Metafísica - Estructura de la realidad - Mente y Consciencia -  Sistema energético del ser humano 

Breve introducción a los chakras

¿Qué es exactamente un chakra? Para quien nunca los haya estudiado, quizás todo esto le parezca algo confuso. Los chakras son puntos de transformación energética, vórtices, lugares en el sistema energético de nuestro cuerpo en los cuales confluyen una serie importante de canales a través de los cuales se distribuye la fuerza vital de nuestro ser, y de nuestro entorno, hacia el resto de nuestro cuerpo físico y etérico. Estos centros se visualizan en forma de remolinos y son los responsables del campo electromagnético que rodea el cuerpo físico y que está compuesto por capas sucesivas de energía que vibran a frecuencias cada vez más elevadas.

Cada una de estas capas de nuestra aura está relacionada con uno de los chakras. Es como si en nuestro interior tuviéramos 7 lámparas encendidas a lo largo de nuestro cuerpo, cada una de las cuales da una luz de una tonalidad diferente que se difumina alrededor nuestro, en 7 capas distintas, una cubriendo a la otra. Cada uno de los chakras tiene una parte frontal y una parte posterior, menos el primero y el séptimo, y todos ellos están unidos por un canal energético central, y dos canales adyacentes y que serpentean entre si, que corre a lo largo y lados de toda la espina dorsal por el cual se comunican y se traspasa la energía vital de un punto al otro.

Funcionalidades específicas

Además, cada chakra se asocia a un tipo de función y lleva asociada unas cualidades específicas. ¿Por qué decimos que un chakra está asignado al amor, a la comunicación, a la fuerza de voluntad, u a otro tipo de energía? Porque cada uno de ellos vibra a una frecuencia determinada, y esa frecuencia corresponde a varias cosas, de ahí las correspondencias que vemos en todos los libros y webs que nos hablan de ello. Así, el chakra del corazón vibra, y procesa, la misma frecuencia que la energía universal del amor, y sus arquetipos asociados, o lo más cercano posible a ella, igual que vibran piedras como el cuarzo rosa o algunos sonidos y mantras. De ahí que cuando queremos activar el chakra del corazón, nos sea muy útil usar esos otros elementos que tienen una frecuencia de resonancia parecida, sean colores, sean minerales o sea música.

Chakras en armonía

Cuando los chakras están funcionando bien, se comportan como “remolinos”, es decir, están girando y haciendo mover el tipo de energía al cual están asociados en perfecta armonía por todo nuestro cuerpo. Cuando algún chakra está parcialmente cerrado, “giran” a menor velocidad, o están parcialmente bloqueados, que es lo mismo que decir que la energía asociada a ellos no fluye por nuestro sistema físico, energético y los cuerpos sutiles.

Los bloqueos de los chakras están asociados cada uno a su propia función, siendo evidente que, por ejemplo, la represión de los sentimientos es un bloqueo en el chakra del corazón, los problemas de comunicación son bloqueos en el chakra de la garganta, etc. Aunque solemos trabajar en terapia en general con los 7 chakras primarios del cuerpo y varios chakras secundarios, existen chakras extra físicos por encima de nuestra cabeza que son igual de importantes, ya que tienen funciones asignadas y asociadas con los cuerpos y funciones superiores del ser humano, aunque no estén activadas o funcionales en la mayoría de personas.

Garantía de supervivencia

Hemos de decir también que sin los chakras nuestro cuerpo físico no podría existir como tal, siendo pura energía vibrando a un cierto nivel y frecuencia, necesitamos unos componentes que regulen esta energía, que sean capaces de absorberla bien desde la Tierra, a través del chakra base, bien desde el Universo, a través del chakra de la coronilla.

Acordaros cuando hablábamos de los vampiros de energía en el post Dar y Absorber energía, estas personas tienen probablemente completamente cerrados estos canales y solo pueden absorber la energía vital que todos necesitamos robándola del aura y sistemas de otras personas a través de otros chakras intermedios cuando ambas auras se juntan. Pero eso no tiene por que ser así, pues todos tenemos la posibilidad y las herramientas en nosotros mismos para conectarnos con la fuente infinita de energía que existe en el universo.

En una persona, cuando el funcionamiento de los chakras es normal, cada uno de ellos estará abierto, girando en el sentido de las manecillas del reloj para metabolizar las energías particulares que necesita del campo de energía universal (energía que también se llama Chi o prana). Cuando el chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj, la corriente fluye del centro hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo y estas energías no se procesan, aquí es cuando se dice que el chakra está cerrado o bloqueado a las energías que le llegan.

Mantener nuestros chakras abiertos, sanos, en equilibrio, es un trabajo que requiere constante atención, pero vital muchas veces para nuestro bienestar completo. A través de masajes, de meditaciones, de sanaciones energéticas, del uso de mínerales, colores o música, podemos mantener nuestro sistema energético en armonía, y con ello, nuestra vida a pleno rendimiento.

 

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