…
Al igual que había pasado con la transformación del troodon en el manu, quizás, lo que ninguna raza sabía, o supo hasta mucho después, es que Eur, Durán y Umar dieron una vez más el visto bueno para la transformación del manu en lhulu, y la cruza de este con el manu, sin tener que decir nada, ni dar instrucciones de ningún tipo. Simplemente no intervinieron para parar o alterar la creación del lhumanu, pues no había alternativa en ninguna línea temporal para densificar más aún a Kumar que permitir que asimoss crearan la vida lhumana y poblaran la Tierra con ella, aunque no fuera con los parámetros ni características inicialmente planificados para la especie que había de habitar la Tierra, ni con el cuidado y «apadrinamiento» que se quería de asimoss para la nueva especie en Eur.
En todo caso, y desde un punto de vista macro, el propósito seguía cumpliéndose, había vida consciente y tremendamente física en el planeta que solidificaba el anclaje de Kumar, pues sus avatares eran tan materiales como se podía ser en Eur, y, al aumentar más y más en número, ayudaban a que el peso energético del planeta creciera y facilitara la tarea de sostener el paso evolutivo de toda la galaxia.
Sin embargo, y una vez más, los amoss, que tienen un papel tremendo en todo esto y que veremos más tarde en detalle, volvieron a darse cuenta de que asimoss estaban siguiendo el plan de Eur, aunque creyeran que no era así. Por lo tanto, instruyeron a estos sobre lo que estaba pasando, y les hicieron darse cuenta de que seguían bajo las directrices evolutivas de las jerarquías logóicas al estar conectados a ellas. Así, propusieron al conjunto de la raza asimoss la desconexión total de sus Yo Superiores, como forma de dejar de estar sujetos a las directrices, procesos, instrucciones y «energías evolutivas» que, desde los logos, emanan hacia los YS y, de ahí, hacia cada uno de los miembros de la raza asimoss y de cualquier otra.
El cómo hacerlo era conocido por los amoss ya que ellos se habían desconectado por completo de sus YS hacia millones de años, en la galaxia original en la que nacieron y de la que emigraron, así que conocían los protocolos que se debían llevar a cabo y los pasos y resultados que tal acción tendría.
Por razones que explicaremos en breve, el “enfado” de amoss con las jerarquías logóicas era tal, que reclutaron a otras razas como los zuls, animiss, alomiss y rashids (y algunas otras más), para que hicieran lo mismo: desconectarse de sus enlaces con todos los logos, con la promesa de ayudarles a dominar todo el plano físico y etérico de la Vía Láctea, y convertirse en los únicos dueños de la Tierra, de todos sus recursos y de muchos otros planetas que aún no habían subido de nivel evolutivo y que mantenían sus estructuras inferiores en la banda “material” de la galaxia.
Así, guiados por amoss, asimoss y el resto de razas colaboradoras se desconectaron de sus YS y se «liberaron» de las directrices evolutivas logóicas. Ningún YS iba a regir ya el destino evolutivo de los miembros de las especies que hoy están en control de la vida en la Tierra, y solo la consciencia común de sus inconscientes colectivos actuaría como el motor grupal que los mantendría cohesionados y avanzando en conocimiento, poder y consciencia para el resto de su existencia como especie.
Puesto que la mayoría de ellos tenían un nivel evolutivo y tecnológico lo suficientemente alto para poder existir y dominar a muchas otras razas sin necesidad de tener que evolucionar hacia niveles más “energéticos” y más «elevados» desde los cuales, razas como la de Amm, trabajaban y existían, asimoss y compañía se plantearon no pasar de una cierta banda energética de Eur, a partir de la cual, posiblemente, tendrían “enfrentamientos” con otras especies de la Unión de Razas de Eur, que existían y habitaban planetas en esos niveles evolutivos. Por lo tanto, sabiendo hasta donde podían llegar y no traspasar, iniciaron su expansión por todo el plano físico y etérico de la Vía Láctea, conquistando, asentándose, y creando a otras razas que sirvieran a sus propósitos en el camino. El conocimiento adquirido sobre genética, sobre manipulación de las formas de vida, sobre la configuración energética, mental, emocional, espiritual, etc., de estas, les había dado un enorme poder sobre muchas otras especies aún en niveles inferiores de evolución y desarrollo.
De hecho, una de las razas creadas por asimoss son los conocidos como “grises” por los humanos, que tuvieron, y tienen, una larga historia de lucha y sufrimiento bajo su dominio y a los que están sometidos, y de los que solo una parte, que nosotros conocemos como los “grises altos”, pudieron y lograron librarse del yugo asimoss y evolucionar independientemente de ellos. Pero esta historia queda apartada, para ser contada en otro lugar.
