Como nota adicional a la explicación que hemos dado del número uno, se me olvidó añadir que el campo del “uno” es también el campo energético que rige el principio entrópico en la Creación. Todos creo que comprendemos lo que la entropía representa, es el principio del “desorden”, del “caos”, pero entendido como la cualidad que mueve la materia y la energía a dispersarse y tender a “expandirse” por todo el espacio disponible. Esto lo entendemos cuando vemos cómo una casa ordenada, como no la estés ordenando regularmente, termina con los cojines del sofá en el suelo, la ropa tirada por la cama y los platos sin lavar en el fregadero. Es obvio, el ser humano, digamos, puede ser un ser “desordenado” por naturaleza y solo la voluntad de “ordenar” y mantener “en orden” las cosas nos proporciona una casa con las cosas en su sitio. Pero esta explicación de la entropía es solo un ejemplo muy básico de un principio universal, en el que todo lo que está “compacto” y “condensado” en un punto, si se deja a su libre flujo, termina expandiéndose, perdiendo “orden” y tendiendo al desorden con el tiempo y a diferentes ritmos y velocidades.
Por lo tanto, la entropía se encuentra en la base de los procesos evolutivos porque todo tiende a aumentar el nivel de entropía si no hay fuerzas que la frenen o la eviten y el ritmo al que la entropía “fluye” está marcado por el campo del “uno”, porque cada molécula y cada átomo de cada cosa, siempre se disocia del orden establecido en un paso, en un grado, en un estrato o en un estado energético. La entropía es gradual porque no pasa de estar todo ordenado “ahora” y todo “desordenado” al instante siguiente, siempre se “desordena” lo que sea en una magnitud de un “paso detrás de otro”, siendo la energía del número uno la que se conectó a los procesos entrópicos de cada universo para regir este cambio y esta “descomposición” de forma paulatina.
¿Por qué existe la entropía? ¿Tiene alguna razón de ser? Si, la tiene. El universo, la “Creación” no es estática, todo está en permanente cambio y para que se permita ese cambio permanente, no puede existir nada que una vez “creado” permanezca inalterado para siempre, pues impediría que, más adelante, otras cosas pudieran ser alteradas o modificadas si una de las estructuras que la forman es imposible de modificar. Por lo tanto, se creó el principio entrópico para ir “disolviendo” todo lo creado y permitir que las cosas volvieran a crearse de nuevo, aunque tardaran siglos, milenios o miles de milenios, pero el ritmo o la velocidad no importa, lo que importa es que la energía fluya y se transforme y que todo pueda ser modificado.
Y, para poder modificar algo que ya tiene un orden y una estructura, tiene que crearse una ley o principio “universal” en el que las partículas que forman ese algo tienden a “descrearlo” para volver a “expandirse” de nuevo en la Creación a la espera de ser usadas para crear algo más.
Así, simplemente, la descomposición por ejemplo de una planta en la tierra, es un proceso entrópico donde los átomos que forman esa planta se verán liberados para poder ser usados para crear otra cosa en cualquier otra parte de la Tierra, igual que las moléculas que forman nuestro cuerpo por el proceso entrópico algún día cuando fallezcamos serán usadas para formar parte de otros elementos. Todo se recicla, todo se reúsa, y nada permanece inalterado.
Así, manteniendo la velocidad de alteración e incremento de la entropía regida por el número “uno”, las cosas van a un ritmo despacio y sin crear caos, al menos que se haga a propósito y de forma forzada, de manera que, si las cosas se dejan la ritmo marcado por la naturaleza y las corrientes que la rigen, siempre se incrementa el “desorden” natural de las cosas “un” grado cada vez. Esto hace que todo fluya y todo se mantenga en armonía, se crean “cosas”, se empiezan a disolver con el paso del tiempo, se desintegran y liberan sus partículas, se vuelven a crear “cosas” con esas partículas, se vuelve a iniciar el ciclo, y, así, eternamente transformando todo lo que existe, y haciendo válido el principio de que lo único que permanece constante, es que todo está en permanente cambio.