Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Factores hereditarios y genéticos vs factores espirituales en bloqueos energéticos

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A veces solucionar un problema físico, psíquico-mental o energético que uno tiene es un trabajo titánico, especialmente como se trate de algo heredado por vía genética proveniente de múltiples generaciones, o que provenga de la herencia energética que el alma trae consigo al encarnar de otras vidas (o de la influencia actual de otras vidas sobre nosotros). Estos problemas son complicados, están profundamente imbuidos en nuestra psique y sistema energético, y no nos dan demasiadas facilidades para salir a la luz y dejarse transmutar como si tal cosa.

¿De dónde sale esto?

Una de las primeras cosas que ante un problema así debemos hacer es determinar su origen. Es muy diferente tratar algo que proviene por vía genética y hereditaria cuya consecuencia está en el cuerpo físico y vehículo orgánico que usamos, que tratar algo que proviene de procesos del alma arrastrados de otras encarnaciones.

En el primer caso, hemos de suponer que sea el alma que sea que encarne en ese cuerpo físico, el problema estará ahí presente, es decir, no importa si es mi alma o la del vecino la que usa el cuerpo orgánico que tengo, si ese problema, disfunción, tara energética esta a nivel de ADN, a nivel de algo que se transmite de padres a hijos, ese problema va a aparecer igual. En el segundo caso, es al contrario, si el problema está en el equipaje que trae el alma al encarnar, ese bloqueo aparecerá solo en el vehículo físico que ese alma elija, y resulta que si quiero tener un hijo que a nivel genético no trae ninguna “tara” de sus ancestros, pero el alma que decide encarnar en él lo trae, podrá manifestar el bloqueo o problema, mientras que si otra alma con otras características decidiera encarnar en ese mismo cuerpo físico, no manifestaría ninguno.

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Así que ya tenemos ahí una primera línea de investigación, ¿de dónde proviene el bloqueo, problema o disfunción que tengo? Tenemos tres opciones: de nacimiento por vía hereditaria y genética, de nacimiento por bagaje kármico o energético del alma, o por generación a lo largo de la vida cuando alma y cuerpo ya están unidos y forman una simbiosis conjunta. Este tercer caso es uno de los más frecuentes en los bloqueos “superficiales”, es decir, en aquellos problemas que son los primeros en salir a a luz en las sanaciones y terapias porque son los que se han generado después del nacimiento, mientras que los otros tienen raíces mucho más antiguas y complejas.

Cuando el origen está mezclado y proviene de ambas partes

Pero aun habiendo determinado el posible origen, la cosa no es nada sencilla. Resulta que como todos solemos encarnar con un mismo grupo de almas en diferentes vidas, simplemente intercambiando los papeles, el defecto genético que se generó hace 20 generaciones y que has ido arrastrando por línea paterna y de forma hereditaria resulta que tiene como personas implicadas a las mismas almas que ahora lo están sufriendo pues han encarnado de nuevo en esa misma línea pero unas cuantas encarnaciones después en el tiempo. Y resulta que una enfermedad que por ejemplo se generó en tu tatarabuelo, que se manifestó también en tu bisabuelo, tu abuelo y tu padre, también te afecta a ti por vía genética, pero mucho más a nivel de alma, pues estuviste implicado en el proceso que detonó esa enfermedad por un enfrentamiento con la persona que era tu tatarabuelo, que en esa vida igual era tu pareja, que generó la disfunción energética que terminó manifestándose en un problema físico traspasado generación tras generación, hasta que, por efecto de ese karma te llega a ti 100 años y cuatro generaciones después.

Sanando el conjunto del grupo primario de almas

Y es que no es nada fácil solucionar según que cosas. Para tu poder sanar algo, a veces hay que sanar a toda tu familia, y eso los que hacéis constelaciones familiares lo conocéis muy bien. Y a veces para que alguien de tu familia sane, tu tienes que hacer un trabajo enorme primero, porque si tu no transmutas ese problema, tu hijo sigue enfermo o manifestando algo que no sabes ni por donde cogerlo. Es terriblemente importante ahondar hasta las profundidades de uno mismo para llegar a curar algo que puede haber sucedido hace 40 vidas, y sigue latente, porque de lo contrario, las mismas almas que estuvieron contigo en el momento en que se creo ese problema hace esas 40 vidas, puedan estar ahora formando parte de tu círculo cercano esperando a que des el paso de auto sanarte para poderse ellos despegar y liberarse del anclaje energético-kármico-emocional que tienen con ese mismo problema.

Lo malo es que puede ser un trabajo de años, porque no estoy hablando de desbloquear un chakra, de sanar una creencia limitadora o de expulsar una entidad del aura, sino hablando de aquellos traumas, miedos y limitaciones que han sobrevivido al filtro de la limpieza y restauración energética que toda alma pasa en el periodo entre vidas y sigue estando latente encarnación tras encarnación.

Usar un enfoque multidisciplinar

A veces hay que combinar múltiples herramientas y trabajar en equipo. Si yo quiero evitar una enfermedad que mi padre y mi abuelo han tenido, tengo que ver si es algo genético que voy a manifestar porque así está en el ADN que me han transmitido, o si es un problema kármico de alma de mí padre y mi abuelo que tenían que pasar por ello, pero ni yo ni mi hijo estamos sujetos a esa situación. O por el contrario, si se trata de un karma a nivel de grupo de almas en el cual tanto mi abuelo, mi padre, yo y mi hijo estamos sujetos al mismo proceso y por lo tanto, si no nos enfrentamos a él, manifestaremos el mismo problema. O ambas cosas, que sea genético y a nivel de ADN y que sea kármico a nivel de alma. Muy complicado.

Este tipo de liberación y transmutación requiere de mucha paciencia y ganas de crecer y de mirarse el ombligo, aun cuando uno no es capaz de ver en si mismo que este tipo de cosas están latentes, pero que es entonces cuando toman fuerza y se manifiestan precisamente para obligarnos a ello, a enfrentarnos. Si uno desea sanar, cortar, liberar o limpiar debe estar dispuesto a romper las barreras y los miedos que impiden hacerlo, y debe estar dispuesto a cambiar, porque cuando uno cambia por dentro, todo cambia por fuera, y a veces eso es lo que más asusta. ¿Seré una persona diferente si sano este problema? Como todos nos acostumbramos a vivir con nuestros pegotes y bloqueos, y les hacemos sitio en nuestra zona de confort, siempre podemos tirar adelante un poco más y dejar para un poco más tarde el enfrentarnos al mismo. Pero tarde o temprano hay que hacerlo, no especialmente por nosotros, a malas, uno se va de esta encarnación, y vuelve en la siguiente con otra oportunidad para solucionarlo de nuevo, pero por la gente que tienes alrededor, porque aunque tienen las mismas oportunidades, sabiendo que si tu solucionas algo en ti puedes solucionar algo a nivel familiar ya tendría que ser motivo suficiente para dedicarse en cuerpo y alma a ir a por ello.

Cosas así a veces aparecen en las lecturas de registros, y no se solucionan con una sola limpieza, de hecho, para solucionarlas uno necesita de múltiples ayudas externas y de una combinación de múltiples técnicas y terapias, así como de autoconocimiento. En el fondo, todos tenemos las oportunidades de crecimiento que necesitamos y la ayuda que nos hace falta cuando la pedimos. Lo único que cuesta es empezar a mirarse el ombligo, y entonces, tomar la decisión de que uno no puede esperar más para empezar a trabajar en esa liberación, que quizás tantas almas de tu entorno y tantas generaciones de tu línea genealógica han estado esperando.

 

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