Y el tiempo iba pasando. Por paradójico que parezca, el propósito de Kumar se seguía cumpliendo, aunque en términos, digamos, no apropiados a la manera en la que habían sido diseñados, pero, al final, si estás sosteniendo un castillo de naipes, de personas, o de sistemas planetarios, tu deseo es cumplir tu función, sean otras personas de buena voluntad las que te sujetan y sostienen, o sean bloques de piedra, razas hostiles o una especie nueva subyugada a otra los que te estén permitiendo hacer tu función de densificación, anclaje y “peso”, para todo Eur.
Por lo tanto, a partir de la creación del lhumanu, la raza humana empezó a hacer su función.
Para adecuar la Tierra a sus necesidades, y evitar que razas de nivel superior pudieran venir a entorpecer sus planes en el planeta, asimoss variaron la gravedad de este, incrementándola, pues creían que quizás los de Amm, o razas colaboradoras de los planes de Eur, harían todo lo posible por bajar como fuera al plano físico de Gea y frustrarles sus planes de dominación de la Tierra, arrebatándoles el control de la raza humana. Entraron un poco en algo parecido al concepto humano de paranoia, que se apoderó de la psique común asimoss, y todo lo que temían era que miembros de la Unión de Razas de Eur aparecieran en cualquier momento por Gea y trataran de echarlos, de arrebatarles el control de la lhumanidad de entonces (aun no éramos del género “homo” actual, sino “lhumanu”).
Así que no solo incrementaron la gravedad planetaria para que poquísimas razas de todo Eur tuvieran la capacidad de “bajar” hasta la franja «uno» sino que, además, empezaron a hacer más y más cambios en la psique lhumana para inhibir todos los potenciales de la misma (heredados de ellos mismos al haber usado ADN asimoss para crearnos), toda capacidad de desarrollo, toda futura posibilidad de que fueran “liberados” por otras razas desprogramando el intrincado sistema mental que habían insertado en el avatar, etc. Y es que, puesto que el troodon recibió la conexión con un YS y fue dotado de un cuerpo álmico individual, el manu también mantuvo esa configuración, e igualmente el lhulu y posteriormente el lhumanu, y eso era algo que ni siquiera la tecnología asimoss podía revertir, con lo que la posibilidad de evolución y crecimiento gracias a la conexión de todos los lhumanus con sus YS, y de ahí con todos los logos, seguía presente, y eso también les hacía volver más paranoicos sobre cómo evitar que, en algún momento, la recién creada raza “lhumana” escapara de su control.
Para ello, codificaron y encriptaron el programa “ego” en la psique, adaptaron las esferas mentales y el inconsciente colectivo para ofuscar, confundir, bloquear e inhibir los potenciales latentes y, de esa manera, fueron haciendo pruebas con los lhumanus creando modelos más acordes a los planes asimoss de tener una raza bajo su control, que, en algún momento, sirviera también a sus planes de expansión “galáctica”, pues era la única raza lo suficientemente densa y material que ellos tenían bajo dominio total que podían usar como “recursos” y “tropas de asalto”, si, en algún punto de su evolución, llegaba el momento de sacarlos de Gea y expandir sus hábitats por otros planetas “físicos” de la galaxia, empezando millones de años después de su creación por llevarles a la Luna, su satélite, y, luego, a Marte, donde ya estarían fuera del dominio de Kumar y podrían continuar con sus planes más fácilmente.
Sin embargo, y, aunque ya contaban con ello hasta cierto punto, no fueron del todo conscientes que incrementando la gravedad terrestre para solidificar más el planeta y subirlo en densidad (haciéndolo inaccesible a la mayoría de razas de Eur) iban a hacer fallecer a todos los grandes saurios, que serían incapaces de sostener su peso y tamaño en un planeta que les anclaba al suelo irremediablemente, al no poder andar ni moverse en una gravedad más elevada que la que originariamente poseía el planeta cuando fueron traídos por amoss y diseminados por el ecosistema natural por los “jardineros”. Además, hicieron chocar, pocos años después, un enorme meteorito, que impactó sobre la Tierra para inclinar un poco su ángulo respecto al sol, complicando las cosas todavía más para quien quisiera o intentara entrar en el planeta, pues, literalmente, “doblaron” estructuras energéticas al modificar el eje de inclinación terrestre que, de seguir en la inclinación inicial, facilitaban la entrada y salida por portales “dimensionales” naturales presentes en la Tierra a todas las razas que, antaño, habían ido y venido para sembrar vida y cuidar del desarrollo de la misma, en los primeros compases del proyecto de “biosfera galáctica”.
