versión de un complejo de memoria social, es nuestro inconsciente colectivo, pero no tenemos acceso consciente al mismo ni lo sabemos usar para el beneficio de todos (pero si que se puede manipular para beneficio de unos pocos y mal del resto), debido precisamente a ese velo de opacidad que nos impide ver más allá de la realidad física y tangible en casi todos los casos. Pero que no lo veamos no significa que no esté, todos estamos conectados con todos (que no es lo mismo que decir que todos somos “uno”, eso es algo que a nivel metafísico solo ocurre cuando se produce la reintegración en el “TODO”), y toda la información de lo que nos sucede a todos, lo que sucede al planeta y lo que ha sucedido está en ese inconsciente colectivo (parte de lo que también se llaman Registros Akáshicos planetarios), pero como usamos cuerpos muy limitados en sus funciones, eso queda fuera de nuestro alcance en casi todos los casos.
Dos opciones
Aun así, decía, todos ya estamos conectados los unos con los otros, ahora solo falta que podamos o bien dar el salto evolutivo cuando nos toque para usar un traje que nos permita percibir la información de nuestro campo morfogenético y usarlo para el bien mayor de todos o bien desmontar y trabajar con el traje actual que llevamos (el cuerpo físico) para eliminar lo máximo posible el filtro que lo impide, disminuir su grosor, desmontar los automatismos que lleva incorporado y ser lo más transparentes posible como forma de existir en esta escuela.
Conozco personas que han dado la batalla por perdida y que esperan simplemente al siguiente nivel evolutivo para mostrarse como son, porque no tendrán más remedio y porque perciben que la humanidad como tal no está por la labor de modificar esta realidad conjunta, y conozco personas que intentan implantar las cualidades y características del siguiente nivel evolutivo ya en el tiempo que les queda de existencia en este (los años o las vidas que les falten). Ambas opciones son legitimas y ambas opciones dependen solo de nuestro libre albedrío. Al final, es todo cuestión de perspectiva, y siempre tendremos, aunque vayamos ciegos por la vida, a nuestros perros lazarillos (si les hacemos caso) para echarnos un cable con todo el amor y la dedicación que poseen, pues forma parte del diseño evolutivo de este y otros sistema planetarios el que, en esta tercera densidad, no percibamos nada de lo que tenemos por delante. Y lo queramos o no, hemos aceptado las reglas del juego, por mucho que, a veces, no nos acordemos de ellas y realmente, nos fastidien.