De nuevo, no se dieron cuenta que también todo eso beneficiaba al plan de Kumar ayudándolo a ajustar sus puntos de apoyo, del que no estaban demasiado pendientes ya, pues solo pensaban en mantener la Tierra como su colonia, explotar sus recursos, mandarlos a sus planetas de origen y seguir expandiendo su dominio por otros planetas de la Vía Láctea, asegurándose además de ser los únicos «dueños» de la Tierra.
Y es que Kumar, en ese momento del proceso de paso evolutivo, estaba ya sosteniendo el peso de prácticamente toda la Vía Láctea, y la cantidad de sistemas apoyándose en su estructura es inimaginable para una mente humana. Aun así, nuestro logos planetario seguía con tesón y voluntad, y mucho sufrimiento, en sus términos, manteniendo su función y propósito, fuera como fuera, pero viendo con tristeza (en sus términos), la situación de la vida en la Tierra. Es algo así como si estás con las manos en alto, aguantando una viga que sostiene una casa, y te empieza a picar la espalda porque en tu piel se han instalado unos bichitos que empiezan a aprovecharse de ti, y no tienes más remedio que seguir manteniendo las manos en alto para sostener la viga y aguantar el picor y más o menos dejar que esos bichitos sigan expandiéndose, sabiendo que, en un nivel mayor, mucho mayor, hay una razón para ello, pero eso no quita que estén alterando tu ecosistema, que estén alterando la vida en tu avatar, que estén alterando los equilibrios internos que debían mantenerse en Gea, etc. Simplemente, era cuestión de prioridades, y se consideró prioritario la función de sostén de todos los sistemas de Eur que intervenir para corregir todo lo que estaba sucediendo en el interior de la Tierra, ya que, de haber intervenido para frenar los planes de asimoss, Kumar se hubiera desestabilizado, y el “castillo de naipes” corría el riesgo de desmoronarse. Por lo tanto, no había más solución que dejar hacer dentro de Gea a asimoss, y avanzar todo lo rápidamente posible con el paso de todos los sistemas que quedaban en Eur hasta el siguiente nivel evolutivo, para tener tiempo luego de corregir e intervenir , una vez completado el mismo, para ayudar a la raza humana, y al sistema de vida en la Tierra, a volver a los planes originales que ya estaban muy desviados de sus parámetros iniciales.
Así que, a medida que los milenios pasaban, asimoss fueron creando nuevos modelos de homos y diseminándolos por todo el planeta, incrementando el número de humanos por cientos de millones, creando lo que ellos querían que fuera su “futuro ejército”, lo cual beneficiaba siempre el proceso de sostén de Kumar, pues a mayor población, mayor peso (algo que sigue siendo válido hasta hoy en día), pero eso ningún humano lo sabía, ni lo sabría hasta millones de años después, en el que alguien lo pondría como una historia para ser recibida por la psique, que activaría procesos de “recuerdo” de una función para la humanidad largamente planificada por miles de seres y todas las jerarquías de Eur, y ocultada en el inconsciente colectivo de esa nueva especie, en sus almas, y en sus Yo Superiores.
En todo caso, asimoss se desdijeron de la función de “apadrinamiento” que toda raza que crea a otra raza debe cumplir, como los de Amm intentaron hacer con asimoss, y como asimoss tenían la obligación de hacer con nosotros. Por un lado, los procesos de libre albedrío llevaron a que asimoss, influenciados por amoss, se negaran a hacer ese papel, pero, por otro lado, el resultado final a escala «galáctica» era el mismo, y, por lo tanto, se dio el visto bueno para que saliera adelante y, una vez más, Eur, Durán y Umar, dejaron hacer, vigilando las líneas temporales, pero sin impedir lo que tenía que venir.
Lamentablemente, lo que asimoss no sabían (porque los amoss no se lo habían dicho, la cooperación no siempre lleva a la sinceridad total entre ellos) era que ellos, asimoss, al final del proceso de paso evolutivo de todos los sistemas de la Vía Láctea, iban a ser «recompensados» enormemente por Eur por el servicio que realizaban, o que hubieran realizado, de haber seguido las instrucciones de los de Amm.
Y es que, de nuevo, fue la intervención de amoss lo que convenció a asimoss de no seguir los planes de Eur, al explicarles su historia grupal como raza, y contarles qué fue lo que les obligó a abandonar su galaxia y llegar a la nuestra. Asimoss comprendieron qué era lo que los amoss querían «prevenir» que volviera a suceder, pues estos explicaron a asimoss lo que les había pasado, y volvieron a ver por qué ellos mismos, asimoss, habían sido creados.
Así que para poder entender la situación de aquel entonces, no nos queda otra que ver y tratar de comprender, pues, la historia de la raza amoss.
Continuará….